Oh I'm just counting

Manuel Gallardo, presidente de la JDC a Cambio21 por Frei Montalva: A la DC le mataron al padre y no vamos a seguir siendo cómplices

Foto: Manuel Gallardo protestando en tribunales por los detenidos desaparecidos. Con chaqueta clara y dibujo de un detenido desaparecido en sus manos

Por Mario López M.

Autocrítico acerca del partido y la juventud, tiene claro lo que piensa la sociedad acerca de la “marca”, estigma que está dispuesto a llevar consigo y revalorar la política como servicio público y a su partido como instrumento al servicio del país.

Analiza temas como el estatuto que Piñera pretende aplicar a los jóvenes, el aborto libre, el matrimonio igualitario, la adopción y las tareas pendientes a nivel de políticas públicas juveniles.

Magallánico, exdirigente estudiantil, de ADN demócrata cristiano, Manuel Gallardo, presidente de la JDC, dice entenderse tan bien con los jóvenes como con sus “viejos” camaradas, con quienes coincide más de lo que se cree acerca de qué hacer con el partido.

-¿Quiénes son hoy la JDC? Carecen de presencia en centros de alumnos, secundarios y universitarios, pocos profesionales jóvenes están en el Congreso o en los gremios. ¿Se envejeció la DC?

-Eso es verdad. Me tocó ser presidente de federación en 2011, que fue bien álgido en términos estudiantiles, pero evidentemente es algo que nos sucede, tener pocos dirigentes universitarios o secundarios. Pero no solo es un tema DC, porque ocurre con todas las juventudes políticas de los partidos tradicionales; tampoco los partidos que antes tenían mayoría en la Confech, como los socialistas, la DC o el mismo PC. Hoy son más bien movimientos de ultraizquierda o que no son de ningún partido en particular.

Eso tiene que ver porque la JDC es parte de un sistema de partidos políticos que hoy está desacreditado, con deficiencias en su tejido social, muchas veces con desconexión con el ciudadano común y eso nos pasa la cuenta. Tenemos una marca, ciertos emisores que “vocerean” con esa marca que no necesariamente siempre nos representan y eso nos trae una serie de consecuencias.

-¿En qué está hoy la JDC?

-Estamos en un proceso que tiene dos vertientes, una variable interna, que tiene que ver con cómo uno moderniza este instrumento llamado Partido Demócrata Cristiano, que está más bien anquilosado en prácticas del siglo pasado, cuando hoy día tenemos que construir un mensaje distinto, una forma de acercarnos a la ciudadanía, y esto se vincula con la segunda variable, la externa, que tiene que ver con la renovación de sus cuadros.

Sí se me pregunta cuál es la misión de nuestra generación, es renovar el mensaje y renovar a los emisores. En eso estamos trabajando, queremos llevar 300 candidatos jóvenes a las elecciones municipales y formar una generación de líderes socialcristianos que sean una alternativa a la izquierda, el Frente Amplio y la derecha.

-Poco se sabe de qué está haciendo la JDC o qué piensa, ¿cómo se contactan con los jóvenes, a través de redes sociales?

-En general hemos marcado posición como JDC y, si bien nos comunicamos vía entrevistas, declaraciones, etc., hoy los jóvenes lo hace fundamentalmente a través de otras vías; es un target que “consume” no a través de El Mercurio, sino a través de redes sociales, esa es la forma de transmitir lo que hacemos y decimos.

Teniendo presente que asumimos la directiva hace menos de dos meses, tenemos un plan que vamos a lanzar en septiembre en materia comunicacional a través de los medios que la juventud consume con nuestras posturas y no solo respecto a cuestiones de contingencia, sino que siendo capaces de instalar nosotros una temática, como ocurrió con el actuar de la Corte Suprema, donde nos opusimos desde el principio a la libertad que se le dio a quienes cometieron crímenes de lesa humanidad.

Cuando uno quiere poner una idea sobre la mesa es difícil que te den los espacios para difundirlas y tenemos que ser ingeniosos y creativos. Nuevas ideas, nuevas vocerías y la formación, en especial de secundarios. Es cierto, poco se sabe acerca de qué hacemos, pero eso es justamente nuestro desafío.

