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La llegada de Amaro Labra al Parlamento, de la mano del arrastre que comandó la diputada Camila Vallejo y dentro del nuevo esquema que impone el sistema proporcional que reemplazó al binominal, le puso un color a la Cámara Baja que supera lo floreado de sus camisas con las que asiste a las sesiones.

 

El líder y fundador de “Sol y Lluvia” sabe que es parte de la historia. Por lo mismo, no quiere pasar inadvertido. Tiene listo lo que será su primer proyecto de ley y desde ya anuncia que seguirá cantando, que es como el aire que respira, pero solo en la medida de lo posible.

 

Tiene en la oficina del frente, en el Congreso Nacional de Valparaíso, nada menos que al diputado de la UDI Ignacio Urrutia, tenaz opositor del PC. ¿Cómo se llevará con él? La siguiente entrevista con Cambio21 en algo aclara el misterio.

 

 

 

- Fue de un alto nivel de adrenalina. Yo antes pensaba que los conciertos, grandes y pequeños, producen un fuerte nivel de adrenalina que hay que ir controlando junto a la ansiedad y un montón de factores que influyen en el comportamiento que se pueda tener. Pero eso hace que uno esté más atento también. Es normal sentir miedo. Tenía mucho miedo, pero también mucha certeza de que la tarea era importante y que debía controlar esos miedos y hacerlos que fueran un factor de atención más que de inmovilidad. Nosotros creemos que el error no es lo que hace fracasar al hombre o a la mujer. Es la inactividad. O sea, inactivos, fracasamos, pero si nos movemos y fracasamos, es una oportunidad que tenemos. Y esta oportunidad que me dio mi pueblo y mi partido es increíble. Además que se da en un contexto que es alegre. Hay una renovación democrática del Congreso (el resto del Senado debe renovarse completo dentro de cuatro años), lo que hace que estemos en igualdad de condiciones. Los antiguos tratan de adaptarse al nuevo sistema y nosotros los nuevos estamos en el sistema. Y eso significa nueva oficina y nuevas tratos maneras de organizarse y relacionarse, lo que es excelente.

 

- A ver, lo que nosotros venimos planteando hace años, años y años es que el Parlamento, entre más cercano lo ven a uno las personas mejor se van a representar las vidas de esas personas. Todos los gestos que distraen eso son menores. Como la ropa. Lo que importan son las ideas y las leyes que van a salir. Por eso que es importante el tiempo que tengamos para la familia y los nietos. Nunca me he comprado eso del 24/7. Es lo mismo en otro tipo de formalidades. Creo que hay que darle tiempo y espacio a la vida. Así vamos a reflejar mejor el sentido de lo común en las leyes, que es lo que nos importa.

 

- Bueno, estamos haciendo ese cambio. Es muy fuerte. Pasamos de estar haciendo conciertos, recorrer los barrios, ir a teatros grandes y chicos a lo otro. Ya ese cambio fue fuerte en la campaña. Mis compañeros no estaban muy convencidos al comienzo, pero después lo hicieron hasta el resultado que fue realmente maravilloso. Ahora, respecto a mi vida cotidiana, me tengo que acostumbrar a otro ritmo, lo que asumo con tranquilidad. Esperamos que no afecte los grandes corazones que tenemos. Un viejo sabio me pidió que no perdiera el alma y la energía buena que tenemos y que no nos transformemos en malos políticos. La política es súper importante. Tenemos que aprender lo más que podamos en economía y tratar de ser ciudadanos integrales. Eso nos hace crecer como pueblo.

 

- Todas las funciones que tenía en Sol y Lluvia ya están reordenadas en su mayoría para estar integralmente en mis funciones de parlamentario. Hay gente que ya asumió sus tareas y son ellos los que tienen que decidir cuántas veces podemos funcionar y ensayar. Tengo que ajustarme a los horarios del Congreso. Igual espero cumplir ambas funciones de manera muy humana, amable, inteligente y apelando al buen vivir, que fue uno de los lemas de la campaña. Si vamos a andar estresados produciremos muy malas leyes, cantaremos muy mal y viviremos muy mal. Entonces, el control de la tensión es algo importante para poder seguir avanzando.

