Se llamaba Ashli Babbitt y el mundo entero la vio caer al suelo, tiroteada. La Policía la había abatido durante el asalto al Capitolio de EEUU. Sólo unas horas antes, una emocionada Babbit " tuiteaba con ímpetu antes de irrumpir en el edificio gubernamental: "Nada nos detendrá", "la tormenta ha llegado". En su cuenta de Twitter se presentaba como "excombatiente" y "libertaria". Recientemente había retuiteado numerosos mensajes de personas que, como ella, viajaban a Washington para responder al llamado de Donald Trump.
Su suegra no se lo podía creer: "Estoy devastada", declaraba al New York Post su suegra, Robin Babbitt, "nadie nos notificó su muerte, nos enteramos por televisión".
Babbitt era veterana de la Fuerza Aérea de EEUU, con 14 años de servicio a sus espaldas, en los que realizó cuatro despliegues y tuvo un "alto nivel" de acceso de seguridad. Vivía cerca de San Diego, en California, junto a su marido Aaron. Él mismo ha confirmado a la cadena local de San Diego Kusi News que su mujer era una grandísima seguidora de Donald Trump y una "gran patriota" para todo el que la conocía.
La Policía ha iniciado una investigación para esclarecer las circunstancias de su muerte. Un vídeo difundido en los medios muestra a Babbitt tendida en el suelo y sangrando profusamente por el cuello, donde fue alcanzada por el disparo que le causó la muerte. En las imágenes del asalto se aprecia cómo los miembros de seguridad y policiales del Capitolio desenfundaron y apuntaron sus armas a manifestantes que intentaban acceder a la sala donde se celebraba el pleno. La sesión fue interrumpida y los congresistas, evacuados.
"Nada nos detendrá.... pueden intentarlo, pero la tormenta está aquí y descenderá sobre Washington DC en menos de 24 horas ... de la oscuridad a la luz ", rezaba uno de sus últimos tuits.
Este jueves se han conocido los primeros detalles sobre los otros tres fallecidos. Se trata de Benjamin Phillips, de 50 y de Ri (Pensilvania); Kevin Greeson, de 55 años, de Athens (Alabama); y Rosanne Boyland, de 34 años, de Kennesaw (Georgia). Así lo ha anunciado el jefe del Departamento de Policía Metropolitana de Washington D.C., Robert Contee III, en una conferencia de prensa en la que no ha dado detalles sobre las circunstancias específicas de las muertes.