Juan Carlos “Palta” Meléndez, humorista y comediante de reconocida trayectoria en nuestro país ha protagonizado exitosos programas de humor con rutinas largamente aplaudidas por el público. Como su representación del Presidente Salvador Allende, el Papa Frqncisco y también de Pinochet. También ha incursionado en la política y en 2017 fue candidato a diputado, pero no logró un escaño en la Cámara de Diputados en representación del Partido Radical en el cual milita.
El humorista conversó con Cambio21 de cómo fue el año que recién terminó, el que partió con algunas dificultades, sin embargo el 2018 comienza bien aspectado y espera seguir contando con abundante trabajo. Es muy posible que este año se concrete su entrada a una radio para hacer un programa humorístico.
¿Cómo estuvo el año 2018?
Fue un año más tenso que el partido de Boca-River. Hablando en serio, fue un año duro. Los primeros meses del año pasado me costó mucho retomar mi carrera artística porque después de la derrota de mi candidatura. Me costó mucho que me contrataran al principio del año y a mediados de junio me empezó a ir bien, gracias a Dios, y de ahí he terminado el año muy bien, con harto trabajo, hartas presentaciones, la gente se rió bastante porque monté un buen espectáculo. Terminó muy bien el año después de eso.
¿Su espectáculo tiene un nombre específico?
Sanguchito de palta, anduvo muy bien esa rutina.
¿Y cómo está aspectado este año 2019?
Por lo menos estoy contratado para varios festivales, tengo hartas propuestas de trabajo. Estoy con planes, en marzo estreno nueva rutina para el año, a pesar de que la rutina que tengo está bastante ágil porque yo conozco la contingencia por lo tanto, me estoy renovando en forma constante. Pero voy a enfrentar un nuevo show con nueva temática para este año.
Voy a hacer una rutina que se llama Palta verde y sustentable. Voy a hacer humor con todo el tema del cambio climático, me voy a centrar ahí. Tengo proyectos, hay dos radios en las que tengo posibilidad de trabajar en un programa de humor. Se va a concretar una de las dos propuestas lo que me tiene muy contento.
¿Ha incursionado antes en radio?
No. Sería algo fantástico porque tengo muchas ganas. La radio es un medio potente y entretenido que le permite a uno estar absolutamente vigente.
Entonces, usted está bien encaminado en lo laboral y ¿cómo ve la situación laboral del resto de la gente sobre todo cuando el desempleo ha subido mucho?
No la situación está preocupante hay que ver que quebraron 1.800 pymes en el año. Yo tengo hartos amigos con pymes y tuvieron que cerrar su pequeña empresa que con harto esfuerzo habían armado y la tuvieron que desarmar no más. Y la gente que sigue con sus pymes están muy preocupados y la única razón para seguir es la ley que exige que se les pague a 30 días, se le abrieron la esperanzas a varios cuando estaban a punto de desaparecer. No la situación está delicada, a mí me está yendo bien pero igual depende de cómo funcione la economía porque al final lo primero que se suprime son los eventos.
¿Y los pagos cómo andan en su rubro, se retrasan?
Claro y eso es lo que nos afecta a nosotros los independientes en torno a los pagos. Yo tengo pagos pendientes de pegas que hice en noviembre y todavía no me pagan. Está bien complicado el tema.
¿Cómo relaciona su realidad con lo que está pasando en el país por las expectativas que había con el gobierno de Piñera?
Bueno, estábamos todos esperando los tiempos mejores y no pasó nada. Estamos todos yendo al oftalmólogo para ver los tiempos mejores de alguna otra forma. Con gotitas para los ojos, lentes. El ambiente a mi alrededor en lo artístico, en el gremio la verdad es bastante pesimista. A mí me va bien porque me muevo, soy inquieto, pero la situación no está fácil para nadie sobre todo para la gente independiente y de pequeñas empres, si aquí los que ganan son los grandes no más, el resto del país somos el 72% de los chilenos endeudados.
Yo lo digo en mi rutina: yo soy transgénero, es que soy una persona con alma de millonario, pero mi cuerpo está poseído por un huevón de clase media y como todo hombre de clase media vivo con la angustia porque estoy endeudado con los bancos , cualquier emprendimiento que uno haga está endeudado. La deuda, al final, es la esclavitud del siglo XXI porque al final quien gobierna hoy día realmente es el invisiblemente financiero. Y todos los habitantes del sistema nos debemos a ellos. Entonces, al final aquí la clase política administra no más, pero aquí se gobierna desde la bolsa, de la especulación. Bajan las acciones, el cobre y a todos nos afecta.
Lo otro es que me llama mucho la atención, no como en otros países como Alemania se incentiva que la población ahorre y acá en Chile se incentiva el consumo. Nadie promueve la cultura del ahorro en Chile, que nos permitiría vivir con cierta tranquilidad cuando nos pille la vejez.
Pero, ¿usted cree que los sueldos que se pagan en Chile alcanzan para ahorrar?