-¿Y por qué un joven podría querer entrar a militar en política, primero, y luego en la DC?

-Hoy la formación es distinta, está el Frente Amplio, la derecha y tienes una centroizquierda más tradicional. Queremos ser alternativa a las formas en que esas fuerzas se paran frente al país.

Creemos en la comunidad como motor fundamental de la sociedad y bajo esa lógica tenemos que revelar temas medioambientales, migrantes, juvenil en el trabajo, de una política que se haga de forma distinta y es como lo ve la JDC, que es un espacio, una herramienta que tiene que ser desarrolladora de talentos. Todos los jóvenes en Chile poseen algún talento y este debe ser puesto a disposición de que la gente viva mejor. Es política la opción que elegimos nosotros y allí creemos que la DC y la JDC son el mejor instrumento para servir al país.

Al final del día sirve para servir a Chile, formarte, hacer política, plantear ideas y forjar espacios en la sociedad. Tenemos las puertas abiertas, pero si alguien cree que la DC no es el camino, también lo invitamos a participar, y si elige otro espacio político, vamos a estar siempre dispuestos a debatir y a dialogar.

-¿Qué piensan acerca del Estatuto Laboral Juvenil?

-Nosotros hace tiempo llamamos a nuestros parlamentarios a rechazar el proyecto, pues la forma en que está construido constituye un perjuicio para quienes quieren trabajar y estudiar. Y no solo con la cuestión de las cotizaciones de salud, el fuero maternal, la cantidad de horas de trabajo, etcétera, sino que el gran problema tiene que ver con una cosa más profunda: la sustitución.

Hoy hay un retail que le paga por ejemplo $500 mil a un trabajador por trabajar 44 horas a la semana y tiene una serie de derechos laborales; hoy ese empleador puede reemplazar a ese padre de familia por dos o tres estudiantes, con menos costos, menos derechos laborales y sin derecho a sindicalización.

Cuando ocupan el argumento que estos estatutos se ocupan en otros países del mundo, es verdad, pero son países que tienen una sindicalización robusta y Chile no es un ejemplo de aquello. En la práctica esto hará parecer que hay más gente empleada, pero se perderán miles de empleos de buena calidad. En esto quiero destacar el rol que ha cumplido la senadora Carolina Goic en haberle pedido al ministro Monckeberg que se le sacara la urgencia a este proyecto, diciéndole al Ejecutivo: “mire, este tipo de cosas no la vamos a discutir apresuradamente ni para aprobar ni rechazar, sino que son cosas que requieren una discusión mayor, escuchar a la sociedad civil”.

-Tal como está, ¿lo rechazan?

-Hoy, tal como está, no nos representa y vamos a seguir haciendo los llamados para que se rechace. Pero queremos ser incidentes y hemos estado preparando ideas para entregárselas a nuestros parlamentarios acerca de materias que creemos relevantes para ser incluidas y veremos si se logra o no mejorar este proyecto.

-¿Qué piensas del aborto: sólo en sus tres causales, abierto o en ninguna de sus formas?

-El aborto en sus tres causales consideramos que es un logro del gobierno de la Presidenta Bachelet. La gran mayoría de los DC se manifestaron a favor de aquello. Eso es independiente a que ya discutió una postura en su Congreso Ideológico y está clara y vigente, que es no compartir el aborto libre.

Pero no caeremos en descalificar a quienes no piensen lo mismo y si hay gente dentro de la DC que quiera discutir este tema u otros, un partido como el nuestro tiene que dar ese espacio de conversación y debate. De hecho, estamos organizando un ciclo de charlas en términos de género que lo vamos a concretar a fines de este año o a principios del otro con el Primer Congreso Feminista de la JDC.

Para quienes somos hombres y estamos en política, hay mucho de ensayo y error, venimos de prácticas cotidianas y de vida doméstica y también en los partidos donde el machismo y ciertos estereotipos están asociados al maltrato a la mujer o una falta de valoración de sus capacidades. Y esto va más allá del aborto, es cuál es la valoración que la DC le ha dado a las mujeres, las desigualdades salariales, la importancia de una sala cuna universal, de que tengan espacios de representación acorde a quiénes son, que no es menor, son el 52% de la población.

