Por Mario López M.
El Consejero Nacional de la Democracia Cristiana fija la que debe ser, en su parecer, la posición que su partido debe adoptar a futuro. Es enfático eso sí en aclarar que “no corresponde plantearse la posibilidad de entrar” al Gobierno de Piñera. “Somos distintos”, asegura.
Del mismo modo estima que Mariana Aylwin y quienes salieron junto a ella de la colectividad siguen siendo sus “camaradas”. Ve improbable una coalición en que estén la falange y el Frente Amplio: “No concibo la posibilidad de esa hipótesis. Ni por parte nuestra, ni tampoco por parte de ellos”.
Categórico en sus respuestas y midiendo sus palabras, Gutenberg Martínez aborda junto a Cambio21 diversos tópicos de la realidad nacional, partiendo por la definición de qué es la Democracia Cristiana y dónde se sitúa en el espectro político chileno.
No le gusta ser considerado un partido “bisagra” y prefiere más la definición que Eduardo Frei Montalva daba sobre la falange: “un partido nacional y popular. Un centro, humanista y reformista, visto desde un punto de vista programático. Un centro excéntrico, es decir, fuera del eje izquierda-derecha”.
Aunque no profundiza sobre el tema, se manifiesta no satisfecho con el gobierno actual. “No cumplió las expectativas (…) Un Gobierno que le entrega la Presidencia dos veces a la derecha es la respuesta a esta pregunta”, dice, aunque reconoce que hubo avances.
No se arrepiente de haber sido uno de quienes apoyaron que la candidata del partido, Carolina Goic, haya llegado hasta primera vuelta. “La definición no era de cuentas electorales, fue de reposicionamiento político del PDC”, manifiesta, al paso que revalora el aporte de la senadora, a quien considera fue “la mejor candidata. Seria, responsable, con oferta programática de verdad. Sin populismo y con un compromiso nacional y popular innegable”.
Gutenberg Martínez es abogado, rector de la Universidad Miguel de Cervantes y ex presidente de la Cámara de Diputados, con una dilatada trayectoria al interior de la Democracia Cristiana en donde llegó a ocupar la presidencia del partido. Tres veces reelecto parlamentario, optó voluntariamente por no presentarse por un cuarto periodo.
-Hace un año, usted sostenía que era vital para la DC llegar a primera vuelta con candidato propio. Así fue y el resultado, de acuerdo con personeros del mismo partido, fue el peor de la historia de la falange. ¿Mantiene que era necesario hacerlo o cambió de parecer?
-Absolutamente. La definición no era de cuentas electorales, fue de reposicionamiento político del PDC. Aún más, dijimos que iba a representar costos electorales, pero que la definición era necesaria en una visión de mediano y largo plazo. La identidad y aporte de cada partido es sustancial en la nueva realidad política nacional. El corto plazo, es eso una visión limitada, un tanto utilitaria y muy marcada por el poder.
-Carolina Goic levantó, entre otras, la bandera de la transparencia y la ética política. Sin embargo pareciera que los resultados muestran que ello no prendió. ¿No se comunicó bien o los temas que realmente importan a la gente van por otro lado?
-Creo que Carolina fue creciendo día a día. Era la mejor candidata. Seria, responsable, con oferta programática de verdad. Sin populismo y con un compromiso nacional y popular innegable. Sus banderas de transparencia y ética son plenamente vigentes y escapan de consideraciones electorales. Los principios valen por sí.
-Si tuviera que proyectar los próximos cuatro años, dónde ubica a la DC: ¿Insistiendo en una Nueva Mayoría que pareciera llegó a su fin o en una nueva plataforma de partidos y cuáles serían estos?
-Primero, requiere de definiciones claras, que ratifiquen la línea decidida. Segundo, planteándose con independencia ante el país. Tercero privilegiando su relación política con personas y sectores de pensamiento socialdemócrata y social-liberal.
La NM termina formalmente el 11 de marzo. Los ciudadanos manifestaron su voluntad en las elecciones. La DC estará en la oposición, a mi juicio, de acuerdo con su pensamiento y características. No se requiere de coalición alguna para ser oposición
-¿La DC es para usted un partido de centroizquierda, centro a secas u adopta otra definición?
