Oh I'm just counting

La “estrechez de corazón” del Frente Amplio

Por Mario López M. Egos, maquinaciones, acusaciones cruzadas, trascendidos, grabaciones, misoginia, inmadurez, ingobernabilidad, quiebre, renuncias y otros términos, marcaron la peor -hasta ahora-, semana del Frente Amplio.

Quienes alimentan la esperanza de un cambio de paradigma, de recuperar la Política, con mayúscula, cayeron en los mismos vicios, propios de la otra, la política con minúsculas. Queda estrecho margen para volver al redil.


Suena en la radio una clásica de los Prisioneros: “No te pares frente a mí con esa mirada tan hiriente, puedo entender estrechez de mente, soportar la falta de experiencia, pero no voy aguantar ¡Estrechez de corazón! No vuelvas hablar así, no rebajes estas relaciones, si vivimos de cariño y besos no me digas de odios y traiciones. ¿Cuántas cosas se dirán? En la guerra del amor las palabras son cuchillas, cuando las manejan orgullos y pasiones. Estas llorando y no haces nada por comprender a nadie excepto a ti, oye, no voy a aguantar, tú no puedes demostrar, oye, no voy a aguantar ¡Estrechez de corazón!”


Su letra, en lo que corresponda, da el marco a la primera prueba de fuego que sufre el Frente Amplio. Y no sale nada de bien parado.


Política, con minúsculas


Nadie puede dudar que en Chile la política se encuentre en una abierta crisis. Que en ese contexto, la apuesta de un grupo de caras nuevas, nacida en la legítima y ardua batalla de la calle y de la mano de una de las pocas fuerzas sociales con capacidad de movilización -los estudiantes-, con un discurso de “hacer Política” con mayúsculas, resultaba cautivante, sobre todo para una izquierda que se sentía defraudada de una dirigencia que, olvidando la épica de la lucha en contra de la dictadura, se había anquilosado y pasado a formar “parte del modelo”.


Sin embargo los últimos hechos muestran que egos, disputas de cargos y candidaturas, vetos, purgas, máquinas de poder y cocinas que caracterizaban a la “vieja política”, son también parte integrante de aquellos que renegaban de esas mismas malas prácticas.


Lo sucedido con el caso Jackson/Mayol y el Distrito 10 no es un hecho aislado. Quizás es el más publicitado, pero es una más de las purgas vividas al interior de este conglomerado de movimientos y partidos “pyme”, que lejos de centrar sus disputas en qué se ofrece al país, se han centrado en luchas intestinas por el poder.
“De thriller”


Acusaciones de misoginia, desmentidos, trascendidos de quiebres y mensajes, amenazas de guerras y vetos, imputaciones falsas y nuevos desmentidos cautivaron a la opinión pública, al mejor estilo de “Walking Dead”. Claro que terminaron -¿terminaron?- con un final de teleserie clásico: besos y abrazos tras la batalla.

 

Senador Alejandro Navarro, Alberto Mayol y Luis Mariano Rendón


Mayol quedó de candidato, Jackson y Castillo se quedaron con las excusas del sociólogo, Beatriz Sánchez… quedó con la sensación de haber dado un salto al vacío producto de la mala asesoría al momento de condenar de manera categórica a su ex contendor en las primarias y el Frente Amplio terminó lamiendo sus heridas y tragándose ese discurso de ser los únicos que salvarán a Chile.


En el campo de la batalla quedaron desperdigados varios heridos y caídos, los sueños, la confianza y la credibilidad. También nombres, como los de Giorgio Jackson, Alberto Mayol, Natalia Castillo y la misma Beatriz Sánchez, entre otros. Nadie ganó. El país y la política perdieron. Las palabras de Víctor Novoa, ex candidato a diputado por Maipú, grafica el escenario: “No me voy a prestar para el juego de dos cuiquitos que dicen ser pueblo”.


¿“Cuiquitos iluminados”?


Novoa, hoy ex militante del Partido Igualdad y quien además renunciara tanto al Frente Amplio como a su candidatura a diputado por el Distrito 8, no se guardó artillería al momento de disparar su molestia por la disputa Jackson/Mayol: “Aquí no se respetan las bases, nadie estuvo de acuerdo con el veto y nadie estuvo de acuerdo con lo que hizo Mayol. No es que las bases estén con uno o con otro, no están con ninguno de los dos”, dijo.


