El próximo jueves 14 se podría elegir al nuevo administrador del Canal del Fútbol y cómo se repartirán el botín los clubes. Pero, ojo, los jugadores también quieren una tajada de la enorme torta. Por Francisco Castillo
La elección que le quita el sueño a la ANFP: quién se queda con el CDF
Cerca del doble de lo que estimaban los clubes fue la mejor oferta por los 15 años de derechos de transmisión del CDF. La formalizó la cadena internacional Fox Sport: 2.050 millones de dólares.
Una cifra inimaginable hace 40 años, cuando se discutía por la transmisión gratuita de los goles en los noticiarios.
La historia de la TV chilena ha ido de la mano con el fútbol, desde que la “caja idiota” –como peyorativamente se le denominó en los años 60- encendió su pantalla por estos lares. Fue durante el gobierno del ingeniero derechista Jorge Alessandri (1958-1964).
Antigua relación
La tele había partido en los años 50 como un experimento en los laboratorios de las escuelas de Ingeniería de las universidades de Chile, Católica y Católica de Valparaíso. Fue el sábado 5 de octubre de 1957 cuando en el puerto se emite la primera transmisión inalámbrica. Su alcance fue mínimo: desde la sede de la PUCV hasta la Plaza Victoria. Literalmente, “desde la esquina y para toda la cuadra”.
Prácticamente no hubo televisores en los hogares hasta 1962, el año del Mundial chileno, cuando en Santiago se vieron todos los partidos que se jugaron en el Estadio Nacional. Del resto, solo los goles filmados con rudimentarias cámaras de cine de 16mm. Por cierto, en blanco y negro.
Esta relación TV-fútbol tuvo otro hito en 1978, al introducirse la tele a color debido al impulso del Mundial de Argentina de ese año. En la TV abierta ya se transmitían partidos de la selección, los mundiales, las copas América, ocasionalmente partidos de la competencia local, la Libertadores. Casi nada de las ligas europeas, mexicana o sudamericana. Canal 11 emitía el torneo alemán, diferido en una semana.
La rosca por los goles
Eso sí, los goles de la competencia local se exhibían en los noticiarios de fin de semana, sin costo para los canales. Se estimaba que la TV le hacía un favor al fútbol al hacerlo, porque difundía sin costo para los clubes las noticias de la competencia. Como en el barrio, el asunto era “pasando y pasando”.
Hasta que a la directiva de Abel Alonso se le ocurrió cobrar por los derechos de transmisión, y mandó a fines de 1979 una carta a los canales advirtiéndoles que, si no pagaban por los goles, los guardias iban a cerrar las puertas a las cámaras.
¡Censura! ¡Un atropello a la libertad de información! Los periodistas deportivos de la tele gritaron su protesta a los cuatro vientos, para envidia de los de crónica, que amordazados por la dictadura no podían hacer lo mismo respecto de sus noticias sobre violaciones a los derechos humanos.
En el por esos años desinhibido Teleonce (hoy Chilevisión), su comentarista y relator estrella Milton Millas, en pleno noticiario, leyó la carta de Abel Alonso, “¡esto es un atropello!”, exclamó, la rompió en varios pedazos, se levantó de su silla y abandonó el set.
Por supuesto, hubo un escándalo. Pero la tele terminó pagando, porque los goles tenían “dueño”: los clubes. Y eso, hasta el día de hoy, cuando dos cadenas extranjeras gigantes pugnan por obtener la concesión por 15 años para transmitir el campeonato local. ¡Qué manera de cambiar los tiempos!
Demandas del Sifup
Las últimas cifras son la envidia no sólo de la TV abierta, también de cualquier emprendedor que busque financiar sus proyectos. Fox estaría tirando 2.050 millones de dólares arriba de la mesa; Turner, 1.743 millones. ¿Por qué tanto? Porque el Canal del Fútbol (CDF) tiene casi un millón de suscriptores que abonan entre 7 y 10 mil pesos mensuales Saque la cuenta si puede: no le alcanzará la pantalla de su calculadora.
Quien hizo el ejercicio fue el presidente del Sindicato de Futbolistas Profesionales (Sifup), Gamadiel García, y pidió, como lo adelantó Cambio21, que el organismo sea parte de las ganancias de la venta del CDF.
Gamadiel subrayó que "hemos dado por años batallas laborales buscando mejores condiciones y contratos acorde a la profesionalización de nuestra actividad. Llegó la hora de aterrizar y buscar un beneficio tangible de nuestros asociados con el Canal del Fútbol. Los futbolistas somos los actores principales, por ello no se nos puede excluir”.
Entre otros puntos, los jugadores piden tener un seguro de salud complementario, y por supuesto, regular el tema de los finiquitos, que suelen ser del tipo “patrón de fundo versus inquilino".
Este partido que se viene, será de miedo.