Oh I'm just counting

Guillier a Cambio21: “Necesitamos reconstruir una unidad profunda. Vamos a ganar en diciembre”

Una de las conclusiones más claras que dejaron las pasadas elecciones es que Chile apostó por una fuerte renovación de liderazgos, con énfasis en transparencia y un sentido distinto de ver la sociedad.

Por Mario López M.

En medio de la vorágine del acto donde lanzaría su segundo tiempo de la campaña, ahora en el balotaje, el senador Alejandro Guillier respondió las consultas de Cambio21.

-¿Qué es lo que está en juego en diciembre, senador?

-En diciembre la ciudadanía decidirá entre una propuesta de individualismo extremo, de competencia, de crecimiento solo para unos pocos, que es lo que representa Piñera. Por otro lado, una propuesta progresista, de unidad en torno a la creación de una sociedad de derechos sociales, donde la educación, la salud, la pensión, no dependan de la billetera, sino de la solidaridad y la humanidad. Y eso es lo que aspiro a representar.

-Hay quienes ponen en duda la fuerza del progresismo.

-Estoy convencido que somos mayoría quienes creemos que el crecimiento económico no basta, que necesitamos también protección social y trabajo decente para todos. En la primera vuelta quedó claro que somos más los que creemos que hacer más de lo mismo no sirve, que tenemos que implementar reformas profundas, graduales y bien hechas para hacer posible mayor justicia social, derrotar la desigualdad horrorosa que a la derecha no le inmuta y que a la mayoría de los chilenos y chilenas nos duele en el alma.

-¿Cómo se interpreta ese mensaje del pueblo que quiere cambios?

-Agradezco a los chilenos y chilenas que me han abierto las puertas de sus hogares. Conozco de sus anhelos, sus temores y sus preocupaciones. El abuso, la colusión y la corrupción que vivimos a diario nos tienen a todos indignados. ¡Yo soy parte de esos indignados! y soy de los que cree que podemos hacer algo al respecto. Tenemos la obligación de construir un país más trasparente, con buenas prácticas, con ciudadanos empoderados y atentos, y sin abusos avalados por el estado. Por eso quiero ser el Presidente de la Gente.

Reconstruir la unidad

De cara a una segunda vuelta en que algunos tratan de imponer semejanzas con la de 2009 que enfrentó al mismo Sebastián Piñera con Eduardo Frei y donde Marco Enríquez-Ominami representó un similar porcentaje al que hoy encarnan Beatriz Sánchez y el Frente Amplio, el senador y candidato presidencial Alejandro Guillier ha puesto énfasis en la necesaria unión del progresismo. Su llamado abarca al centro, la izquierda, el Frente Amplio  y a los independientes. “Necesitamos reconstruir una unidad profunda. Vamos a ganar en diciembre”, ha dicho el candidato progresista.

 “Guillier va a ganar porque claramente los electores se han manifestado en tres sentidos que ya se veían en todos los estudio serios: una demanda por renovación de liderazgos. Guillier será el primer presidente de un nuevo período o Piñera el último de un estilo gastado de hacer política. Segundo, renovación de prácticas políticas, más transparencia, sencillez, cercanía, atributos que el otro candidato no tiene, y tercero, la profundización de un sentido distinto de sociedad, más colaborativa, participativa y solidaria. La gente claramente se manifiesta por una visión de sociedad menos competitiva, más empoderada, más partícipe de las decisiones. Y eso representa Guillier”, se asegura en el comando del senador independiente a Cambio21.

Lo que podría considerarse un demérito -ser un “aparecido en política”- se terminó transformando en una potente herramienta de empatía con la gente. Él tiene claro el tema: “sin buscarlo y posiblemente por vacíos o desgaste de liderazgos tradicionales se dio una situación un poco excepcional de que una persona que recién está llegando a la política se empieza a disparar en las encuestas (…) Les molestaba que uno no viniera de la política tradicional y lo decían:‘ese quién es, cuál es su historia, de dónde viene, cuál es su programa… ese no tiene ideas, pero es populista’. Curioso, si no las tiene cómo es populista. Yo quiero hablar de ideas (…) Es decepcionante cómo los medios hegemónicos manejan la agenda y algunos medios que se dicen progresistas caen redonditos”, dijo el senador a nuestro medio.