Al final los sueldos son miserables, no se condicen con la realidad, la cultura del abuso está tan bien instalada y también es gran culpa de nosotros los chilenos que permitimos que el sistema abuse de nosotros. Si al final nosotros no somos antisistema, el sistema es anti nosotros y lo permitimos. Nos hemos transformado en aguantar todo.
Lo último que se hicieron fueron la marchas No + AFP y ¿?qué se sacó al final?. El mismo siste3ma se encargó de anular el movimiento social. Hay tanta queja, pero al final nadie hace nada. Todo el mundo reclama por Wat’sup, pero quién sale a la calle a reclamar, nada. Los chilenos somos culpables que nos metan el pico en el ojo.
¿Tal vez la gente tiene miedo de salir a las calles a protestar porque carabineros actúa con mucha fuerza?
Ahí hay un grave problema porque las marchas, yo marché con las AFP, fueron marchas memorables. Las primeras fueron fantásticas porque era un ambiente familiar, entonces lo complicado de las marchas son los encapuchados que al final son grupos minoritarios que d4estruye todo orden de participación y al final queda un grupo de 50 encapuchados que son los anarquistas que no entienden con nada, que igual marchando se puede hacer presión al gobierno. Yo propuse tener un comando anti encapuchados, que la misma gente que participaba en la marcha nos encargáramos de acorralar a los encapuchados y entregárselos a los carabineros de una vez por todas. Y después los medios de comunicación se enfocan en la destrucción y se pierde el fondo de la marcha.
¿Y este año hay mucho por qué protestar porque se vienen la reforma tributaria, la de las isapres, pensiones y laboral?
El chileno tiene que salir a pelear por sus derechos porque o si no, como digo, nosotros no somos antisistema el sistema es anti nosotros. La gente está acostumbrada porque esta cultura del abuso se instaló durante la dictadura. Nos acostumbramos a obedecer y a aceptar todo. Al final, nos acomodamos en el consumo porque el bienestar es comprar la última tecnología, endeudarse con los viajes.
Yo le propongo al gobierno que incentive el ahorro que haga una campaña nacional agresiva para que todos los chilenos ahorren, eso sería fantástico. No incentivar el gasto.
En otro plano, ¿qué le ha parecido todo lo que ha quedado al descubierto de las instituciones como carabineros, ejército?
El tema de la crisis de confianza es producto de nuestra forma der ser como chilenos en realidad. Qué pasa con la persona que dice que los políticos son corruptos y está colgado del cable, qué pasa con el taxista que reclama contra Uber y tiene adulterado el taxímetro, qué pasa con la persona que dice que todos están arreglados y tiene arreglado el medidor de la luz o del agua para poder regar gratis. Hay una conducta nacional hacia el engaño como picardía. Esto de engañar al sistema viene de los viejos tiempos.
Esa misma práctica llegó a las instituciones, al ejército, carabineros, a la iglesia porque la crisis de confianza en la iglesia parte con el cura Tato. Entonces, a carabineros llegó un grupo de gente que se quedó con esa práctica con el “total nadie se va a dar cuenta”. Entonces, ahí llega a carabineros un grupo de traidores al país que abusaron de él en el ejército también se aprovecharon de las circunstancias. Dónde está la ética moral de los chilenos. La crisis de las instituciones demuestra cómo somos los chilenos. Los que sufrimos somos los honestos porque nos preocupamos por todo.
Hay temas en nuestro país que nos e resuelven entre ellos lo que pasa con el pueblo mapuche. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Es un tema muy complicado. El caso Catrillanca tiene más versiones que Despacito. Esta es una deuda que tiene el Estado de Chile con el pueblo mapuche, que ha ido pateando durante años el problema. Aquí hay una deuda permanente del Estado de Chile, que solo entrega soluciones de parcha. Creo que hay que intervenir y darle solución, aunque el tema es muy complejo. Yo actué en un par de comunidades que4 están muy bien organizadas, que el Estado le dio las tierras y se organizaron e cooperativas, pero vino otro grupo de mapuche y le quemaron lo que habían logrado. Entonces, hay muchas cosas que4 suceden en La Araucanía, en Ercilla y nosotros ni nos enteramos y que la prensa tampoco cubre, pero hay sectores que se pelean entre ellos y llega carabineros y atenta contra los mapuche. Ellos tienen sus propios problemas.
Hay mucha gente que dice que los militares debieran entrar a La Araucanía y ese es un tema bastante complica do y delicado, por algo el Estado no ha mandado militares.
¿Cómo ve usted este año para el gobierno de Piñera?
Estamos todos los chilenos esperando los tiempos mejores. Las expectativas que generó Piñera fueron tan grandes que gente de izquierda votó por él pensando que iba a tener trabajo y ahora siguen cesantes. Los de menos recursos reciben ayuda, pero la clase media es la que está desilusionada del mundo político en general porque seguimos arriba de la máquina y cada vez nos endeudamos más y Piñera le hizo promesas a la clase media y lo sigue haciendo, pero no cumple.