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Expresidente del Senado Camilo Escalona a Cambio21: “La posición de Piñera es sobrevivir hasta entregar el mandato"

Por María Cristina Prudant

El ex presidente del PS, ex senador Camilo Escalona observa con mucha cautela la situación actual del país y por supuesto, lo que pueda ocurrir el próximo 25 de octubre cuando se realice el plebiscito, que permitirá cambiar la Constitución de la dictadura por una hecha en democracia. Para Escalona nadie va a detener la decisión del pueblo chileno que se manifestará mayoritariamente por el Apruebo, a pesar de una serie de factores políticos que no se han alineado con este trascendental hecho, pero manifestó a Cambio21 que el pueblo chileno votará igual Apruebo y que “el problema está para después, los desafíos del 202,  la convención constitucional y la elección presidencial”

 Usted vivió el plebiscito del 88 como encargado del Frente Interno del PS Almeyda ¿Cómo fue su experiencia en esa ocasión?
A mí me tocaba toda la organización y estructura del Partido. Primero, no fue un factor de unidad gigantesco porque nosotros teníamos en ese tiempo un Comité Central grande para las condiciones de la clandestinidad. Eramos 70 miembros del Comité Central y a inicios de febrero del año 88 se hizo un pleno de ese Comité Central. Se reunía por instancias y grupos y se mandaban enlaces entre un grupo y otro, así funcionábamos. No había internet entre otras cosas y además, estábamos proscritos por el artículo octavo y las persecuciones del régimen de Pinochet.

Entonces, se juntaban unas tres o cuatro instancias y se intercambiaban cada una de las resoluciones de estas y después se votaba y recuerdo que tuvimos un solo voto en contra de la resolución política de apoyar la política del NO, llamar a inscribirse en los registros electorales y abogar por una amplia unidad en el NO y por esa razón el PS Almeyda ingresó en el comando del NO, fuimos uno de los 17 partidos que lo integraron. Y nos coordinábamos, más o menos yo calculo, de marzo en adelante, se hizo el trabajo organizacional para; primero, impulsar la política del NO lo que significaba articular los partidos en todo Chile y crear comandos regionales, provinciales y comunales de todos los partidos en un solo comando. Eso fue una tarea que comenzó en abril hasta agosto más o menos.

A mitad de año, a esos comandos, se les dio la tarea, en junio, julio, de asegurar un apoderado por mesa. Tarea que se consiguió y en consecuencia se impidió el fraude. Paralelo a eso, en el Comando del NO se organizó el Centro de Cómputos, ese dependía directamente del Comando, que tenía como secretario ejecutivo a Genaro Arriagada. Entonces, el esfuerzo organizacional  de las estructuras regionales de los partidos, que coordinábamos desde la clandestinidad. Había una coordinación de hecho, más las estructuras que lograron instalarse sin que la dictadura las pudiera cerrar, por ejemplo, el Comando del NO y además instalamos el Comando Socialista por el NO. Esas estructuras impulsaron, no solamente las coordinaciones sino que cubrir el plebiscito, todas las mesas, hasta la última mesa alguien llegó y no solamente una estructura territorial sino que además una estructura de comunicaciones que fue capaz de transmitir en un tiempo políticamente útil, la información para contar con un conteo paralelo que permitiera salir al paso del fraude.


Bueno, ese esfuerzo fue plenamente exitoso, o sea, creo que franja  fue muy buena y decisiva, pero no fue solo la franja porque a veces se tiende a exagerar las cosas, incluso la película del NO tiende a dar la idea que la franja fue lo único y no solamente no fue lo único, creo que fue decisiva, pero también fue determinante la estructura territorial de los partidos que venían saliendo de un largo período de ilegalidad y que se lograron reponer, reconstituir y crecer al calor del NO.

Y sin prejuicios de ningún tipo con una gran unidad. Por ejemplo, nosotros los socialistas, que estábamos prescritos, inscribimos apoderados con poderes del Partido Humanista, Partido Por la Democracia, incluso de la Democracia Cristiana, o sea, había una unidad real, auténtica, no solamente de la boca para afuera sino que existía una voluntad de actuar en común.

Además, se vio completamente facilitada porque el Partido Comunista en agosto del 88 se incorporó a ese esfuerzo. Al principio estuvo distante, pero después se hizo parte asi es que el conjunto de la oposición estuvo unidad el 5 de octubre del 88.

De vuelta al año 2020. ¿Cuáles son las diferencias que cree usted que existen hoy con el año 88?
Primero, Pinochet tenía el control del aparato dictatorial. Era una dictadura fuerte. La gran crisis económica y la debacle de la dictadura fue entre el 83 al 85. Pinochet había recuperado el control de la situación incluso se había salvado del intento de magnicidio, habían encontrado las armas de Carrizal Bajo, habían implementado un plan político para sacar adelante el plebiscito, o sea, Pinochet no estaba en crisis, los que crean eso están equivocados, ese fue un triunfo democrático contra una dictadura que tenía el control de la situación. Esa es una gran diferencia con el Chile de hoy porque Piñera no controla a nadie, ni a sus ministros.

