Por Rodrigo Cabezón
Un general en un campo de batalla es lo más probable que tenga estas ideas: “Estamos en guerra” y “enemigo poderoso e implacable”y repita estos conceptos por doquier.
También que repita la idea de "la batalla de Santiago". Pero estas frases no provienen de militares en guerra ni en un campo de batalla. Las primeras pertenecen al presidente Piñera y la segunda al ministro de Salud, Jaime Mañalich.
En las últimas horas, hay que agregar a esas torpes ideas, una macabra. La lanzó en las últimas horas el ministro de Defensa Alberto Espina.
El ex diputado y ex senador de Renovación Nacional dijo que sacarán a la calle a controlar a los chilenos y chilenas desarmados y que se “ha recurrido a nuestras fuerzas de élite para ir en apoyo de los chilenos frente al coronavirus, porque esa es la labor principal que están haciendo(sic).
Y seguidamente para hacerse el chistoso lanza una idea macabra de nefasto recuerdo para miles de chilenos donde obviamente Espina estaba al otro lado, porque apoyó leal y fuertemente a Pinochet llegando incluso a ser rostro de la campaña del Sí al dictador: anunció que a las labores policiales se sumará la Brigada de Operaciones Especiales Lautaro -conocidos como boinas negras- del Ejército y aseguró que “que estamos para decirlo en un lenguaje claro, con toda la carne en la parrilla". Textual de Espina.
Inmediatamente de lanzada esta "creativa" idea de Espina salieron centenares de tuits para criticarlo.
Recordar solamente que boinas negras del Ejército cometieron los más graves atropellos que se conozcan en la historia de Chile en 1973 y los años siguientes contra chilenos indefensos. Fuera de los torturados y heridos que dejaron los Boinas Negras, los asesinados por sólo pensar distinto, fueron sepultados en el propio campo de entrenamiento de esta fuerza de élite en el ex Fuerte Arteaga, Peldehue, en la zona norte de Colina y luego de una orden de Pinochet, sus cuerpos exhumados en la denominada "operación retiro de televisores" y lanzados al mar o sus restos tirados a ríos o a otros sitios alejados, utilizando helicópteros para esa macabra faena.
Y recordar por último que muchos Boinas Negras, adscritos en esa época a la DINA y luego a la CNI, utlizaron la frase "toda la carne a la parilla" para torturar a jóvenes, mujeres y ancianos en parrillas (catres de campaña) con electricidad. Muchos de esos torturados con "toda la carne a la parilla" de Espina fueron posteriormente diputados, ministros, senadores, alcaldes y datos no revelados, la propia expresidenta Bachelet y su madre, también habrían sufrido ese gigantesco dolor y agravio cuando estuvieron detenidas en Villa Grimaldi a cargo de Boinas Negras del Ejército.
Uno de los primeros en reaccionar por esta "creativa" frase de Espina fue el ex vice presidente del Colegio de Periodistas y ex editor en TVN Mario Aguilera que escribió en tuiter: "Frases que causan dolor de muchos y muchas...La memoria es una herida que no cicatriza jamás".