Por Alfredo Peña R

El viernes 8 de noviembre, Gustavo Gatica, joven estudiante de psicología de 22 años, quedó ciego por los disparos de los carabineros que se encontraban reprimiendo las manifestaciones en la Plaza de la Dignidad o Plaza Italia o Plaza Baquedano.

De acuerdo con los registros de los disparos de municiones de los mismos uniformados, dispararon 2.012 veces sus escopetas a los manifestantes, el mismo día que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) le habló directamente al gobierno de Sebastián Piñera sobre la dura represión policial desde el 18-O. “El Sistema de Naciones Unidas en Chile urge a las autoridades a cesar de inmediato el uso de balines y perdigones […], la utilización arbitraria e indiscriminada de este tipo de armas no letales constituye una violación grave a los DD. HH.”.

En una investigación realizada por la policía civil y algunos medios de comunicación, se desglosó el contenido de la carpeta de investigaciones del caso de Gustavo Gatica, tras nueve meses sin encontrar al responsable de la mutilación del joven.

Según lo constatado por la carpeta de investigaciones, respecto al consumo de municiones por parte de efectivos de Fuerzas Especiales (FF.EE.) y del Grupo de Operaciones Policiales Especiales (GOPE), ese día los oficiales dispararon 1.112 y 897 tiros, respectivamente.

Junto con esto, Fuerzas Especiales descargaron 559 bombas lacrimógenas ese día, y el GOPE disparó 84 bombas más, en ambos casos mediante carabinas.

Sin embargo, tal como se constata en la investigación realizada, sólo 531 de los disparos de FF.EE. son individualizados, siendo nueve los funcionarios que han sido apuntados como los responsables. Mientras, respecto a los disparos descargados por el GOPE, ninguno de ellos ha sido reconocido por los oficiales. Según los registros, sólo se reconoce al Teniente Coronel Marcelo Bustos Moya como el encargado de dirigir la operación.

Pero ninguno de esos nombres es el del teniente coronel Claudio Crespo Guzmán, algo que llamó la atención de los abogados defensores de Gustavo Gatica y de la fiscalía que investiga este caso emblemático del estallido social.

El G 3: campeón en disparar a la cara y a la cabeza

Si bien Claudio Crespo no es señalado -ni interrogado- dentro del sumario como autor de disparos, sí aparece el mismo código de dispositivo con el que ha sido registrado en múltiples ocasiones y en distintas fechas durante sus intervenciones en Plaza Dignidad fundamentalmente por su casco que llevaba la leyenda: el G-3.

Según la tabla de disparos de municiones de Carabineros, el G-3 fue autor de 170 disparos con una escopeta de perdigones y 43 con la carabina lanza lacrimógenas (mismo armamento con el que dispararon en la nuca a Fabiola Campillai, quitándole también la visión). No hubo efectivo de Fuerzas Especiales que disparara más ese día, siendo los que lo siguen en cuanto a munición gastada el jefe de todos los carabineros que actuaron ese día, el coronel Santiago Saldivia (G 1) y el teniente coronel Andrés Graves (G 2), ambos con 125 disparos. A diferencia de Crespo, tanto Saldivia como Graves fueron interrogados para efectos de la investigación judicial, según señaló en su momento el medio Interferencia.

Aunque en ese sumario no se le sindica la autoría a Crespo de los disparos que podrían haber dejado ciego a Gatica, sí se le posiciona ese día en la calle Carabineros de Chile -donde fue herido Gustavo- según la declaración otorgada por el capitán José Ignacio Cárdenas Morgado, autor de 50 disparos esa jornada. Cárdenas aseguró haber recibido instrucciones “de mi Comandante Crespo Guzmán”, quien le ordenó “seguir actuando en el lugar a través de contenciones arremetidas y detenidos”. 

