Oh I'm just counting

Líder del PPD Heraldo Muñoz a Cambio21: “Sin la unidad de toda la oposición la elección presidencial la vamos a perder"

Por María Cristina Prudant

 El ex canciller y actual precandidato presidencial del PPD, Heraldo Muñoz conversó con Cambio21 de diversos temas como su decisión de postular al sillón presidencial. Sobre el panorama político del país dijo que "vivimos una crisis política y social que se arrastra no sólo del último año, sino que de hace varios años ya. La gente ha perdido la confianza en los partidos políticos, y tenemos el fuerte desafío de demostrar que estamos a la altura de las circunstancias. Chile hoy es mucho más diverso que en el pasado, y prueba de ello es la fuerza de los independientes. Esta crisis no se acaba haciendo desaparecer a los partidos" 

Usted decidió postular a la candidatura presidencial. ¿Cuál es su motivación?

Creo poder encarnar una alternativa de cambios profundos con gobernabilidad. Aspiro a representar al mundo de la izquierda socialdemócrata. No me siento el candidato típico. No he sido concejal, alcalde o parlamentario. Mi carrera política no se parece a la de otros, pues he estado principalmente en el mundo académico y en la diplomacia, ya sea sirviendo a Chile y sus intereses, o en la diplomacia global. Soy hijo del rigor, todo en la vida me ha costado; viví hasta los 31 años en Estación Central, estudié en la educación pública y me forjé gracias al esfuerzo propio. Mi historia, que es la de muchos en Chile, creo puede contribuir a darle una mirada distinta a esta postulación presidencial.

Y a eso agrego nuestras propuestas para avanzar hacia un Estado de Bienestar, sobre la base de un gran Pacto Social que contenga las reformas estructurales indispensables, un acuerdo de justicia tributaria y medidas para recuperar el crecimiento y el empleo.

El PPD tiene otros postulantes también. ¿El candidato de su partido será elegido en primarias o hay otra idea?

He propuesto primarias abiertas y ciudadanas, para que toda aquella persona que se sienta identificado con nuestras ideas pueda participar. Que la militancia no sea una limitante para participar. En definitiva, será nuestro Consejo Nacional el que resuelva el mecanismo para elegir al candidato presidencial del partido.

 ¿Cuál es su análisis del panorama político del país en estos momentos y cómo debe actuar la oposición al respecto?

Vivimos una crisis política y social que se arrastra no sólo del último año, sino que de hace varios años ya. La gente ha perdido la confianza en los partidos políticos, y tenemos el fuerte desafío de demostrar que estamos a la altura de las circunstancias. Chile hoy es mucho más diverso que en el pasado, y prueba de ello es la fuerza de los independientes. Esta crisis no se acaba haciendo desaparecer a los partidos, no hay democracia en el mundo que funcione sin partidos, pero debemos cambiar la mirada, no perder la conexión con la ciudadanía y sus demandas.

Eso permitió hace exactamente un año lograr, la madrugada del 15 de noviembre, el inicio de un proceso constitucional que hoy nos permite pensar en una nueva carta fundamental que sea representativa. A propósito de ese proceso, he dicho también que los partidos no pueden copar la Convención Constitucional. Desde el PPD definimos que el 50% de los nuestros candidatos y candidatas a la Convención deben venir del mundo independiente. Y al frente tenemos un gobierno ineficaz aquejado desde hace rato del síndrome del pato cojo.

¿Cuál es su opinión sobre el exalcalde Rodrigo Delgado recién nombrado ministro del Interior?

No lo conozco mayormente. La única vez que recuerdo haber estado juntos fue para un partido de fútbol para la Teletón hace algunos años. Solo sé que estuvo por el Apruebo y que otros alcaldes, incluidos varios de izquierda, tienen buena opinión de él, por su perfil ciudadano y dialogante. Tiene un reto importante pues él no es del círculo de confianza del Presidente de la República, y sabemos que éste siempre quiere, además de ser presidente, ser ministro en todas las carteras. Le deseo lo mejor al ministro Delgado, y que, si él necesita conversar conmigo, estamos dispuestos a dialogar con él.


