Oh I'm just counting

Ley de Presupuesto 2019: Regiones, Salud, Ciencia y Cultura, los más perjudicados

Por Mario López M.

Un escuálido aumento de 3,2% en relación con el presupuesto del 2018 hizo abrir las sospechas de la oposición de que los recortes para financiar el gasto público provendrían del gasto social. La realidad los superó. Investigación, arte y el Fondo Nacional de Desarrollo Regional, entre otros, los más afectados.

No solo se rebaja el gasto, también se “redistribuye” en perjuicio de lo público. En materia hospitalaria, por ejemplo, se beneficia al sector empresarial a través de la llamada Asociación Público Privada por la compra de prestaciones médicas, arriendo de infraestructura, sistema de concesiones y el denominado Fonasa Plus.

En medio de la crisis económica que vive el país, cuyos efectos no se pueden seguir tapando con el dedo y que da cuenta que las expectativas económicas creadas por el candidato Sebastián Piñera están muy lejos de cumplirse, el gobierno presentó una Ley de Presupuesto para 2019 que apenas aumenta en 3,2% el de 2018.

De “austero”, lo ha calificado La Moneda. “Insuficiente y mezquina”, le responden desde la oposición y no solo desde allí, pues en regiones son muchos los dirigentes de derecha de los gobiernos regionales que se han sumado en el rechazo a la escuálida asignación de recursos para sus zonas.

La trampa de los recortes

Apenas se supo el monto en que se aumentaría el presupuesto en relación con 2018, la oposición advirtió que un alza de 3,2% (la más baja desde 2011) en el gasto público en caso alguno permitiría atender las urgentes necesidades sociales, aumentando aún más las desigualdades sociales y afectando directamente a la clase media. El fundamento del oficialismo al momento de defender la austeridad es que se apuntará a un gasto más eficiente y focalizado: “Si queremos reducir el déficit fiscal, si queremos que la deuda pública no siga creciendo o doblándose cada cuatro años, tenemos que moderar el crecimiento del gasto público”, dijo Felipe Larraín, el ministro de Hacienda.

Pero en ese mismo instante abrió las sospechas y al conocerse las partidas no hizo más que confirmarse: es “indudable” que el gasto se reducirá en algunos ministerios para crecer en otros, aseguró el secretario de Estado No solo eso, también dijo que “todas las regiones” verán crecer los fondos que reciben, lo que en definitiva no resultó ser cierto, pues muchas no solo crecen a un menor nivel que la media del presupuesto, sino que además otras crecen en un gasto público menor que lo que crecieron el año pasado.

Según el diputado demócrata cristiano José Miguel Ortíz, “no podemos seguir por este camino que propone la derecha llenándonos de recortes sociales, de recortes a programas que impactan directamente a las regiones y a los sectores más vulnerables, no podemos estar desvistiendo un santo para vestir a otro”.

No solo regiones, también los recortes afectan a cultura, ciencia y tecnología, salud, etcétera, todos sectores sensibles, recortes directos al gasto social y al futuro.

La “grasa” era el gasto social

Ya en plena campaña electoral el candidato Sebastián Piñera daba cuenta que los US$ 14.000 millones que costaría su programa de gobierno saldrían fundamentalmente de una “mayor austeridad fiscal, reasignar recursos, el recorte de programas sociales mal evaluados y la salida de operadores políticos”, todas medidas económicas que supuestamente elevarían el crecimiento y con ello la recaudación. Como se recordará, llamó “grasa” que había que extirpar a los empleados públicos que a su juicio estaban de más, que aumentaría el ahorro y reasignación de recursos.

Unido a lo anterior, prometía una mayor recaudación fiscal consecuencia del aumento del consumo de bienes de capital generado por la mayor inversión en proyectos privados, alentados por su llegada al poder. Los inversionistas, sostenía, volverían a confiar y ello permitiría recaudar más impuestos.

Esas expectativas incluso las alimentó apenas llegado al gobierno: “En junio de este año el Presidente de la República celebraba las promisorias cifras del Imacec, expresando que ‘después de cuatro años de crecimiento muy debilitado, muy anémico, la economía chilena está comenzando a dar signos de recuperación, de fuerza, de vitalidad’”, recuerda el abogado y columnista Jorge Navarrete.

