Por FRANCISCO CASTILLO.-
En apenas 36 años de vida al periodista Jorge Gómez, ‘Pelotazo’, le ha pasado de todo. Vastamente conocido en redes sociales –tiene un record de 600 mil seguidores-, ha trabajado en todas las plataformas del periodismo.
A fines de noviembre pasado, participa por tercera vez en la Teletón, donde se rehabilita su hija Guadalupe desde 2015; en diciembre publica su segundo libro, Década Loca, pero todo se interrumpe por su accidente vascular cerebral, dos días después de Navidad.
A mediados de enero, estando hospitalizado, el papa Francisco bendice a Guadalupe en las puertas de la Nunciatura.
Durante esos angustiosos días, se temió por la vida del joven periodista, pero se recuperó, y sin secuelas. Volvió a sus labores en radio Cooperativa el 27 de marzo, justo a tres meses del accidente. ¿Mano divina? Vaya uno a saber.
Sus libros
‘Pelotazo’ ha escrito dos libros. El primero, “La Biblia del Gurú” (junio 2016), un homenaje al malogrado Eduardo Bonvallet (1955-2015), en el que reunió 365 frases –una por día- del comentarista, tras revisar más de 30 horas de sus programas en TV.
En vísperas de la pasada Navidad, presentó su segunda recopilación de testimonios, "Década Loca: Reflexiones de Bielsa, sus sucesores y los cracks sin tercer mundial" (editorial Trayecto Comunicaciones). “La idea es que la gente no se quede con el sabor amargo por no haber clasificado. Hay mucho que agradecer a este grupo”, explica el autor.
En esta obra, Gómez resume el período 2007-2017 de la selección nacional, a través de unas 450 frases de los técnicos Marcelo Bielsa, Claudio Borghi, Jorge Sampaoli y Juan Antonio Pizzi, y de 13 jugadores que vistieron la Roja.
Las citas parten el 13 de agosto de 2007 –día de presentación de Bielsa- y concluyen el 11 de noviembre de 2017, con una frase melancólica de Alexis Sánchez, que resume lo que fue la década. Todo breve, pero contundente, como la entrevista que concedió a nuestro medio.
-Esta idea de escribir párrafos cortos, ¿es influencia de Twitter?
-La verdad no. En el colegio y luego en la universidad tuve profesores que me hacían hincapié en escribir con frases cortas. Eso permite que te lean más y te entiendan más. Sobre todo en un país que lee poco y entiende menos-, dice ‘Pelotazo’ a Cambio21.
-Hay varios libros de periodistas jóvenes sobre la actual Roja. ¿Será porque es más fácil escribir de victorias?
-Más que fácil, es más entretenido, sobre todo si viviste los hechos que relatas. En mi caso, esta Década Loca la viví como hincha y como periodista en tres de las cuatro plataformas: televisión, radio e internet. El diario fue antes, cuando éramos "malos" (2003-05).
“Soy hincha de la U”
-Seguidores del periodismo deportivo se preguntan si ustedes pueden ser hinchas de clubes.
-No es que puedan ser, lo son. El tema es que lo ocultan como si tuvieran una amante. No lo entiendo. Yo soy hincha de la "U", pero pocos lo creen, así que feliz. Mientras menos crean que soy azul, mejor.
-¿Pueden ser hinchas de la Roja?
-Pueden. En Chile, en los casos que conozco, la mayoría es hincha de su club y luego de la selección. E incluso algunos sujetos, ni pescan a la Roja. Yo al revés. Primero la selección y luego el equipo. No hay nada más lindo que ver a tu país ganar.
-¿Hay riesgo de que esta Década Loca no se repita?, ¿o la mentalidad de nuestros jugadores y técnicos cambió para siempre?
-A priori no se repetirá porque estos jugadores no durarán diez años más, porque no se ve una generación que los reemplace y porque no se ve, hasta hoy, un técnico que les cambie la vida como Marcelo Bielsa lo hizo con Bravo, Medel, Vidal, Alexis y compañía.
Marcelo Bielsa
-Si no hubiera sido por el 6-1 de Brasil a Chile en la Copa América del 2007, Bielsa no habría llegado a Chile. ¿Le gustó desde el principio?
-Bielsa me gustaba desde que hizo una eliminatoria casi perfecta con Argentina camino a Corea Japón 2002. El mundial fue un fracaso, pero la admiración se mantuvo. Que llegara a Chile fue un regalo. Y cuando le ganamos a Argentina en 2008 yo ya me sentía pagado. Hizo algo que nadie pudo en 98 años. Ese partido le abrió los ojos a los jugadores y quizás a los hinchas.
-¿Qué sería lo mejor de él como persona?