¿Cuáles son esas fortalezas que hoy lo tienen ad portas de terciarse la banda tricolor e ingresar a La Moneda como el líder del progresismo? “Creo que una de sus fortalezas es mostrarse distante de los partidos políticos tradicionales, entendiéndose que hay una evidente despolitización en Chile y una distancia entre las estructuras partidarias históricas con la ciudadanía. Segundo, tiene un manejo comunicacional importante, que le puede ayudar a capitalizar los votos para la segunda vuelta. En tercer lugar, no está vinculado con escándalos de corrupción y, por tanto, tiene cierta pureza política en ese sentido”, comenta el politólogo Máximo Quitral Rojas en el portal informativo Nodal.

Tiene calle

No haber tenido primarias en su sector le privó de la primera plana de los medios durante más de treinta días y, de paso, de la televisión, justo cuando los sondeos reconocían que su nivel de conocimiento en el país apenas superaba el 67%, a diferencia de su hoy contrincante directo, que, en su calidad de ex presidente, tenía 100% de ubicación por parte de la población.

No era a la TV a lo que apuntaba Guillier, que comenzó un esforzado trabajo en la base, casa a casa, en sindicatos, organismo intermedios, escuchando a la gente, leyendo el sentir de las personas, vinculándose en lo que demanda la sociedad actual.Haber hecho trabajo de recolección de firmas le dio un plus que los otros candidatos no supieron leer, le dio calle y organización territorial.

“Hace solo unos meses estaba en la Comisión de Energía, Defensa, Ética y haciendo mi pega de senador y me entusiasmé con el tema de la descentralización y empecé a recorrer el país hablando de  ello y eso me hizo establecer puentes con la ciudadanía en que ese tema es muy querido. Sin importar si son de derecha, centro o izquierda, quieren la descentralización”, dijo el propio Guillier a Cambio21.Quienes han compartido el trabajo en terreno con él aseguran que sabe “escuchar a las personas”. “Es un tipo cuyo fuerte está en la calle”, afirman. 

Conexión con el Chile real

El senador habla con entusiasmo de la regionalización, de educación, de políticas energéticas, la ética del servicio público y del futuro del país. Junto con la senadora Carolina Goic fue uno de los pocos candidatos que centró su campaña en propuestas y no en frases hechas por los comandos. Genera estructuras con claridad, suele plantear la política pública seguida de su fuente de financiamiento, los beneficios que podría reportary la prioridad que le otorga.

Pero la mesura no es falta de carácter y ello lo demostró en su primer discurso como presidenciable en el Parque O’Higgins: “Los abusos que conocemos todos los días, la colusión entre las empresas, las malas prácticas, la codicia sin límite, los casos de corrupción,  la espuria relación entre los negocios y la política, todo eso ha desatado un clima de hastío, de fastidio, por momentos de irreverencia de las grandes mayorías hacia la dirigencia política, hacia el mundo empresarial, hacia las iglesias, hacia los medios de comunicación.Pareciera que todos ellos son percibidos como privilegiados, a quienes sólo pareciera importar el interés personal y la ganancia a cualquier precio, aun burlando la ley”, dijo.

“Hay causas objetivas que explican este sentimiento.Me indigna la pandemia de la colusión, y más me irrita la pasividad de las autoridades fiscalizadoras que no hacen su trabajo, y esa justicia siempre tibia con el poderoso. ¡El abuso campea en Chile porque los responsables de impedirlo lo toleran!Cuando conocimos por la prensa este último caso de colusión, pañales, se me vino a la memoria con mucha fuerza una conversación que tuve con una profesora en San Joaquín hace unos meses, en plena campaña. Me habló de su padre enfermo, recién enviudado, a quien tuvo que acoger en su casa y que con su miserable jubilación apenas podía pagar los pañales de su viejo.¡Y por cierto que de sus medicamentos ni hablar!”, enfatizó.

“¡De esto estamos hablando!¡Me indigna la falta de decencia de quienes se hacen millonarios maltratando a nuestra gente!¡Me irrita el silencio de quienes reclaman garantías y seguridad pública, pero a diario destruyen las reglas básicas de la convivencia.¡Y después piden que los dejen trabajar tranquilos porque ellos saben de economía!Esto le hace mal al alma de Chile como nos diría este hombre sabio que fue el Cardenal Silva Henríquez.El abuso generalizado es la raíz del profundo divorcio que vemos entre nuestra sociedad y la clase dirigente (…) Los políticos hoy no les están hablando a los ciudadanos. Hoy los políticos solo les hablan a los políticos.  Por eso que la gente ha perdido la confianza en nosotros”, recalcó Guillier.

El valor de la credibilidad

Guillier ha defendido su independencia de los partidos, no aceptó que ministros se integraran en la segunda vuelta a su comando, tiene calle, sabe escuchar y un discurso directo.