El gobierno de hoy es un desgobierno, eso yo creo que es el problema principal. Dicho de otra manera, el plebiscito y el triunfo del Apruebo, es una respuesta a una crisis política profunda para la cual  el gobierno de Piñera no tiene respuesta. Esa es la gran diferencia. Y la segunda diferencia, para ser franco, creo que Víctor Pérez tiene como modelo a Sergio Fernández pero yo creo que no son lo mismo. La crisis del autoritarismo de la UDI es profunda. Sin Jaime Guzmán, se transformaron  simplemente en un lastimoso transmisor de los intereses de los poderosos, no tienen proyecto político ninguno, a diferencia  de cuando la UDI tenía a Guzmán con vida. Hay una diferencia muy grande, muy evidente.

Uno escucha hablar a la presidenta de la UDI hoy y no hay contenidos políticos en sus palabras, solo hay vulgaridades, descalificaciones. Entonces, la derecha hoy está en una crisis profunda a diferencia de la mano de hierro que tenía Pinochet con la ayuda de Guzmán y Fernández el año 88.

Y en el gabinete de Piñera hay ministros que van a votar Apruebo
Hay un sector de la derecha que se da cuenta que el Rechazo es un descalabro para ellos como proyecto político porque naturalmente que, los desafíos después del 25 de octubre son gigantescos. Viene el desafío de la Convención Constituyente en consecuencia de la composición del organismo que va a redactar la nueva Constitución y su naturaleza. Viene la elección parlamentaria y la elección presidencial. Y por lo tanto, con bastante frialdad un grupo de la derecha se da cuenta que no pueden amarrarse a el Rechazo porque eso les significa quedar en una posición estratégicamente desfavorable para el desafío que viene después. Creo que en la derecha los que están apoyando el Apruebo hay demócratas sinceros como en RN, que entienden que ya la Constitución del 80 no da más y que hay que reemplazarla por una nueva. Creo que también hay personas que se meten al Apruebo solo con el afán de confundir y de generar dudas y promover discordia. Yo sostengo que la intención de Pablo Longueira de meterse al Apruebo se hace con la intención solo de generar confusión, no creo que ese sea un Apruebo sincero.

¿Cuál es su opinión respecto a la postura de Piñera de mantenerse entre el Apruebo y el Rechazo sin definirse?
Creo que la posición de Piñera es sobrevivir hasta entregar el mandato, nada más. No veo ninguna otra intención, entremedio hace esas intervenciones en las que se auto halaga de todo, pero la realidad del país es tan difícil y que ha tenido que medirse en sus auto elogios, asi es que lo que creo es que la posición del gobernante es sobrevivir, no le veo un hilo conductor a sus pasos porque son completa y totalmente erráticos.

La gran amenaza del 2021

Sobre la situación de la oposición. ¿Cree usted que el ambiente que hay no es el mejor para que la gente vaya a votar, porque ve que no se ponen de acuerdo, fracasan las acusaciones constitucionales. Es un mal ambiente para el plebiscito?

No, Yo pienso que el plebiscito no depende del clima interno de la oposición. Creo que la convicción del pueblo chileno es definitiva, es decir la mayoría social está con el Apruebo. Estoy convencido que la madurez del pueblo chileno va a saltar este primer obstáculo. Creo que sobre eso no tiene dudas. El problema está para después, los desafíos del 2021, la convención constitucional y la elección presidencial que también son muy importantes. Porque, el drama de Chile, es que la divisiones de la oposición permiten que gobierne la minoría. Porque aquí se escriben muchos libros y muchos comentarios, hay teoría para todo, pero el drama es bien concreto. Por qué el sistema político está en crisis: porque gobierna la minoría cuando lo normal en una democracia es que gobierne la mayoría, pero aquí loa ineptitud principal de la oposición es que hace todas las cosas necesarias para perder. A la oposición chilena le pasa lo mismo que a nuestra selección de fútbol, en el minuto 95 le meten el gol y como dijo Alexis Sánchez, todos los esfuerzos que se hicieron en los 94 minutos todo se pierde porque en el momento clave alguien pestañó, cerró los ojos y metieron el gol. Por qué razón porque en el momento clave la oposición no es capaz de actuar como mayoría y ganar la elección presidencial y esa es la gran amenaza del 2021, que se arrastre la crisis cuatro años más por la incapacidad de la oposición de ponerse de acuerdo. Ese es el gran peligro de la democracia chilena para los próximos años, que la crisis se alargue indefinidamente porque la inmadurez política de oposición permite que la minoría vuelva a ganar la próxima elección presidencial y lo digo con todas sus letras, este es el problema principal.

¿Hay alguna forma de destrabar ese problema, encontrar una solución?

Que la gente presione no más para que los dirigentes políticos actúen con madurez y sentido unitario. Yo me acuerdo que esta es una de las características del año 88 y 89, el que quería correr con colores propios recibía un castigo social muy grande, incluso era tratado como provocador y nadie se arrugaba cuando alguien llegaba a hablar cabezas de pescado en acusarlo de pagado por la dictadura. La sanción social a los que servían y dividían el 88 y 89 era una sanción social tremenda, enorme, muy fuerte. En la conciencia social era nítida la idea que la unidad era esencial y yo de verdad  creo que si eso no vuelve a ocurrir ahora, si el pueblo no castiga al que divide este problema no tiene solución porque lo que yo observo en las declaraciones es que los que dividen creen que lo están haciendo bien, se sienten autorizados a hablar todo tipo de elucubraciones para justificar la actitud divisionista.