¿Usted está de acuerdo en que se rechazara la reducción del número de parlamentarios. Acepta las acusaciones del ministro Monckeberg respecto a que la oposición no respeta los acuerdos?

Pienso que este tipo de debates, si son más o menos parlamentarios, no tiene ningún interés para la ciudadanía. La prioridad es darle un alivio a la profunda angustia de miles de familias que han sufrido los embates económicos de la crisis, y eso no se soluciona disminuyendo en número de parlamentarios, menos todavía cuando el tema se puede abordar en el proceso constituyente.

¿Usted diría que la aprobación del retiro del 10%, en dos ocasiones, le favorece al gobierno, por eso en ningún momento presentaron otra propuesta de solución a los problemas de la gente?

No veo en qué le puede favorecer que el retiro haya sido aprobado por segunda vez, al menos en la Cámara, y con votos de Chile Vamos, de hecho, creándole problemas al gobierno. El segundo retiro en la Cámara fue aprobado por 130 diputados, y gran parte de ellos de la derecha; así que veo un gobierno sin capacidad de conducir, ni siquiera a sus propios parlamentarios.

¿Qué pasará en adelante si a la gente ya no le quedará recursos para sacar y se acaban también los recursos del seguro de cesantía?

Espero que el gobierno reaccione y ofrezca alternativas. Hemos tenido algunos signos tenues de reactivación económica, pero debemos prepararnos ante un escenario de posibles rebrotes del virus. No vemos un plan B, ni nuevas medidas económicas que signifiquen transferencias directas a las familias. Hasta ahora, el mayor alivio de las familias chilenas ha sido a costa de sus propios ahorros.

¿Cómo analizaría usted la actuación del ministro de Hacienda, Ignacio Briones el último año?

Estoy decepcionado. Sus primeras intervenciones, su disposición a dialogar eran opuestas a las actitudes de su antecesor, e incluso alcanzamos a concordar un debate sobre el modelo económico de Nueva Zelanda, logrando que viniera a Chile la ex primera ministra Helen Clark, evento que no se pudo realizar como pretendíamos debido al estallido de los contagios en marzo.

Sin duda nadie estaba preparado para esta crisis de salud mundial, y por eso le hicimos varias propuestas al Gobierno y pusimos varios escenarios posibles que se venían, y no fuimos suficientemente escuchados. Recuerde que se propuso un IFE inicial de 60 mil pesos y logramos subirlo a 100 mil por persona hasta 400 mil por familia de 4 personas, pero eso costó muchísimo.

¿Y que terminó ocurriendo? Que el gobierno llegó tan tarde, con montos insuficientes y con tanta letra chica que la gente optó por presionar por sacar sus 10% de las AFP.

A todo lo anterior, la petición del ministro de los datos personales de quienes retiraron el primer 10%, para justificar su crítica al segundo retiro del 10%, ha sido un tremendo error.

¿Usted tiene evidencias de que el gobierno está haciendo cosas concretas para reactivar la economía y producir empleos?

Es evidente que aquí está el acento del gobierno. Y comparto que es fundamental recuperar el empleo y estimular la inversión, pero no se puede descuidar el drama de las personas de clase media y sectores vulnerables que no tienen cómo llegar a fin de mes en medio de una pandemia que se extiende.

Nuevamente nos enteramos de que habría un montaje en uno de los casos del estallido social por la quema de la estación del Metro Pedreros ya que el Tribunal absolvió a los inculpados. El gobierno cuestiona la decisión judicial.

¿Qué le parece las presiones que ejerce el Ejecutivo cuando no le parecen los fallos judiciales?

No creo que haya habido un montaje. Eso sería grave. Más bien ha existido incompetencia para presentar las pruebas suficientes para acusar a los supuestos responsables, que es algo distinto. Y rechazo cualquier presión sobre los tribunales respecto a sus fallos.