-Siento que no se ha contestado la pregunta. ¿Personalmente, tú, qué piensas acerca del aborto?

-Lo que me corresponde como presidente de la juventud es defender la posición que adoptó el partido. Lo que sí voy a confesar un ejercicio que he estado haciendo: me he juntado con militantes de la DC -a modo personal-, que dicen que están a favor del aborto libre, para saber cuál es la raíz comunitarista o socialcristiana que le asignan al tema.

Hoy me ha costado encontrar un punto de convergencia entre el aborto y el comunitarismo, aparte de razones de salud pública, que es el argumento que más sentido hace. En general, los comunitaristas tendemos a generar políticas públicas que sean anteriores y el aborto es una medida post. Cuando uno habla de derechos, tiendo a pronunciarme por el derecho a la vida sobre el derecho a la libertad, pero he llegado a la convicción de que algún DC puede estar a favor del aborto, como quienes comparten las causas del feminismo pueden estar en contra del aborto.

-¿Cuál es tú posición acerca del matrimonio igualitario y la adopción homoparental?

-Los DC anteponemos la dignidad humana antes de cualquier debate. En ese sentido, quienes conformen una familia, independiente de su condición y quieren que no pase todo lo que ocurre en el Sename y la cantidad de niños que terminan en hogares de menores, creemos que la base de la familia es el amor y eso puede darse en cualquier configuración. Allí también están las abuelas, los tíos pueden hacerse cargo de un niño, por lo tanto, creo que la adopción homosexual y el matrimonio igualitario son garantías que debiesen estar consideradas en nuestra Constitución para que quienes quieran hacer familia partiendo de la base del amor, no solo tengan las garantías civiles, sino que puedan adoptar.

La JDC fue la primera en Chile en aprobar en su Congreso Ideológico el matrimonio igualitario en 2012.

-Hay quienes asocian delincuencia a juventud, ¿estás de acuerdo?

-Chile tiene un desafío que ningún gobierno ha sabido resolver, que son los 500 mil jóvenes “nini”, que ni trabajan ni estudian, lo cual es muy grave. No creo en la caricatura que dice que mientras más jóvenes desocupados es una fábrica de delincuentes. La idea es hacer políticas públicas que reencanten a estos jóvenes para que se reintegren, pues es un problema para el país que 500 mil personas que debieran estar en una etapa de trabajo o estudio, aportando a la sociedad -desde la carga impositiva que implican hasta la plusvalía que le pueden dar a la sociedad-, se está perdiendo.

La institucionalidad juvenil en Chile es altamente ineficiente. El Instituto Nacional de la Juventud no cuenta con recursos suficientes para políticas públicas para los jóvenes.

-Respecto del “Caso Castillo”, ustedes se han manifestado públicamente. ¿Van a seguir haciéndolo?

-El tema está instalado en la opinión pública en orden a que el gobierno debe sacar al subsecretario Castillo y vamos a seguir con nuevas movilizaciones como JDC -como la hecha frente a la Clínica Santa María y la de la Universidad Católica-, hasta que salga.

Estamos comprometidos con la causa de los DDHH y del Presidente Frei Montalva. Es más, vamos a convocar a una acción junto a la juventud socialista, donde vamos a homenajear los 38 años del discurso del Presidente Frei en el Teatro Caupolicán en la campaña del NO a la Constitución del 80.

Lamentamos que el dilema dictadura o democracia pareciera que vuelve a surgir a partir de los casos de la Corte Suprema, el exministro de Las Culturas y del subsecretario Castillo y la muerte de don Andrés Aylwin, relevante en DDHH. Pensábamos que este tema estaba superado como sociedad, pero no es tan así y como JDC tendremos un rol importante. Cuando matan a un padre, un hijo llega hasta las últimas consecuencias para saber la verdad.

A la DC le mataron al padre y nos hemos quedado callados durante años y dejamos a Carmen Frei y su familia sola en esto. Como juventud no vamos a seguir siendo cómplices de aquello y respaldamos a la directiva en este tema. No puede haber ambivalencia con el gobierno, mientras se encuentre allí quien aparece eventualmente ligado al caso en el ocultamiento de temas. Es una cuestión ética y moral.