Y no se quedó ahí, pues agregó que “esta es una pelea de egos de un par de oligarcas que han usado al pueblo, una vez más, para sus intereses personales. Lo único que busca Mayol es llegar al parlamento por su ego personal, lo único que quiere Jackson es mantener su pequeña cuota de poder para seguir engordando en el parlamento”, espetó, para terminar sentenciando que la lucha “se debe a la vergonzosa actuación de la mesa política del FA, a la indigna pugna política entre dos ‘niños ricos’ que juegan a ser pobladores, trabajadores y que llenan sus discursos con realidades que jamás vivirán en carne propia”.


Para el ahora excandidato, “la gente está aburrida de esto, no quiere ver a los partidos políticos peleando, la gente quiere ver a los políticos trabajando y solucionando los problemas”. Advirtió de paso que el cupo que dejaba en el Distrito 8 “se lo van a pelear como carroñeros las orgánicas que componen el Frente Amplio (…) ahí va a quedar demostrado –por eso lo estoy liberando– que esto es simplemente una cúpula política de gente que se cree iluminada”.


Las otras purgas del FA


La dura batalla Jackson/Mayol no es la primera lucha intestina al interior del conglomerado liderado por Jackson y Boric y que lleva por candidata a La Moneda a la periodista Beatriz Sánchez. Tampoco será la última, pues ya se encuentran en carpeta otros conflictos, como el de Pamela Jiles, resistida por varios de los movimientos, partidos y siglas que componen el FA y apoyada a ultranza por el Partido Humanista.


El senador Alejandro Navarro, el exsindicalista Cristián Cuevas, el abogado y dirigente social Luis Mariano Rendón, la actriz y ex agregada cultural en USA Javiera Parada, el abogado y exdirigente estudiantil Yerko Ljubetic, el ex seremi regional de Cultura durante el gobierno de Piñera Alejandro Bernales, el propio ME-O en su oportunidad y otros, también han sido víctimas de cuestionamientos y purgas en el proceso de constitución o eleccionario al interior del FA.


De hecho Rendón reconoce que “al parecer para ellos (FA) si uno critica a un régimen izquierdista tiene que ser excomulgado. Es efectivo que apoyé al exilio cubano. Yo peleé con la dictadura de Pinochet aquí y no para cambiarla por una de otro color. Yo no me adscribo a categorías de izquierda o de derecha, porque soy militante de los Derechos Humanos”.


El “Frente Estrecho”


El senador Navarro también acusa haber sido objeto de veto en su intento de participar en la primaria presidencial en el FA, según dijo a Cambio21: “Boric y Jackson representan aire fresco para la política y a mí me gusta la franqueza de Gabriel Boric, pero con esa misma franqueza debo señalar que el Frente Amplio no es una idea de la cual alguien pudiera apropiarse. Un sector de la izquierda tomó la decisión de convertirse en un ‘frente amplio’, pero que ha terminado siendo un ‘frente estrecho’, porque ha excluido a grupos, a partidos a personas que por cierto debieran ser parte de este Frente Amplio. No es posible construir los cambios revolucionarios que Chile requiere en un ‘frente estrecho’”.

El senador recuerda que “Jonathan Díaz, secretario general de PAÍS, me relató que el requisito para que el partido pudiera estar en el Frente Amplio era que la candidatura presidencial de Alejandro Navarro fuera desechada. Frente a la pregunta de por qué, si había algo que impidiera esta candidatura, la respuesta de Boric fue: ‘No’. Era un veto, un ultimátum, la razón era ‘si Navarro va a la primaria va a ganar la primaria y nosotros no queremos que él pueda conducir este proceso’, lo que considero legítimo pero no comparto, porque los procesos se conducen con las mayorías, ningún proceso tendrá capacidad de éxito y de unir a la izquierda chilena sin un procedimiento democrático”, reclamó.