Quizás un ejemplo sirva para graficar esto. En un reciente programa televisivo dirigido por Mario Kreutzberger, que invitó a ambos candidatos, estos contaban al final del espacio con dos minutos para hacer un llamado a los electores a votaran por ellos. Piñera repitió de manera calcada el discurso de la primera vuelta con ofertones por doquier y recalcando su  supuestas virtudes. Guillier, en cambio, no habló de las elecciones y ocupó su tiempo para hacer un llamado al país para apoyar a las personas con discapacidad, valorando que hoy en Chile, gracias a la Teletón, ya no se esconden a quienes sufren alguna minusvalía.

Misma manera de ser que le ha permitido “no encasillarse” con ningún sector en particular, lo que no significa no tomar posiciones. Su apuesta por no inscribirse en partido político alguno que le permitiera sin esfuerzos ser candidato presidencial y salir contra reloj a buscar las más de 30 mil firmas a la calle, requisito para los independientes, le valió críticas en un  principio pero finalmente se ganó el respeto de la gente y los partidos que lo apoyan, al juntar más de sesenta mil rúbricas que lo proyectaron como un candidato “de la gente”, como reza su eslogan de campaña.

El mensaje a Chile

De cara a una segunda vuelta, el senador Guillier congregó a sus adherentes y equipos de trabajo. Allí les habló de unidad haciendo “un particular llamado a los jóvenes.  Tómense ustedes el futuro. Ustedes son el recambio. Pero no olvidemos que este ha sido un camino largo, que ha conocido de triunfos y derrotas. De alegrías y dolores. De muchas generaciones. De todos ellos hemos aprendido. En esta hora decisiva no podemos equivocarnos. Chile hoy los necesita. ¡Yo los necesito!”, dijo.

“Estamos viviendo un momento que requiere de mucha responsabilidad. Me hago cargo de la clara voluntad de cambio que la sociedad chilena expresó el domingo en las urnas. Este Presidente promoverá una agenda legislativa que exprese esta voluntad de transformación”, dijo, delineando concretas: 

Salud: “Crearemos un Fondo Solidario Nacional a partir de la cotización obligatoria del 3% que hoy existe en Fonasa e Isapres. Con esta medida aseguraremos la Atención Primaria Universal de todos los chilenos. Crearemos, también, el Auge del Adulto Mayor. Comparto la urgencia que ha expresado mi amiga Carolina Goic en avanzar en una legislación especial sobre el Cáncer”.

Educación: “Vamos a poner fin al CAE. Si en los 80 la dictadura salvó a los Bancos, nosotros en democracia iremos en ayuda de los jóvenes y sus familias. Es un imperativo moral. Sacaremos a la Banca Privada de este negocio. Unificaremos el trato a deudores del CAE y del Fondo Solidario. Por una vez, nos haremos cargo de los morosos que no pueden pagar. Y buscaremos incentivos para el pago, porque esta plata es de todos los chilenos y la vamos a reinvertir en Educación. Llevaremos a cero la tasa de interés. Vamos a eliminar de inmediato la deuda del 40% más pobre de los deudores. Los jóvenes no cancelarán mientras no encuentren empleo. A los actuales deudores morosos los sacaremos de Dicom. Esta propuesta tiene un costo anual de 350 millones de dólares equivalente al 0,14% del PIB”.

“Llevaremos la Educación Superior Gratuita al 70%, incluidos los Centros de Formación Técnica acreditados y sin fines de lucro”. 

Pensiones: Vamos a acabar con el monopolio de las AFP. Pondremos fin al actual sistema único y obligatorio existente. Vamos a proponer un sistema alternativo donde las personas tendrán la libertad para elegir dónde pondrán sus ahorros. Crearemos un sistema público para que cada chilena y chileno elija donde jubilar. Con nuestra propuesta aumentaremos de inmediato las actuales pensiones. Vamos a aumentar la Pensión Básica Solidaria para llegar al 80% de la población (hoy es 60%)”.

Nueva Constitución: “El Congreso, de acuerdo con el itinerario existente, deberá pronunciarse en su momento acerca del mecanismo de cambio constitucional. Este debe ser participativo y soberano.  La futura Convención Constituyente que propone dicho Proyecto de Ley debe ser un cuerpo elegido para el único efecto de discutir y aprobar una nueva Constitución. En caso de que esto no se logre, presentaremos un Proyecto de Ley que permita convocar a un Plebiscito para avanzar en esta materia. ¡Chile necesita un nueva Constitución no para saldar cuentas con el pasado, sino que para posibilitar un mejor futuro!”.