“De igual forma, agregaba ese mismo día, que aquello significaría más y mejores empleos, como también mejores salarios. En efecto, el tema de revitalizar nuestra economía y generar nuevos puestos de trabajo no sólo había sido una promesa de la campaña, sino que se constituyó en la principal razón que permitió a la derecha volver de manera tan contundente al poder. Se venían los ‘Tiempos Mejores’”, expuso Navarrete, y agregó que, “sin embargo, si hay algo que hemos aprendido de la política es que muchas veces, peor que un adversario, es tener que lidiar con un aliado frustrado o desencantado. En efecto, las arengas que tantas expectativas generan en campañas, en ocasiones se pagan a un altísimo precio cuando los ciudadanos deciden que es el momento de cumplir”.

Salud, fuertemente golpeada

Uno de los sectores que verá mermado los ingresos para el sector público, es Salud. Si bien existe un aumento en el total de los dineros, lo que se cuestiona es la distribución que se hace de ellos. Al respecto, los recortes en este sector tienden a perjudicar la salud pública y a su vez, a beneficiar al sector empresarial a través de la llamada Asociación Público Privada (APP), que está constituida por la compra de prestaciones médicas, arriendo de infraestructura, sistema de concesiones y el denominado Fonasa Plus. En la administración pasada de Sebastián Piñera, ello llevó a groseros ingresos percibidos por la Clínica Las Condes, por ejemplo, en el arriendo de camas.

El secretario general de la Federación Nacional de Trabajadores de la Salud (Fenats), Oscar Riveros, dijo respecto al presupuesto del sector, que este “está dirigido, fundamentalmente, a asegurar recursos a clínicas y empresas externas. Uno podrá decir, bueno, aumentaron los montos pero lo que había el año pasado se queda igual, y no es así, se recortan platas especialmente a Cenabast (Central Nacional de Abastecimiento), entidad que juega un rol fundamental en el abastecimiento de farmacias populares, entonces la idea es asfixiarla para terminar con este tipo de iniciativas municipales que, precisamente, son impopulares para un Gobierno que pretende privatizar la salud porque no favorecen a los grandes empresarios del área farmacéutica”, aseguró.

En la misma línea, se manifestaron las bancadas de diputados comunistas y progresistas, ya que la rebaja presupuestaria contemplada para la Cenabast, organismo que permite a las farmacias populares vender medicamentos a bajo costo, afectaría directamente a la gente. No solo eso, aseguran, también al presupuesto para la contratación de personal, que limitaría el funcionamiento de la institución en la entrega de medicamentos.

“Indignado” dijo estar el diputado PC Daniel Núñez:  “Esto es extremadamente grave, porque se junta también con un recorte en sus funciones. Se le quita a Cenabast su rol de distribución de medicamentos que tiene y en la práctica traspasa esa responsabilidad a los laboratorios privados”.

Los sinsentidos de La Moneda

Mientras se predica “austeridad” en la Ley de Presupuesto, por otro se distraen recursos o se arriesgan áreas que hasta la fecha han contado con cero controles por parte de la autoridad. Por ejemplo, se han aumentado de manera especial los destinados a Defensa, en el proyecto de Ley de Financiamiento de las FF. AA. presentado por el gobierno. Al respecto el senador Alejandro Guillier dijo que “estamos terminando con la Ley Reservada del Cobre, cuyos cuantiosos recursos han sido fuente de actos de corrupción, pero no estamos asegurando transparencia y rendición de cuentas adecuadas”.

“Es muy riesgoso -agregó- que se dejen cientos de millones de dólares almacenados, donde las FF.AA. podrían decidir ir a comprar determinado tipo de armamento sólo porque está a bajo precio. Uno supone que las adquisiciones tienen que ver con las necesidades de la defensa de un país, no de las oportunidades de mercado”.

A su vez, el abogado Roberto Ávila hizo una particular observación acerca de la desproporción de los gastos en esta área: “El ejército chileno tiene 51 generales; es un escándalo, un general por menos de cada mil hombres. El ejército alemán en la Segunda Guerra Mundial, y este ejército sigue o debería seguir su doctrina prusiana, tenía un general por cada división (entre 15 y 17 mil hombres). El chileno no podría tener más de 6 (generales). Uno por división y el comandante en jefe. A lo sumo cuatro más, Estado Mayor y especialidades. Pero 51 es una burla a los chilenos y un atentado al erario nacional”.