¿La gente se pregunta qué ganan los que no quieren acuerdos?
El problema es el perfilamiento. Este es un problema muy antiguo no es primera vez que pasa y es el drama en el sistema político de América Latina donde hubo la incapacidad de formar mayorías sólidas durante un buen tiempo, es permanente. Es tal vez porque somos un continente todavía joven, 200 años es poco del punto de vista de la experiencia política, pero a los que dividen le avivan la cueca los medios oficiales. Entonces, eso hace que se sientan bien, el tipo que divide anda por los matinales de la tele y tiene grandes entrevistas  en los medios, a todo color, fomentando la división y recibe aplausos y se convence que la está haciendo de oro. Si los aplausos confunden a cualquiera, los cantos de sirena como dice la mitología.

¿Que podría pasar si no se gana la elección de constituyentes por falta de acuerdos?
Si no hay mayoría de los constituyentes el esfuerzo vuelve para atrás. Por eso que hay que generar una mística de unidad, sin ella es muy difícil resolver el problema.

¿Parece que por lo menos la pandemia ya no sería un problema para el plebiscito?
Hay que tenerlo presente porque en un momento de desesperación la ultra derecha puede usar la pandemia, puede usarla como excusa hay que tenerlo presente. No hay que olvidarse de la pandemia. Pueden decretar que una gran comuna popular vuelva a la cuarentena y la dejen fuera de votar. La pandemia puede generar dificultades todavía, a eso me refiero y la vocación del gobierno es errática. Si el gobierno tuviera voluntad real de ayudar habría aprobado el transporte gratuito para el día del plebiscito y lo rechazó. O sea, el Rechazo recibió la más importante ayuda del gobierno al rechazar  el transporte público gratuito. Ese es un golpe desleal en contra de la participación de la gente que tiene muchas necesidades por la pandemia y el transporte no es barato.  


El triunfo del NO

¿La unión del 88 se coronó con el triunfo rotundo del NO?

Pinochet, según lo que se ha sabido con el tiempo, la UDI encabezada por Sergio Fernández, lo tenían convencido que iban a ganar. Primero, porque pensaban que se iban a inscribir de 4 a 5 millones de personas y con ese universo electoral ellos estaban convencidos que ganaban. Después se rebasaron los 5 millones de personas y subieron a seis millones y hasta ese momento también dijeron que ganaban. Y después llegamos a los ocho millones de personas y ya empezaron a dudar, pero como la UDI controlaba el aparato del gobierno interior de la dictadura, cosa que ellos quieren naturalmente, olvidar, pero por ejemplo el actual ministro del Interior, Víctor Pérez era parte de ese aparato como alcalde (designado) de Los Angeles.

El señor Melero que era alcalde de Pudahuel, Moreira que era alcalde de La Cisterna, Todos estos mismos de ahora, los que se hacen los inocentes eran la estructura del gobierno interior de la dictadura y operaban a través de los municipios y tenían una labor desenfrenada de clientelismo que lo ejecutaban los alcaldes de la UDI, era el principal instrumento de difusión de la campaña de Pinochet. Los alcaldes eran los principales activistas de la campaña de Pinochet y esa estructura era de la UDI con la cual ellos juntaron las firmas para inscribirse como partido y con la cual existen hasta hoy día.  

 Y como tenían una labor de clientelismo desenfrenada, en medio de la pobreza que ellos mismos habían creado, a la gente más humilde, inocente le daban un par de pizarreños, le regalaban unos pocos kilos de arroz,  unos cuantos paquetes de fideos, unos dos o tres tarros de salsa de tomate. Entonces, con eso la gente lo recibía y les daba las gracias y con eso ellos estaban convencidos que ganaban, lo que fue muy bueno por lo demás porque el dictador tenía sus dudas, pero fue tanto la insistencia de los dirigentes de la UDI que ellos ganaban  que, el dictador, a pesar de sus dudas, tenía como opción preferente de lo que él pensaba iba a pasar que iban a ganar.
 
Y aún así, el dictador, creó un mecanismo del Ejército, bajo el mando del general Ballerino para intentar desconocer el triunfo del NO el 5 de octubre en la noche, pero la comunidad internacional comenzando por estados Unidos le advirtieron al dictador que la comunidad internacional no iba a permitir ni aceptar que él desconociera el resultado. Asi es que el triunfo del NO fue un esfuerzo político y organizacional gigantesco, no se ha logrado –yo creo hasta ahora-  transmitir de alguna manera lo que significó ese esfuerzo. Y lo más importante, la voluntad de unidad  se demuestra cuando se deja de hablar mal del aliado, cuando se deja de descalificar al otro. No puede haber unidad si es que el centro del discurso de cada uno es en contra de la fuerza o de los liderazgos de quienes se acompañan en una tarea común.