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Gloria Münchmeyer, afamada actriz a Cambio21: “A Piñera, la cultura le importa un pito”

Por Teresa Frías
 
Durante los años setenta y ochenta integró la emblemática compañía teatral ICTUS, participó en exitosas teleseries como La madrastra y Los Títeres y, junto a Rebeca Ghigliotto, crearon los personajes cómicos la Vicky y la Gaby que aparecieron en varios programas de la televisión.
Gloria Münchmeyer, actriz de teatro, cine y televisión, participó en diversos montajes del Teatro de la Universidad Católica como Las preciosas ridículas y Sganarelle de Molière (1980), Casa de muñecas de Ibsen (1980), El rey se muere de Ionesco (1981), Urfaust de Goethe (1982), La balsa de la medusa (1984) y Háblame de Laura (1986), ambas de Egon Wolff, y Largo viaje del día hacia la noche, de O'Neill (2001).
Durante los años setenta y ochenta integró la emblemática compañía teatral ICTUS, participó en exitosas teleseries como La madrastra y Los Títeres y, junto a Rebeca Ghigliotto, crearon los personajes cómicos la Vicky y la Gaby que aparecieron en varios programas de la televisión.
Su trabajo en el cine nacional ha sido muy extenso y elogiado. Obtuvo la Copa Volpi del Festival de Venecia por su actuación en La Luna en el Espejo de Silvio Caiozzi en 1990.
Ha actuado en diferentes compañías con generaciones más jóvenes en obras como El jardín de los cerezos de Chejov del año 2007 y en el 2010 en Moscas sobre el mármol y Días contados donde su destacada interpretación le valió la nominación para el Premio Altazor.
 
En conversación con Cambio21, la actriz reveló que la obra “Viejas de mierda” ha sido su gran sorpresa, esto, por el recibimiento que ha tenido durante el tiempo que ha estado en cartelera.
Por otra parte lamentó profundamente que la cultura está abandonada y no se tome con la seriedad que debiera ser. Frente a eso apuntó que “nosotros somos uno de los afectados, sobre toda la gente que hacemos teatro, porque es el único arte de entretención que solo surge con el contacto directo con el espectador, el actor y los bailarines son los más perjudicados con esto.
 
¿Qué le parecieron los dichos de la ministra de la cultura quien dijo que “casa peso que se coloque en cultura es porque se deja de colocar en otro programa o necesidad de los ciudadanos”?
No me extraña, porque los ministros son secretarios del Presidente, ese es el cargo que tienen. Entonces, no tienen autonomía, y por el Presidente Piñera no me cabe la menor duda que a él, la cultura le importa un pito.
 
Si bien muchos sectores han sufrido con la crisis económica ¿cómo ha sido el impacto en la cultura según usted?
Nosotros somos uno de los más afectados, sobre toda la gente que hacemos teatro, porque es el único arte de entretención que solo surge con el contacto directo con el espectador, el actor y los bailarines son los más perjudicados con esto.
Los demás pueden cantar, pintar en su casa y después hacer una exposición, escribir un libro y después publicarlo. Pero lo de los actores es fatal porque necesitamos a la gente presente.
 
El teatro durante estos meses ha hecho funciones online ¿Cómo encuesta esta nueva modalidad?
Pésimo, porque el público es irremplazable. El sentimiento que se produce en escena te manda las respuestas, es irremplazable no más. Nosotros seguimos haciendo los mismos movimientos, pero la actuación cambia cuando el público no está ahí.
De manera que, esta cosa en salir en plataforma es una manera de difundir, pero no es lo mismo, a mi no me gusta, siento que no es igual. Todo lo que es fondo lo encuentro una frialdad, entrevistas por zoom, conversatorios online, para mi es una frialdad tremenda. Es una pena, pero al parecer lo vamos a tener que hacer por mucho tiempo.
¿Usted cree que con el cambio a la constitución se debe poner más énfasis en la cultura?
Dentro del grupo que va a construir, a escribir una nueva constitución y del comité que integren este tema, hay personas interesantes. Piensa tú que la cultura viene de la época de las cavernas. La cultura en general siempre se ha visto como una cosa que no es necesaria, que es suplida y que eso llega a ser molesto.
Pero la cultura tiene que ver con mucha cosas, con la comida, con la forma de arte, con los patrimonios, con la historia y con todo lo que tiene que ver. Porque la vida diaria de las personas es cultura.
 
¿Ha sido fundamental la cultura en tiempos de pandemia?
La respuesta ha sido increíble, la respuesta en lo que a mí me toca con “Las Viejas de mierda” pensábamos que era una función pero ya llevamos tres porque la gente lo pide. Además hay una angustia que se replica en ver entretención.
Por otro lado está el comentario de que es una buena obra, que deja pensando en algunas cosas. Además muchas cosas que se han dado por vía online son muy buenas y lo demuestra en que la gente lo ve.
 
¿Qué ha significado para usted viejas de mierda?
Primero una sorpresa porque si bien el grupo es muy bueno, nunca en mi vida y eso que he tenido una vida muy larga (risas), he llevado una obra con este éxito. Esto ha sido maravilloso, hacer una obra con teatro lleno, llega gente de todas partes que te esperen en el taller, que te abraces, te piden selfies. Hay gente que dice que primera vez que iba a un teatro y esas cosas dan ganas de llorar.
Cuando llegó esta pandemia ya teníamos calendarizado prácticamente todo el año y por todo Chile. Pero para mí ha sido una sorpresa y un regalo seguir teniendo este éxito pese a las circunstancias.
 
¿Tiene otros proyectos además de “Viejas de Mierda”?
Siempre se están agendando cosas. Tengo pendiente una película, pero tenemos que esperar la vacuna para seguir. Me siento joven, con entusiasmo, el hecho de trabajar hasta esta edad y seguir. Pero se debe esperar hasta que haya una vacuna.
 
¿Cuál es su opinión sobre el gobierno de Sebastián Piñera?
Un desastre. Al pobre le tocó el famoso estallido y también con cara de pregunta de qué pasó. Porque nunca se dieron cuenta lo que pasaba en el país, o sea pensaba Piñera y su gobierno más en la imagen del extranjero a lo que pensaba la gente de su propio país,
Siempre pensó en Chile como una de las tantas empresas que tiene o tenía y que Chile era un país ganancioso y nunca se dio cuenta de lo que pasaba en el país. Eso me parece increíble.
 
¿Usted cree que era tiempo de que se hiciera un plebiscito para cambiar la constitución?
Absolutamente, como se va a seguir con una constitución hecha por un grupo de personas en una dictadura. No era una constitución democrática. El mundo cambia muy rápido, entonces para dirigir un país se necesita gente visionaria, no poner los parches después.
 
¿El país cambiará realmente con una nueva constitución?
Hay muchas dudas y yo creo que las dudas son por desconocimiento. En el fondo la fala de información es lo que tiene a todo el mundo dudoso. Yo tengo la plena confianza que mucha gente en el país tiene la capacidad para hacerlo (redactar una nueva carta magna) y además muy simpática (risas).