 

 

- Mira, la amabilidad de los trabajadores del Parlamento es increíble. Me han ayudado mucho cada vez que nos perdemos (ríe). Hay que empezar a reconocer la señalética. Nos hemos encontrado con antiguas personas que conocimos de antes y en cuarenta años de música y de haber vivido la dictadura y el retorno a parte importante de la democracia. Pero ahora vivimos el 2018 en la música, la vida y la política y seguimos haciendo ese ejercicio. Igual hay lugares en los que uno se siente un poco atrapado, pero se puede salir a la calle y caminar por Valparaíso, que es una ciudad increíble. Hay mucha cultura y tenemos muchos amigos. La idea es buscar un lugar donde vivir para no tener que estar viajando tanto. De hecho, tenemos una oferta buenísima, que es de otro músico, para poder instalarnos ahí al menos un mes.

 

- Prefiero tener el tema controlado (ríe).

 

- ¡No, no! Es un amigo del que no me voy a arrepentir. Por lo menos, vamos a estar un mes con una locación física que nos va a permitir llegar a tiempo a las sesiones, que nos importa mucho. Tenemos que aprendernos los reglamentos, porque hay sanciones para la gente que no llega a las comisiones.

 

- Teníamos tres temas en orden de preferencia: la salud física y mental de los chilenos, seguridad y delincuencia y las cárceles, pero quedamos en Cultura, que era evidente que es mi tema, y Medio Ambiente, que es un asunto que a la bancada le preocupa mucho. Tenemos los horarios ya. Así que podemos ordenar el canto también. Yo necesito cantar tanto como necesito respirar y caminar.

 

- Hasta ahora no me he cruzado con él. No voy a gastar energía en preocuparme sobre lo que pasará con él y con los que se supone que son los adversarios. Somos 155 diputados y me he topado con varios que han sido muy cordiales conmigo, porque tiene que ser así en el Congreso. Es el lugar donde vamos a legislar. Y si tenemos que discutir será donde corresponda.

 

- (Se demora en contestar) Prefiero que se produzca ese momento (ríe). No quiero prejuiciar mi actitud.

 

 

“En nuestro programa de campaña lanzamos una propuesta que queremos cumplir, que es la contención del estímulo al consumo de drogas, legales, como el cigarrillo, y por legalizar (marihuana). Creemos que tiene una influencia grande en cualquier tipo de familia y núcleo, lo mismo que el consumo de alcohol en sectores de hartos recursos, medios y bajos. Es dramático. Todo parte con la restricción del uso de los espacios públicos. Tal como se hizo con el tabaco, creo que hay que hacerlo con el alcohol, que es la droga de mayor disposición en el mercado. Espero convencer a mi bancada para que este sea un tema de interés”.

 

 

“Yo converso con él. Me llamó para decirme que había votado por mí y que no iba a perder su voto. Cualquier problema que tengamos lo hablamos entre nosotros. ¿Volver a cantar juntos? Tenemos que solucionar temas. Para hacer música juntos hay que estar muy coordinados. Yo estuve con él muchos años, así que es posible. Eso sí, nunca será el dinero lo que va a dictar esta relación. Nunca. Será el amor”.

 

 

“Las redes sociales son así. Cualquiera puede decir lo que quiera. En este país se puede opinar, supongo, libremente. Lo que se diga en contra o a favor hay que analizarlo y si valen o no esos insultos o si hay o no argumentos. Lo que importan aquí son las ideas. Si alguien tiene ideas y nos demuestra que estamos equivocados, lo aceptamos, lo reconocemos y avanzamos. Ahora, si alguien nos quiere insultar sin ninguna base válida, yo creo que hay que bloquearlo no más. Así de simple”.

 

“Todos somos especialistas en algún tema en el PC y todos tenemos personalidades distintas. Él es un maestro para una gran generación de personas, un batallador de los derechos humanos y su manera de hacer las cosas es su manera de hacer las cosas. Yo lo respeto y vamos a seguir avanzando. Espero aprender de él las mejores cosas que tiene, porque las peores las conversaremos cara a cara”.