-A mí me gusta la definición de Frei Montalva, un partido nacional y popular. Un centro, humanista y reformista, visto desde un punto de vista programático. Un centro excéntrico, es decir, fuera del eje izquierda-derecha y que prefiere la figura de un triángulo, donde su ubicación es la de un vértice superior que supera los extremos.
-La salida de Mariana Aylwin y algunos históricos del partido con ella, ¿es muestra del ocaso de la DC tal como está o, como han planteado algunos, el renacimiento del partido?
-Mariana y los que la acompañaron son DC y para mí seguirán siendo DC y mi relación con ellos será la de camaradas de un mismo ideal. Su decisión es una muestra de nuestra crisis, es más que una alerta roja.
-¿Cumplió para usted sus expectativas el gobierno de Michelle Bachelet y, de no ser así, en qué no quedó satisfecho?
-No cumplió las expectativas y esto se grafica en la derrota electoral. Un Gobierno que le entrega la Presidencia dos veces a la derecha es la respuesta a esta pregunta. Por supuesto hay avances, como el cambio del sistema electoral.
-El exministro Jorge Burgos ha dicho que, de concretarse una eventual coalición en que esté presente el Frente Amplio, consideraría renunciar a la DC. ¿Usted renunciaría?
-No concibo la posibilidad de esa hipótesis. Ni por parte nuestra, ni tampoco por parte de ellos.
-¿En qué condiciones estaría dispuesto a apoyar un eventual ingreso de la DC al gobierno de Piñera, o lo descarta absolutamente, teniendo en cuenta que usted afirmó que no era posible votar por él?
-No corresponde plantearse la posibilidad de entrar a ese Gobierno. Somos distintos.
Debemos ser oposición constructiva, apoyando lo que represente el bien común y rechazando aquello que vaya en contra de ese bien.
-¿Le agrada para la DC el rol del Partido Liberal alemán, una especie de bisagra entre el gobierno y la oposición, alternando?
-No creo en el concepto de bisagra. Lo nuestro es otra cosa y rol.
-¿Qué le parece que debiera hacerse en Chile acerca del affaire del Banco Mundial, en la alteración de los índices de medición conocidos como "Doing Bussiness"? ¿Una Comisión Investigadora, como promueve la bancada de la Cámara de su partido, una investigación al interior del propio organismo, como pide la Presidenta, o también debiera intervenir el CDE en resguardo de los intereses nacionales?
-Por cierto me parece que de ser cierto y demostrada la manipulación es un hecho muy grave y que el país debiera reaccionar.
-¿Qué debiera demandar el Estado de Chile al Banco Mundial, solo la investigación o además la reparación de los eventuales daños, los que pueden ser cuantificables, como aseguró el ministro de Economía?
-Primero la investigación y después de su resultado se podrá determinar los caminos a seguir.
-La universidad que usted dirige acaba de patrocinar –corríjame si me equivoco- un seminario que lleva el nombre del líder opositor cubano Oswaldo Payá, evento que se realiza desde hace algunos años. ¿Es de aquellos que estima un error el que la Presidenta haya viajado a Cuba? ¿Por qué?
-Las relaciones internacionales le pertenecen a la Presidencia como institución. Nuestra objeción es que no se incorpore en su agenda una visita a la disidencia. En Cuba hay presos políticos. Entre ellos el sucesor de Oswaldo Payá, condenado a prisión por ser líder del Movimiento Cristiano Liberación. En una dictadura, es muy importante que todo demócrata que visite la isla dialogue con gobierno y oposición. Eso pedíamos nosotros cuando alguno venía a Chile en tiempos de Pinochet. En esto hay que tener una sola posición.
-Gutenberg, ¿cree que este es el momento para la DC de asumir, a cualquier costo, el camino propio?
-En Chile no es viable el camino propio de ningún partido, lo cual no implica proyectar su identidad, hacer su proselitismo, elaborar su aporte y propuesta bajo su inspiración. Las alternativas para la DC no son ni camino propio ni vagón de cola de cierta izquierda.
-¿Le interesaría enviar un mensaje en especial o tocar un tema en particular?
-Valorar la visita del Papa Francisco. Hay que leerlo y escucharlo. Los cristianos en política, no deben olvidar los principios de su inspiración e identidad.