-¿De Bielsa? Su seriedad para abordar un trabajo duro. Una selección que venía humillada por Brasil y con problemas de indisciplina. Ante ello, ningún jugador le hizo show. De esa forma se pudo construir. Vidal lo intentó (el show), pero terminó volviendo y pidiendo disculpas. Sacó la maleza y sembró.
-¿Lo criticable de él en su comportamiento?
-Yo no tengo nada que criticarle a Bielsa.
-¿Cuál fue su mejor partido con la Roja?
-El triunfo ante Argentina en octubre de 2008. Gol de Orellana. Casi lloré cuando terminó el partido.
-¿La caída más lamentable?
-La derrota 3-0 ante Brasil en Sudáfrica 2010. Ya habíamos perdido con el mismo rival en Chile 1962 y Francia 1998. Una tercera vez fue mucho y poco hizo la Roja para ganar ese partido.
-Si de usted dependiera, ¿lo llamaría de nuevo para que vuelva a la Roja?
-Sí, y hasta que me conteste o me reciba en Rosario.
Claudio Borghi
-Tras su salida llegó Borghi. ¿Rescata algo de la gestión del Bichi?
-Dos cosas. Uno. Borghi dejó las cosas claras desde el principio: el tema humano era muy importante. Cuando le fallaron cinco jugadores, los sacó a todos sin importar lo crack que fueran. Dos. Mintió que había puteado a los jueces ante Venezuela en 2012 para defender a un jugador suyo. Que más encima era arquero suplente. Lo castigaron tantas fechas (cinco) que no pudo dirigir más en la banca de Chile por los puntos. Y Miguel Pinto reconoció que fue él, años después. Debió reconocerlo en el momento que pasó. A Borghi se lo cagaron sus jugadores dos veces.
-¿Cree que otros también le hicieron la cama varios, o solo lo de Miguel Pinto fue determinante?
-No le hicieron la cama, sólo que Chile no tiene banca. Vidal no tiene reemplazante. Valdivia no tiene reemplazante. Y Jara recién tiene reemplazante con Paulo Díaz. Durante muchos años no tuvo.
Jorge Sampaoli
-Después vino Sampaoli. ¿Lo mejor de su campaña?
-Como partido para trascender en el fútbol: el 2-0 a España en el Maracaná. Un estadio icónico para eliminar al campeón del mundo en ejercicio en Brasil 2014. Ese choque es un orgasmo. Como partido para nuestros libros de historia: la final con Argentina en 2015. Es el primer título de la Roja en 105 años de historia.
-¿Qué piensa de la forma en que Sampaoli se fue al Sevilla?
-Muy mala, porque en la previa dijo que quería seguir viviendo en Chile y lo único que quería era un nuevo trabajo, que finalmente consiguió un año exacto después de la Copa América 2015. Pero ojo, con Sampaoli, como con cualquier persona ligada al deporte, es justo separar al deportista / técnico de la persona y cómo actúa en su vida privada. Son muy pocos los que son como Roger Federer. Cracks dentro y fuera de la cancha.
Pizzi, Rueda, Pellegrini
-¿Qué se salva de la gestión Pizzi?
-La Copa América Centenario 2016. Nada más.
-¿Su peor equivocación?
-Dos peores. Una. No planificar el viaje a La Paz para jugar con Bolivia en la penúltima fecha doble clasificatoria. Sobre todo, una vez que se perdió con Paraguay en Santiago. Dos. No tener a nadie que mantuviera a los jugadores con el corazón caliente. Con ganas de querer comerse el mundo. Bielsa era él o Bonini. Sampaoli usaba los videos. Tras la Copa Confederaciones, la selección era una selección fantasma. Y ni siquiera fantasma, porque no asustaba a nadie.
-¿Confía en que Rueda llegue con la Roja a Qatar?
-Confío en Rueda, no en quien lo trajo. Arturo Salah elige técnicos que le gustan a él, no lo que ha hecho exitoso a Chile: entrenadores que juegan al ataque. Para mí, ese es el modo de jugar hasta que se retire el último bicampeón de América. Después traigan a Mourinho si quieren. Rueda intentará cambiar el chip a Chile como Pizzi, espero con más suerte.
-¿En qué no podría equivocarse?
-Rueda no puede transar la indisciplina. Eso es un cáncer eterno que nos ha hecho sufrir mucho.
-En caso de incendio, ¿le tinca Pellegrini?
-Pellegrini es ingeniero, desconozco si es bombero. Si lo es, que vaya a apagar el incendio, pero a la Roja que la apague cualquier otro. En todo caso con Salah, su amigo, siempre estará más cerca de venir.
El podio de la Roja
-Vamos a los jugadores: ¿cuál sería su podio de la década y por qué?
