Sin duda las intervenciones de artistas o rostros conocidos ha influido en las manifestaciones, ya sea apoyando las demandas o desde la vereda del frente defendiendo al gobierno.
¿Cuál es su opinión con respecto al estallido social?
Con respecto a las medidas que ha interpuesto el Gobierno, ¿pareciera que todavía no escucha a la ciudadanía?
El Presidente ya tiene una desaprobación histórica, teniendo sólo el 9,1% de apoyo ¿cómo afecta esto a un gobierno?
Estas encuestas lo que están evaluando ya no es el gobierno, sino que su capacidad de reaccionar frente a la crisis, y el hecho de ir bajando de un 15% a un 13% y ahora ya va en un 9%, la falta de manejo, la incapacidad que ha tenido de reaccionar.
Este es un gobierno que reacciona tarde, un gobierno que está incómodo con las demandas, si tú te fijas la frases más recurrentes es que el gobierno se “abre” a pensar, el gobierno está “dispuesto” a conversar, o sea nunca está por delante, no ha sido capaz de conversar los problemas que se están suscitando, se demora 20 días en ir recién a visitar un civil herido, y solo por la presión social y bajo circunstancias tremendamente especiales.
En las crisis lo más importante es el time line cuando tú haces las cosas, si tú te pasas del cuándo, perdiste. Él cuándo resuelve retroceder en los 30 pesos ya a nadie le importaba. Cuando él da vuelta algunos derechos, eso ya no importaba, cuando el da las medias del paquete social eran insuficientes, es un gobierno que no da el ancho. Y ahora por primera vez da una medida que va en sentido opuesto, o sea que ya llegaron al tope de lo que estaban dispuestos a dar, y ahora vienen las medidas de fuerzas, ya se acabó la humildad y las ganas de colaborar. Ahora viene la represión
Y en cuanto a la tardía reacción que ha tenido el gobierno ¿Cuál podría ser la medida que calme un poco los ánimos?
Hoy en día la crisis pasa por tres fases, la primera es que estamos de acuerdo que se necesitan medidas económicas urgentes, como también a largo plazo. Y estamos de acuerdo que las medidas urgentes tienen que ver con los sueldos y con la atención de salud minina.
Pero hay una exigencia que ha ido tomando fuerza, no se puede avanzar, tengo la impresión que hoy Piñera ha terminado de convertir este conflicto que era una revolución contra el modelo, a una revuelta contra el. Y en eso hay tres etapas, primero la dimisión de Piñera, luego las medidas urgentes, y por ultimo un cambio a la constitución.
Piñera no tiene la altura moral para enfrentar un problema que viene del sector que él representa, es una persona que está involucrada en los saqueos y evasiones que todo el mundo reprocha. Está involucrado en situaciones que mueven la desconfianza, no tiene los recursos para dirigir los cambios históricos, tampoco tiene la voluntad política para que decir que él está abierto a la posibilidad a las reformas de la constitución.
Ahora está demostrando que ni siquiera tiene la disposición de abrirle espacios a la gente, esto es lo más cercano a la represión en dictadura, tenemos una fuerza policial que está disparándole a las personas, causándole mutilaciones, esta secuestrando a las personas, policías de civil que están haciendo seguimiento con criterio políticos. Hoy la primera gran medida no es aumentar el sueldo minino, hoy la primera gran medida es la dimisión de Sebastián Piñera.
Y con respecto a las violaciones a los derechos humanos ¿cuál es su opinión?
Lo primero que hay que decir sobre las redes sociales, es la capacidad que ha tenido la gente de reaccionar, y desde dos aspectos, primero la memoria del pueblo chileno que le permitió reaccionar frente a un gobierno déspota, tenemos en nuestra memoria los mecanismos, los organismos, las formas de protestas, las consignas, incluso las canciones. La dictadura nos dejó una herencia de formas de organizarnos y de ahí actuamos de luchar de inmediato.
Lo segundo es la capacidad de las redes sociales, cada persona tiene una cámara, o sea la capacidad de denunciar es genial, porque las violaciones a los derechos humanos es titánica, o sea nunca antes vista en democracia, de manera que la policía y el gobierno está actuando como si fueran los 80, pero la gente tiene tecnología del siglo XXI. No va a hacer lo mismo.
Un profesor está preso por agarrar a patadas un torniquete mientras que un uniformado que ha disparado a un ciudadano dejándolo sin un ojo está con firma mensual, entonces tengo la impresión que este gobierno está peligrosamente cruzando la línea de las violaciones a los derechos humanos.
Y cómo ve la televisión en cómo ha tomado estas manifestaciones, en que ahora está congelando a varios de sus rostros
La televisión históricamente en Chile ha sido bien mojigata, se le recomienda no tener partido, está en la doctrina Kreutzberger o sea no meterse en política, no opinar, pero cuando sucede una situación como las de ahora requiere posicionare, requiere tener un punto de vista, y en ese sentido hay algunos que reaccionaran más rápido que otros. Hay que reconocer que todos los canales, CHV es uno de los que más se acerca a ese punto.
En cuanto al congelamiento de algunas figuras no pasa por un tema de orden político, sino que pasa más por apreciaciones de canales de televisión que están convertidos en empresas.
¿Cómo podríamos visualizar el panorama de elecciones para el próximo año?
La proliferación de cabildos quiere decir que la gente quiere generar sus propias demandas, comunicárselas a los políticos y que ellos se las lleven a las autoridades. Si los políticos son capaces de llevarlas humildemente la gente va a sentir que nuevamente los están escuchando, si se convierten en vocero hay una esperanza para que se ganen nuevamente el respeto.
Durante estas manifestaciones se ha escuchado mucho que con protestas pacíficas no se consigue nada, ¿cómo evalúa esta situación?
Son combinadas, es cierto que esto no es una revolución porque son con armas, pero esta es una apelación a cambios sociales, una revuelta social que exige cambios a la política por una vía política, basada en asamblea constituyente.
Entonces la violencia no tiene lugar, la violencia civil y policial. Acá lo que hay es manifestación pacífica, la postulación de mandatos o exigencias, esta no es una revolución, es un estadillo social, que busca una vía institucional