Además, según se aprecia en la carpeta investigativa del caso, la fiscalía solicitó expresamente incautar la tarjeta de memoria de la cámara GoPro que portaba tanto Crespo Guzmán como el personal a su cargo el 8 de noviembre de 2019, además de ordenar la entrega del equipo computacional en el que fueron descargadas las imágenes de la tarjeta de memoria del teniente coronel y sus subordinados.

Carabineros no lo da de baja por violento actuar: por descargar su cámara GoPro

A mediados de junio, Carabineros informó que dio de baja a un funcionario -sin que se diera su nombre- luego de que en una investigación realizada por el caso de Gustavo Gatica, se detectara que había cometido un incumplimiento de los protocolos. El que fue dado de baja era el Teniente Coronel Claudio Crespo de 44 años y quién tenía una larga historia de violencia en contra de manifestantes tanto en Valparaíso como en Santiago.

En dicha instancia, el general subdirector de Carabineros, Diego Olate, señaló que el fiscal a cargo determinó iniciar el proceso de baja de un funcionario debido a que cometió una infracción que “consistió en que las imágenes entregadas a la PDI en diciembre, fueron previamente descargadas en su computador de trabajo, sin dar debida cuenta de ello en la instancia correspondiente, como lo establece el protocolo”

En tanto, los tres oficiales de Fuerzas Especiales antes mencionados -Saldivia, Graves y Crespo- fueron blanco de las indagatoria y Claudio Crespo fue imputado hoy viernes ante la justicia por el delito de apremios en el contexto de violaciones a los derechos humanos en contra de Gustavo Gatica.

En la infografía realizada por la Policía de Investigaciones se consideran las posiciones, altura y distancias de los investigados y de la víctima.

Según quienes conocen las pericias, ya se ha logrado determinar que en el espacio de dos segundos uno de los oficiales investigados -el Teniente Coronel Crespo- disparó desde su escopeta antidisturbios en cuatro oportunidades. Es decir, en el análisis de los videos se revela que en un lapso de dos segundos un oficial lanzó 48 perdigones que se disiparon entre los manifestantes a sólo siete metros de ellos, y en un ángulo superior a su hombro.

Esto, aun cuando las especificaciones del fabricante de las municiones TEC calibre 12 señala que los disparos deben ser angulados al tercio inferior del cuerpo y desde 20 a 30 metros; si no, puede tener un resultado mutilador o, incluso, letal, que es lo que ocurrió con Gustavo Gatica, quién quedó ciego por esos disparos lanzados por el hoy imputado ex comandante Claudio Crespo.

Su "amistad" con la subsecretaria de Prevención del Delito

Luego de conocerse la baja del comandante Crespo en junio pasado, Cambio21 supo de algunas imágenes del oficial junto a la actual ministra de Desarrollo Social, Karla Rubilar y de la subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell, quién trabaja directamente con Carabineros.

Algunos medios señalaban en esa época, que los ocho meses que demoraron desde que el piquete que encabezaba el ex teniente coronel Crespo en Plaza Italia y que dejó ciego a Gustavo Gatica, tenía que ver con esa supuesta amistad con la subsecretaria Martorell. 

No obstante, estas fotos fueron tomadas el 4 de julio de 2018, hace dos años. El 27 de junio, en el marco de una manifestación en la Plaza de la Constitución, el entonces mayor Crespo fue herido en la cabeza por un piedrazo. Martorell iba saliendo de La Moneda y acudió a socorrerlo, pues se encontraba en el suelo y sangraba. Desde su oficina en la Intendencia, la entonces autoridad regional y doctora Karla Rubilar vio la escena y bajó a prestarle auxilio médico hasta que la ambulancia se lo llevó.

Unos días después, Crespo visitó por separado a la exIntendenta y a la Subsecretaria Martorell para agradecerles. Las fotos de abajo, sacadas en las oficinas de la Subsecretaria de Prevención del Delito, fueron subidas a twitter por la propia entidad que dirige Martorell.