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Los Rechazos de quinto retiro de las AFPs no dan ni para una victoria pírrica del Presidente Boric: Por Ricardo Rincón G. Abogado

Lo ocurrido este lunes en el Congreso deja con sabor amargo a todos, pues a nuestro juicio nadie, absolutamente nadie, gana con lo ocurrido durante la larga y tensa jornada de la Cámara de Diputadas y Diputados. La discusión y rechazo de los dos proyectos de 5retiro de fondos desde las AFP sólo demostró empantanamiento, falta de buena política y pérdida de tiempo, tiempo que no tenemos y que el país requiere con urgencia se invierta bien y se valore mejor por los parlamentarios de las distintas bancadas y partidos políticos.

El Gobierno no obtiene ni siquiera una victoria pírrica, y si llegare a creer ello es que simplemente no conoce la historia, pues Pirro, Rey de Epiro, efectivamente logró derrotar a los romanos, pero a un costo de miles de sus hombres, lo que le valió un sacrificio enorme para una victoria que determinó el carácter de pírrica de dicha hazaña.

En cambio, el Gobierno del Presidente Boric no logró ninguna victoria este lunes, ello dado que su objetivo, luego de una inconsistente vuelta de carnero de 180 grados, era la aprobación de su propia iniciativa de retiro condicionado (pésimo nombre) para así lograr el rechazo de la iniciativa de retiro universal de los parlamentarios, tratando de atenuar la brutal caída en el respaldo de la gente, pero generando, contra todo cálculo y análisis, la no aprobación de ambos proyectos de retiro, un estancamiento casi total en dicha discusión, que requiere con urgencia de un cierre virtuoso, y un descrédito aún más grande del Gobierno de Apruebo Dignidad ante la ciudadanía mayoritariamente favorable a un nuevo retiro de fondos.

Y ello sin contar con que a diferencia del Rey Pirro que fue doliente de las vidas perdidas, el Presidente Boric, en cambio, actuó contra sus propios parlamentarios al construir una estrategia a sus espaldas, y prácticamente en secreto, como develaron las declaraciones de la Subsecretaria de Hacienda quien dijo desconocer la iniciativa, arrastrándoles en la impopularidad de la inconsistencia más que en el fondo de la decisión.

En efecto, un gobernante no puede pretender ir en contra de sus actos propios y de los de sus parlamentarios y pretender que ello sea inocuo ante la ciudadanía, menos cuando su pretérita conducta respecto de los retiros ha sido activamente activa y reiteradamente consistente en apoyo, promoción y defensa de cuatro (4) iniciativas similares en muy corto tiempo.

Todo indica que el Presidente Boric no conoce la teoría de los actos propios y su no contradicción, teoría en que los romanos, a diferencia de su derrota en la batalla contra el Rey de Epiro, sí triunfaron, tanto que nos la traspasaron hasta nuestros días, impactando no sólo el derecho privado sino las distintas ramas del derecho moderno.

Si bien es la formulación del siglo XV mediante la frase “Venire contra factum proprium non valet” (ir en contra de la escritura no es correcto) con la que se consagró en definitiva la dicha doctrina de los actos propios, luego de una largo derrotero jurídico de forja y maduración, personalmente prefiero su antecedente del siglo XIII como una expresión mejor lograda de ella: “venire contra proprium factum nulli conceditur”, que significa que a nadie se le permite venir en contra de su propio hecho.

Que nadie vaya en contra de sus propios actos más que un principio normativo es una verdadera filosofía que ha de regir nuestra conducta y dirigir nuestra vida, cuestión que hoy cobra aún mayor trascendencia cuando parece no tener consecuencias el decir una cosa y la contraria casi inmediatamente, pues la palabra y los gestos con conocimiento y voluntad, nos vinculan, querámoslo o no; y si ello acontece en el marco de una campaña electoral más todavía, por lo que pretender el Presidente Boric que respecto del Gobierno que encabeza (como resultado, también, de la utilización en dicha campaña de este tema), esas decisiones y conductas suyas serán olvidadas, es de una ingenuidad muy torpe, cuando no una falta de respeto con sus propios electores.

La doctrina de los actos propios reafirma así un principio general del derecho respecto de la inadmisibilidad de actuar contra los propios actos, constituye un límite del ejercicio de un derecho, prerrogativa o facultad como natural consecuencia del principio de la buena fe y de la exigencia de observar un comportamiento coherente, siempre si que concurran ciertos requisitos, a saber: a) que los actos propios sean inequívocos (cabe alguna duda de ello ?) en el sentido de crear, definir, fijar, modificar, extinguir o esclarecer una determinada situación jurídica afectante a su autor; y b) que entre la conducta anterior y la pretensión actual exista una incompatibilidad o una contradicción según el sentido que de buena fe hubiera de atribuirse a la conducta anterior.

La doctrina de los actos propios tiene así su último fundamento en la protección de la confianza y en el principio de la buena fe, que impone un deber de coherencia y limita la libertad de actuación cuando se han creado expectativas razonables respecto de terceras personas. Que decir cuando en función de esos actos propios (en la especie, el aprobar el Presidente Boric 4 iniciativas de retiro cuando era Diputado) se han creado y reafirmado derechos como el de propiedad sobre nuestros ahorros previsionales y que llevó al gobierno, a través del Ministro Jackson, a comprometer, en plena discusión de los proyectos de 5retiro, una nueva reforma constitucional para asegurar dicha propiedad sobre los ahorros y su heredabilidad.

En consecuencia, la conducta del Presidente Boric es aún más inconsistente, pues junto con contravenir sus actos propios terminó proponiendo su propio proyecto de ley de retiro condicionado para tratar de lograr el rechazo de lo que recientemente el mismo había defendido y aprobado. Es decir, no sólo olvidó la teoría de los actos propios, sino que pretendió que cambiando de posición y, a la vez, restringiendo la libertad por el defendida frente al Gobierno de PIÑERA, lograría su objetivo y la mantención de la adhesión de la ciudadanía.

Es claro que el Presidente no logró su objetivo, pues como ya se sabe los dos proyectos fueron rechazados y la caída en el respaldo de la gente es evidente y se siente en cada conversación de pasillo y de calle, tanto que si el consuelo es que por haber logrado detener el proyecto de retiro universal, el Presidente habría logrado, al menos, una victoria a lo Pirro, deberemos recordarle que fue el mismo Rey de Epiro quien contemplando las pérdidas humanas en el campo de batalla señaló: “otra victoria como esta y volveré solo a casa”.