Enero puede ser un mes agobiante, el calor reinante y el desinterés de la gente, que se encauza hacia una cierta frivolidad estival, hacen que el país permanezca suspendido, sumido en un letargo veraniego. Mientras corro sobre el asfalto caliente, mastico las dos grandes noticias que han venido a poner algo de sabor al mes. Mientras Piñera presentaba su gabinete, Nicanor se pronunció con un feroz rezongo final, y…¡Con esa peculiaridad tan suya, le restó protagonismo al anuncio presidencial!
Mi mujer insiste en que no debo trotar con tanto calor. El calor no te hace bien - dice con sensato y dulce acento, pero yo no le hago caso… A medida que envejezco mi porfía aumenta, tal vez porque todo pierde importancia, oporque creo tener siemprela razón, cosa que al revés, se ha vuelta cada vez más infrecuente. El esfuerzo y el calorestragan mi cuerpo, mientras me esmero en procesar las importantes noticias del día.
¿Qué se debe pedir a Piñera? En contrario a la creencia de la mayoría - lo que refrenda mi tesis – un hombre que ha logrado tanto dinero en su vida debe contar con la virtud de la probidad. Sus seguidores podrán decir que accede al poder en un acto de generosidad y sus detractores, que lo guía la egolatría, pero es absurdo adjudicarle el afán de enriquecerse, si ya lo es, yatacarlo con el argumento burdo, solo le fortalecerá.
Potenciando sus habilidades en las finanzas, el Presidente enfatizará en el progreso. Sabe que no podrá gobernar solo y que deberá generar puentes con la oposición, y quesi quiere trascender, como creo que es su real aspiración, deberá erradicar la desigualdad, lo cual le obligará a ceder en más de alguno de sus postulados. Sin arrogancia ni soberbia debe imponer la autoridad que le otorga el porcentaje alcanzado en la elección, y representa un comienzo alentador el tono conciliador de los discursos que se le han escuchado.
¡Me confunde hasta la molestia la crítica infundada! Me supera aquello tan nuestro de descalificar a alguien antes de verlo actuar.En una oportunidad, siendo paracaidista, en el momento previo a abordar el avión para un salto deportivo, el instructor, hombre fornido y de carácter fuerte, eligiéndome entre el resto, sentenció – ¡Tú no saltas hoy, porque no te has preparado!
Aunque tenía razón, la orden me resultó insoportable, me encaramédesde una posición inferiorhasta ubicarme frente a él, y repliqué – ¡No tienes derecho a descalificarme tan arbitrariamente!Perplejo, el tipo se quedó mirándomefrente a la clase que observaba expectante, y advertí que suestupor inicial cedía hasta decantar en una mueca en la que destellaban tintes de burla y resignación, pero en la que además habitaba el inequívoco brillo del orgullo. El tipo, que me había humillado, aceptaba la audacia de mi defensa, aunque ambos sabíamos lo certero de su intuición. - ¡Lo autorizo a saltar! – pronunció, ofrendándome un tono de respeto que mascullé con deleite, ante la admiración de los otros. Temblando y con las piernas flojas, subí al avión, convencido de que mi concentración superaría mi falta de preparación, ¡Haría un buen salto!¡Y así fue!
La experiencia me acercó a mi instructor generando un vínculo de amistad basado en el aprecio y el respeto.Supongo que es la impresión de temor que asiste hoy a los Ministros ¿Es lógico enjuiciar a alguien antes de verlo trabajar? La impronta del Ministerio no me asombra y en sus nombres veo honestidad y la apariencia,de gente que cede mucho en el ámbito familiar y personal para estar ahí. ¡Ojalá no los guíe solo el anhelo por figurar!
Como el futuro Ministro de Educación, he sostenido en esta misma columna que gratuidad total no es posible ni conveniente, simplemente porque recursos escasos deben ser distribuidos con equidad, y mi concepción de la ética exige que se llegue hasta la educación superior solo cuando se hayan atendido las innumerables necesidades restantes.
Un empresario en Desarrollo Social - Ministerio que se equipara con Hacienda -ilusiona sobre el desafío de lograr un crecimiento económico y social equilibrado.Aprovechando la oportunidad conferida, Piñera y sus Ministros pueden hacerlo bien, y el juicio sobre su gestión, si busca ser certero, deberá ser oportuno, equilibrado y justo.
Estoy trotando en el cerro, que representa un refugio al calor. La presencia de los árboles que proveen de generosa sombra, hacen que la temperatura sea menor en un par de grados a la de las calles de la ciudad, que desde lo alto, advierto como se ha extendido en todas direcciones. Mientras subo observando el explosivo crecimiento que se ha producido hacia el norte, voy masticando el viejo y noble sabor a Parra, y mi imaginación se sitúa en sus pensamientos finales.