La compra de 24 vehículos eléctricos asignados a los ministerios no dejó de llamar la atención. Ahorro energético, se dijo. A $40 millones cada uno, representa mil millones de un gasto innecesario si se es consecuente con el ahorro. También el “perdonazo” por $32.405 millones a grandes empresarios por parte del SII, que hacen recordar el que benefició a Johnson's en la primera administración Piñera.

Ciencia y cultura no importan a la derecha

Uno de los “zarpazos” más duros del presupuesto 2019es el que afecta a Ciencia y Tecnología y Cultura. Con un recorte de 32 mil millones de pesos, se dificultará fuertemente la conformación del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, y por supuesto el fomento de la investigación en el país, lo que ha generado una molestia en el mundo de la ciencia y académico.

Así lo hicieron saber a través de una declaración pública diversas organizaciones vinculadas al área del conocimiento y la ciencia, quienes criticaron la destinación de fondos y aseguraron que “esta reducción vacila entre la perversión y la ironía, ya que estos recursos son para un Ministerio recién creado y que espera su complejo proceso de implementación”.

“La disminución presupuestaria en investigación es sólo la punta del iceberg de un problema más profundo, ya que con esto se puede deducir el proyecto país (nada auspicioso) del actual Gobierno (…) Se afecta que podamos tener una masa crítica de investigadores que puedan aportar al país y que no tengan que estar pensando en irse o trabajando en condiciones precarias, como ocurre con muchos investigadores que se van a estudiar afuera y luego tienen problemas de inserción, o que trabajan en condiciones precarias”, sostiene la nota de las organizaciones científicas.

El Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (Cruch), también se manifestó preocupado y en alerta por la reducción del financiamiento para la Ciencia y Tecnología contenido en el proyecto de ley de Presupuesto 2019.

Qué decir la molestia que los recortes dejó en el mundo de la cultura. La diputada PPD y actriz Carolina Marzán advirtió que son alrededor de 500 mil los empleos que da el sector y que, eventualmente, se verían afectados por la nueva distribución de montos: “La cultura y artistas en este país siempre se han visto bien mermados y bien mirados en menos, por decirlo en un término bien chileno, en circunstancias que, según los últimos estudios que se han realizado, los artistas tenemos un impacto económico que es importante para Chile”.

Por su parte, al presidente del Sidarte, Ignacio Achurra, le parece “tremendamente contradictorio que se reduzcan los presupuestos en materia tan sensible como la educación artística para jóvenes, como para instituciones tan importante de la cultura de Chile como son el Museo Precolombino o el Festival Santiago a Mil. Nosotros creemos que hay una oportunidad que Cultura y Hacienda rectifiquen este presupuesto”.

El olvido de las regiones

Las protestas por las millonarias rebajas presupuestarias en regiones del Decreto N°651 de la Dirección de Presupuestos llevó a al diputado DC José Miguel Ortíz a lamentar “que el Gobierno insista en este discurso de la austeridad fiscal, que lo único que provoca es un estancamiento de la inversión en Regiones que, además, ha significado un golpe a las expectativas regionales. En el Biobío somos de los más perjudicados, ya que la inversión 2019 es menor que lo ocurrido este año, dijo”

El parlamentario advirtió que “no estamos dispuestos aprobar el actual presupuesto para las regiones- Tenemos la facultad de rebajar partidas y lo vamos hacer si no llegamos acuerdo, porque no corresponde que el recorte presupuestario se haya extendido al presupuesto 2019 y en especial a las regiones, como la nuestra que tiene un desempleo de 8,2% y que nos recortan los recursos para 2019 que bloquea nuestro ritmo de Desarrollo (…) el Gobierno tiene que proponer medidas para que los que más tienen paguen más impuestos y no proponiendo medidas regresivas, como lo está haciendo el Gobierno del Presidente Piñera en su proyecto tributario, rebajándole impuestos a las grandes empresas que implicarían menor recaudación fiscal de US$ 833 millones”.

Hasta el diputado RN Leonidas Romero expresó su molestia con el Ejecutivo por el recorte a regiones: “Lo he dicho en todos lados, el ministro ya sabe mi posición. Yo me debo a mi región y no a decisiones partidistas. Cuando las cosas no se hacen bien, yo tengo una visión distinta”, advirtió, al momento de señalar que se sumará a la oposición y votará en contra.