“Recibí el anuncio del dúo Boric-Jackson sobre su respaldo, de por sí y ante sí, a una candidatura presidencial de Beatriz Sánchez. Se trató de una notificación que no fue discutida colectivamente al interior de sus organizaciones –como estos líderes suelen justificar sus decisiones– y, luego, plebiscitada a la rápida por redes sociales sin opciones, con la idea de ser impuesta al Frente Amplio a partir de reglas basadas en el veto”, recordó.

“Juventud, ¿divino tesoro?”

“A veces la inexperiencia y juventud nos juega en contra”, reconoce Javiera Parada. “A veces eso (la juventud) es una virtud y a veces te hace tropezarte. Yo creo que es un tropiezo y espero que lo superemos rápidamente porque Chile necesita al FA y las propuestas que les vamos a hacer”, dijo respecto de la crisis que sumió al Frente Amplio. “Chile se merece otro tipo de política y yo creo que lo que ha pasado se aleja precisamente de esa idea”, opinó el alcalde frenteamplista Jorge Sharp, al analizar el duro momento por que atraviesa el conglomerado.


“Los liderazgos del Frente Amplio no han estado a la altura de lo que nuestra propia gente nos está pidiendo. Creo que nos falta mucho más debate democrático, más reconocer las diferencias y procesarlas de mucha mejor manera. Tenemos un déficit vinculado a la forma de poder convivir en la diversidad. Aunque muchas veces uno crea que tiene la razón, eso te puede llevar a no reconocer la posición del otro”, reconoce el edil porteño.


A las críticas se suman las del propio diputado Gabriel Boric, uno de los reconocidos líderes del sector. “Ha sido una situación complicada, bien triste (…) Hay gente que puede estar molesta, pero es algo que vamos a revertir con el correr de la campaña”, dijo el congresista, quien bien sabe de estas lides, pues él mismo sufrió una especie de purga en el propio movimiento que lo llevó al parlamento, la Izquierda Autónoma. A mediados de 2016, separó aguas de esa organización. En esa ocasión, el vocero de IA, Andrés Fielbaum, aseguró que el quiebre se debía a que Boric estaba empujando al colectivo hacia el “populismo” y un “caudillismo poco democrático”.

Raya para la suma: hoy falta gobernabilidad

Así como es imposible negar que el aporte de jóvenes –y no tan jóvenes- con un estilo distinto de hacer política le hace bien al país, tampoco se puede desconocer que lo sucedido –y lo que está por venir al interior del FA-, no ha generado ningún beneficio a Chile. Más bien se ha transformado en un lamentable espectáculo que la derecha ha intentado instrumentalizar en su favor.


Cuando en el país el mundo político –porque el otro no está ni ahí- debatía acerca de los graves conflictos de interés del candidato derechista, su inexplicable sobreseimiento sin siquiera haberse agotado la investigación de los casos Exalmar/Dominga, o sobre las destempladas e impropias críticas que lanzara en contra del gobierno y del país en el extranjero, impropios para un exmandatario y varios otros etcéteras, la disputa del FA terminó por “prestarle ropa” y desviar el tema de atención.


Misma “ropa” que los medios de derecha- le han prestado al FA para inflar su candidatura presidencial y así generar problemas a la que ven con más temor, la de Alejandro Guillier e incluso la de Carolina Goic.
A trabajar “calladitos”


Alberto Mayol reconoció a Cambio21: “De lo que más me he preocupado es justamente de darle a nuestro sector gobernabilidad. En su momento se hizo pública la posibilidad –y lo discutimos- de no llevar candidato presidencial, a pesar de que habíamos algunos que creíamos que este era un año fácil para las fuerzas emergentes, con el líder de las encuestas imputado y posiblemente formalizado y con una coalición opositora a ese personaje que está desgastada. Entonces la tercera fuerza tenía una posibilidad histórica de marcar una nueva orientación y creí que eso era posible”.


Sin embargo, admitió “construir un proyecto político es muy difícil y hoy nos estamos topando con una serie de problemas que tienen que ver con esa construcción, momentos en que a veces pierdes el control de tu propia creatura… Hoy el FA también representa esos problemas de crecimiento, lo importante es aprender a hacerlo bien, a empezar a fijar criterios más allá de los nombres (…) en eso tenemos que aprender”.