En esta misma línea ocurrió el caso de los jóvenes detenidos durante el estallido y que ya llevan unos años presos por desórdenes públicos. En principio quedaron liberados, pero el gobierno apeló hasta que consiguió la prisión preventiva.

¿Es posible que la justicia y el Ministerio Público actué de esta forma?

Es inaceptable que estos jóvenes y otras personas estén en prisión preventiva durante tan largo tiempo. En un Estado de Derecho se deben respetar las decisiones de los organismos de los distintos poderes del Estado, pero la prisión preventiva tan extensa significa un castigo injustificado para quienes resulten ser inocentes.

¿El PPD apoyará a quienes están pidiendo que estos jóvenes sean juzgados como corresponde y se defina su situación penal?

En lo personal, estoy de acuerdo en que se revise caso a caso, lo antes posible, la situación de quienes no tengan antecedentes penales y no estén acusados de delitos graves.

¿Qué le parece lo que está pasando en Estados Unidos con las elecciones y Trump?

EE. UU. es una sociedad polarizada. Es inédito que Trump aún no acepte su derrota cuando los gobiernos más variados del mundo, incluyendo a China, ya han reconocido a Joe Biden como presidente electo. La elección de Biden fue una suerte de referendo sobre Trump, pero a los republicamos les fue mejor que al ocupante de la Casa Blanca. Eso significa que se evitó un quiebre autoritario con la continuación de Trump, pero EE. UU. sigue siendo una democracia dañada que necesitará renovar sus instituciones. Al menos pienso que Biden impulsará un reinicio de EE. UU. en la cooperación y en la recuperación del multilateralismo. Eso ya sería un avance.

Una sola opción: La unidad

¿Usted es de la idea que la oposición lleve un solo candidato presidencial para tener una opción real de ganar la próxima elección?

Me temo que, sin la unidad de toda la oposición, la próxima elección presidencial la vamos a perder frente la derecha. La derecha hoy está dividida, con partidos como Evópoli o la UDI que congelan o amenazan con cambiar sus relaciones con el gobierno; pero si algo tiene el oficialismo, es que es capaz de llegar a acuerdos de unidad en los escenarios electorales, a diferencia de lo que sucede en la oposición. Pero la unidad presidencial vacía es un espejismo. Por eso, yo he sido fuerte impulsor de primarias abiertas con todos los candidatos y candidatas, sobre el fundamento de un programa, una plataforma de ideas de futuro, y no como una competencia de rostros, o un concurso de simpatías.

Entonces mi llamado es a que vayamos a la unidad, pero busquemos puntos concretos de acuerdo en común, que sean respetados por todos y todas quienes se sometan a la primaria.

¿La oposición ha logrado acercamientos para avanzar en un acuerdo para ir en una sola lista para la elección de constituyentes?

Estamos trabajando arduamente en eso. Yo deseo la unidad más amplia, para lo cual es necesario tener voluntad política. Hay quienes parecen estar en una competencia de quien verbaliza más unidad, pero a la hora de operatividad esa unidad no se muestran dispuestos.
 
Gobierno sin rumbo

¿En su opinión el gobierno está paralizado y solo está administrando lo que le queda todavía de tiempo?

Me preocupa un gobierno sin timón, sin rumbo, desconcertado. Con el segundo retiro del 10% en la Cámara se ha visto un gobierno débil e incluso aislado de sus propias bases. Y que el gobierno de gobernabilidad y administre bien los 14 meses que le quedan. El 18 de octubre de 2019 el gobierno quedó sin agenda propia, y ya a estas alturas soy escéptico de que se pueda concretar alguna reforma sustantiva, por lo cual el gobierno debe proporcionar gobernabilidad al país, dar garantías a los procesos electorales venideros, y administrar de la mejor manera los 14 meses que le restan, dando seguridad a la ciudadanía, acceso a aportes económicos y subsidios para subsistir frente a la crisis económica, y que la gente no tenga que depender de sus propios ahorros previsionales para sacar a sus familias adelante, y comenzar a recuperar la economía.