Esta vez la derecha se preparó con anticipación para buscar volver a La Moneda y trabajan en la reelección de Sebastián Piñera desde que él dejó el cargo
La vieja fórmula de la derecha: producir temor y terror
María Cristina Prudant
En las oficinas de Piñera se han dedicado a buscar y crear los slogans para destruir el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet. El más popular, que repiten hasta los más ignorantes, es “el país se cae a pedazos”. Y ahora “si Piñera no es elegido Presidente habrá un colapso bursátil”; “si Piñera no es Presidente los inversionistas no invertirán en Chile” y muchos más.
El propio candidato Sebastián Piñera , ahora en período de campaña legal, ha dicho desde su cuenta de Twitter, que al igual que en 2009, desde el bloque oficialista están tratando de engañar a “los chilenos con mentiras de cortes de programas sociales”.
De paso, también se instruye a los parlamentarios de Chile Vamos para que boicoteen las reformas. Como no pudieron impedirlo se han dedicado a desprestigiarlas y a recurrir al Consejo de Defensa del Estado (CDE) para que las declare inconstitucionales y en algunos casos han logrado cambiar proyectos como el de la gratuidad en educación superior. Eso mientras tanto, porque luego si llegan al gobierno nuevamente ya lo anunció Piñera, cambiará todas las reformas de Bachelet.
Obviamente, la derecha ha contado con grandes aliados como son los medios de comunicación que están en manos de la derecha económica.
Pero la actitud de la derecha no es novedad en nuestro país. Es cosa de mirar al pasado y darse cuenta de que siempre han hecho campaña del terror.
Durante la campaña presidencial de 1964 tenían pánico que Allende fuera elegido y apoyaron a Eduardo Frei Montalva. En 1970 también se instaló la campaña del terror, fundamentalmente con el apoyo de la Casa Blanca – aún se mantiene en el recuerdo los carteles con los tanques rusos frente al Palacio de La Moneda – y llegó a su clímax en el período de septiembre, (triunfo de Salvador Allende), al 4 de noviembre, fecha de la asunción al mando.
En su miedo al comunismo y, por extensión, a toda idea de progreso, la derecha no es capaz de comprender las coyunturas históricas. No captan que los partidos comunistas más grandes de Europa y de América Latina han modificado sus concepciones políticas y, en su mayoría, tienen una reducida representación electoral y parlamentaria.
Para la elección presidencial de 1989, entre el Sí y el No también se desató una campaña del terror sin precedentes y así ha seguido siendo en todas las últimas elecciones. Siempre descalifican, pero nunca tienen argumentos para defender sus posturas. Como está ocurriendo con la Presidenta Bachelet que ha dicho que durante su gobierno ha tenido más logros que Piñera y desde La Moneda se entregan las cifras concretas, mientras Chile Vamos ataca, pero no entrega fundamentos ni cifras.