¿Para qué vivir tantos años? ¡Nadiemerece el martirio de la inmortalidad!¡Todos tenemos derecho adisfrutar la sensación liberadora de la muerte!
Doblegado por el implacable paso del tiempo,fugaces, corroimaginando, que desfilaron ante el poeta episodios de su vida pasada.
-Solo yo tenía zapatos, los otros, con los pies descalzos, caminaban por el empolvado suelo Chillanejo. Una fuerza extraña y superior, despertó mi eterna desconfianza, aquel desdén de desaire con que solía tratar al mundo y uninacabado resentimiento contra toda forma de poder.
-El colegio Santiaguino abrió sus puertas solemnes y supe que mi vocación era la superación. Encerrado en esos muros que cobijaban saber, me quedé un tiempo más largo para poder estudiar. No había términos medios, me debía superar. Yo no tendría que hablar, las ciencias de las matemáticas se expresarían por mí. La cultura de los monjes se hizo dueña de mi tiempo y trabajé con vigor, amparado en el rigor.El venido de San Carlos lo hacía para ganar.
-Catalina, niña mía, ¿Cómo saber tu destino? ¿Cómo mitigar tu angustia y amparar tu fragilidad? El misterio religioso embriaga mi corazón. No tengo amor por el clero,pero… ¿Cómo no amar los templos, recintos de espíritu y paz? ¡Esconden tantos secretos!
-Sonríe la vida, que llega aser deleitosa. Amo la mujer que quiero y dialogo con quien quiera. El mundo yace a mis pies. Tinto y de sonrisa dulce suelo gustarle a las gringas y también a las de acá. Vivo mi mejor momento, la posición de poder que otorga el conocimiento, me concede irreverencia y la libertad de hablar. Les reclamo alos poetas que se bajen del Olimpo. Por necesidad del alma, escribo lo que me aqueja y alguien que se dice docto habla de antipoesía, y los demás le hacen caso, y yo, ladino, me dejo adular un poco. Lúcido, brillante y culto, me tratan con gran reverencia.
-Con dolor de muerte, la vida hiere fuerte. La creadora se ha ido. Con coraje…, que a muchos machos nos falta, la hembra,se ha disipado en el viento, con sus méritos a cuesta, pero nos deja su obra y su legado florece. Real autora popular, se haido la más grande de los Parra.
-Paso atormentado, temeroso de la vida de la sosa, agobiante, ytemeroso también de la muerte. ¿Viviré siempre con miedo? ¡Seguiré sus pasos! Revólver o Poema. Un hombre imaginario viene a salvarme o… ¿A continuar la tortura? Desolada soledad. ¿Cuál es el sentido? Rumor de burla constante. Es hora de descreer, es hora de recluirse. Detesto a los ignorantes, detesto a los preguntones. A veces vienen a verme, y vencido mi pudor, me extasía la presencia de mujeres muy hermosas ytambién de algunos amigos. ¿Amigos? ¿Los tuve? ¿Cuándo? La vanidad nunca me dejó tener amigos. ¿Y amores? Hubo algunos, pero se esfumaron, alcancé hartas amantes, que ya no puedo aumentar. ¿A los hijos? Si, se los ama, con el piadoso amor de saber que se los echa al mundo para sufrir una interminable cadena dedolores y la imperecedera incerteza sobre el sentido amargo de la vida.
De los premios y del Nobel nunca estuve preocupado. ¿Merecido? ¡No lo creo! Es hora de hablar en serio. ¡Déjense de payasadas! A otro Parra con ese hueso queno por mucho madrugar amanece más temprano.
¡El espejo nomiente! Cada mañana asoma el semblante de mi calavera, del que cuelgan hebras blancas que pierden sabiduría y grises hilachas, fiel reflejo del tormento de la noche. ¡No quieroun invierno más! No resistiré la lluvia sacudiendo los cristales ni el rumor de las olas embravecidas por la fuerza incontenida del mar. Y el frío atenazador recordándomeaquel frío seco del lejano colegio Santiaguino, por el cual guardo aun algo de gratitud. No soportaré otro invierno.¡Prefiero el infierno!Mucho más de demonio y bestia, quede ángel, condición a la que tal vez la redención final pueda ascenderme. (Estruendosa carcajada)
La muerte me liberará, ¿Por qué han de meterme entonces al interior de un cajón? ¿Para mantenerme en claustro? Libérenme de una vez y mis cenizas al mar. No quiero escuchar peleas de los poetas cercanos. Que alguien cierre la puerta que la fiesta se ha acabado. A mi familia ledigo, desde donde no me oyen. ¡Dejen de pelear carajo! ¡Conserven la dignidad! Y pa´mi nieto Tololo: ¡No sea que por belicoso te vay a quedarte solo!