Dos instituciones relevantes en nuestro país como son las AFP y las Isapres muestran habitualmente un comportamiento reñido con la ética empresarial. El último tiempo ambas han estado en el ojo del huracán producto de diversas acciones que, obviamente las ponen en entredicho con las personas, con quienes son sus afiliados y usuarios. Al parecer estas grandes compañías que operan en nuestro país viven en un mundo paralelo, o sea, no se han dado cuenta que el mundo vive una crisis sanitaria tremenda, en la que muchas personas han perdido la vida y otros han quedado sin sus empleos. Sin contar la debacle económica que se viene.

 

Sucede que en medio de todo esto las  AFP, un fracaso de administración de fondos de pensiones que entrega jubilaciones miserables a los trabajadores, una vez más demuestran que este es un negocio para ellos, en el cual obtienen grandes dividendos y los trabajadores y afiliados sólo pérdidas.

Es así que  a pesar que las pérdidas netas de este año se pronostican en torno a los 10 mil millones de dólares para AFP Habitat y Capital, estas administradoras  así como dieron a conocer sus pérdidas a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), también informaron recientemente a través de hechos esenciales  cómo pretenden realizar la repartición de las utilidades del año 2019. Esto sería sometido a las juntas ordinarias de accionistas que se llevarán a cabo durante abril.

 

La distribución de dividendos se hace cada año, aunque esta vez se enmarca en la pandemia del virus Covid-19, que se extendió a lo largo del mundo y que pronostica la peor crisis económica desde la Gran Depresión de 1929. De esta manera los hechos ya comenzaron a sentirse en las cuentas de los millones de trabajadores que cotizan en el sistema de capitalización individual. Solo en marzo, los fondos de pensiones de los chilenos perdieron cerca de 25 mil millones de dólares.

 

En el marco de este panorama fue, precisamente, que los directorios de AFP Habitat, AFP Capital propusieron el retiro de utilidades del ejercicio comercial de 2019. Entre ambas administradoras, la cifra supera los 46 mil millones de pesos a repartir entre sus accionistas. También Provida anunció reparto de utilidades, un dividendo de $262,5 por acción equivalente a unos US$100 millones.

En tanto, Habitat recibirá US$47,5 millones, monto que corresponde al 30,05% de utilidad que reportó en 2019, mientras Capital comunicó que repartirá US$30,6 millones. En total las tres administradoras repartirán utilidades por un total de US$180 millones.  Esta AFP ya repartió utilidades dos veces durante 2019.

 

La ministra del Trabajo sobre las críticas que han recibido estas AFP por repartir utilidades dijo que son “señales bastante equívocas hoy en día, empezar a repartir dividendos o mantener el tema de las dietas del directorio”. En todo caso, reconoció que el gobierno no puede obligar a estas compañías a no distribuir las ganancias obtenidas.

 

Pero también el gobierno envió al Congreso una reforma previsional en la que no toca a las AFP, a pesar de que los pensionados mayoritariamente han dicho No + AFP en todos los tonos. Y a ojos de todo el mundo las AFP fracasaron y ya es el momento de que el país cuente con un seguro social solidario. Por ahora el proyecto se encuentra detenido en la Comisión de Hacienda del Senado.

El resto de las otras administradoras de fondos no han informado respecto de las utilidades que se aprestan a repartir, sin embargo, sus juntas ordinarias de accionistas ya tienen fechas en abril.

 

 

Las isapres, mostraron su avaricia también en medio de la pandemia al anunciar un alza en los planes de salud de sus usuarios. Informaron un alza promedio de 4,5% desde julio. Colmena, Banmédica y Vida Tres son las que más subirán el precio, pues incrementarán sus planes en 4,9% promedio. Las que menos suben son Cruz Blanca y Consalud con 4,0% promedio. Nueva Masvida se ubica al medio con 4,7%.

Dado el escándalo que ocasionó esta decisión de las Isapres, el gobierno se vio obligado a intervenir, pero lo hizo amigablemente y Piñera de reunió con sus amigos de las Isapres para acordar que se postergará por tres meses el alza, o sea, ninguna solución porque a la larga los usuarios tendrán que pagar el aumento en sus planes, lo que puede ser muy complicado cuando se vive una pandemia que no se tiene idea cuando podrá terminar.

 

Y para ponerle el broche de oro a sus actuaciones, las Isapres, en el peor momento, continuaron con su política de rechazar licencias médicas y en este caso aparte de rechazar , decidieron reducir una de cada tres licencias médicas relacionadas con el coronavirus, obligando a la Superintendencia a intervenir. Y Piñera dijo que todas las licencias médicas se deben pagar.