-Oro para Claudio Bravo. No ganamos las dos finales, las empatamos. Y en penales, Bravo fue clave con una tapada en cada tanda. Además, tuvo grandes tapadas a Agüero en ambos tiempos reglamentarios. Es el capitán que sucedió a Marcelo Salas y con la jineta llegó a ser el jugador con más partidos en la historia de la selección.
Plata para Arturo Vidal. Por lo crack que es. Es uno de los mejores jugadores de nuestra historia. Adelantó su recuperación para jugar en Brasil 2014. Es el volante más goleador en la historia de la Roja. Falló una vez y lo indultaron. Falló de nuevo y Sampaoli lo perdonó, quizás, devolviendo la mano por haber arriesgado su carrera antes de Brasil 2014.
Bronce para Charles Aránguiz. El mejor jugador de la Copa América 2015, único torneo en la historia que no tuvo premio al mejor futbolista. Sufrió la rotura de uno de sus tendones de Aquiles y volvió tal como siempre para lograr el bicampeonato. La semifinal contra Colombia en 2016 la ganó solo, sin Vidal, ni Díaz en el medio.
-¿Algún otro con el que se ilusionó pero que a la hora de los ‘quiubos’ se cayó?
-Ningún jugador me desilusionó en esta generación. Si no fuimos a un tercer mundial al hilo fue por culpa del técnico. Con Bielsa volvimos a un mundial tras 12 años. Con Sampaoli reaccionamos a tiempo para llegar a un mundial consecutivo. Eso demuestra que los técnicos son claves, porque los jugadores no se ponen buenos, malos o indisciplinados. Son como son y los aprovechas o no.
-¿Qué gol de la Roja es inolvidable?
-El de Orellana a Argentina 2008.
-¿Otros dos para el recuerdo?
-El de Vargas a España en 2014 y el de Isla a Uruguay en 2015.
-¿Y las atajadas, aparte de los penales?
-Los penales de las finales, porque Bravo le atajó un penal a Ronaldinho en 2008 y otro a Luis Suárez en 2016. Sin embargo, en las finales... Bravo a Agüero en 2015, y sobre todo, Bravo a Agüero en 2016. Esa tapada del alargue. Minuto 99. Es el gol que nos hicieron siempre, pero que esa tarde fue córner.
-¿Algún tiro en el palo que todavía duele?
-Ni lo diga. Pinilla. Puto minuto 119. Es la anti tapada de Bravo al Kun de dos años después. Porque al momento del palo, el comentario repetido era: "siempre nos pasa lo mismo". Algún día dejó de pasar lo mismo. Gracias a Dios.
-¿A quién te habría gustado que convocaran, pero que nunca fue llamado?
-Entre los cuatro técnicos llamaron a muchos jugadores, pero me hubiera gustado que Bielsa y Borghi hubieran llamado a Johnny Herrera. Y que siempre hubiera sido la alternativa primera de Bravo. Nadie más.
-¿Le hacen daño a los jugadores “los códigos de camarín”?
-Los códigos de camarín son una forma linda de decir que todo lo que pasa adentro no se cuenta. Y obviamente son las cosas malas, porque las buenas siempre se saben. Metáfora del vaso. Cuando se rebalsa de secretos, el camarín se va a la mierda.
-Con un plantel tan lleno de virtudes, ¿quién es el principal responsable por quedar fuera del Mundial?
-Primero, Juan Antonio Pizzi. Segundo, la ANFP. Por confiar en él.
Gómez, sobreviviente
-Hablemos de ‘Pelotazo’: ¿cómo surge el apodo?
-Fue un correo hace veinte años. Luego había que madurar y poner el nombre. Sin embargo, en mayo de 2009 abrí una cuenta de Twitter y me iluminé para elegir el apodo nuevamente. Un @jgomez no sería lo mismo. Hoy ni mi abuela me dice Jorge.
En mayo 2017, Gómez demostró otra habilidad sorprendente: una memoria prodigiosa. Dijo, frente al micrófono, sin repetir ni equivocarse, los nombres de los campeones de los cien torneos de Primera División del fútbol chileno. También se aficionó a los números. “Él siempre tiene el dato que otros no tienen”, afirma Julio Videla, su colega en Cooperativa.
-Esta afición por las estadísticas, ¿de dónde viene?
-Nadie me la contagió. Yo solo me formé así. En 1986, mi papá me regaló el álbum del mundial de México. Ahí partió el amor por el fútbol. El amor por los números partió quizás cuando caché que era malo para la pelota.
-¿Cómo es posible que haya dicho de memoria los nombres de los 100 campeones del fútbol chileno?
-Me sabía más de 80 y el tricampeonato de Magallanes. Faltaba memorizar entre 1936 y 1958. Me gusta trabajar la memoria.
-¿Y la salud, cómo va?
-Bien. Le gané una final por penales a la muerte y eso es razón de festejo. No sé hasta cuándo festejaré, eso sí.