Nolberto Díaz, es en la actualidad vicepresidente de la Central Única de Trabajadores, CUT y es Presidente de la Federación de Trabajadores de ENAP.
Su preocupación es la contaminación en Quintero y el paro anunciado para este 8 de noviembre.
-¿Qué piensa de los anuncios realizados por el presidente Piñera sobre la reforma previsional?
Débiles, muy débiles para los grandes problemas que tenemos en la materia. Observamos como los trabajadores están fuera de la toma de decisiones en materia previsional, pero son precisamente los trabajadores los que mantienen con su dinero este sistema. Nuestra gente está disconforme con este sistema, y lo que viene clamando hace rato no es que las modificaciones permitan “Mas AFP”, sino muy por el contrario lo que la gente quiere es no más de este sistema que ha condenado a miles de adultos mayores a la completa y total pobreza. Las tasas de reemplazo, que se prometieron en los años 80 iban a llegar casi al 100%, hoy están en el 33,5%, muy por debajo del promedio de la OCDE que es del 63%. Creemos que hay temas urgentes de abordar, que esta reforma no aborda.
-El Gobierno dice que ningúna administración desde la vuelta de la democracia, no se había atrevido a hacer estos cambios...
No creemos que este propuesta legal signifique un cambio respecto de lo que había antes, muy por el contrario, este proyecto más que cambiar el sistema previsional chileno, lo fortalece y profundiza. El tema del aumento de la cotización, es evidente su necesidad de realizarlo, incluso informes de la OCDE ya habían señalado la necesidad de aumentar el monto del ahorro.
-En la oposición creen que estos cambios son insuficientes. ¿Qué piensa usted?
La comparto. Creemos que el proyecto de ley viene a profundizar el negocio de las pensiones y más AFP. Cuando el Presidente anuncia que se abrirá la competencia a nuevos actores, por este 4 por ciento adicional, más bien, viene a ser un llamado a que los mismos dueños de las administradoras, vuelvan ahora bajo la modalidad de compañías aseguradoras, bancos y otros, a seguir a cargo de los dineros de los chilenos y chilenas.
- Este modelo fue impuesto en dictadura y su creador fue José Piñera, hermano del presidente. Muchos señalan que este modelo tenía que ser hecho en dictadura porque siempre favorece a las Administradoras de Fondos de Pensiones. ¿Qué piensa usted?
Creo que un modelo económico neoliberal tan ultranza como el que tenemos en nuestro país, era imposible de instalar en democracia, por tanto comparto la afirmación. En democracia, jamás los sindicatos, las organizaciones sociales, la sociedad civil organizada hubiéramos permitido un robo tan descarado como el que se permitió con la creación de las AFP. No hay que olvidar que durante la dictadura, más de 300 dirigentes de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) fueron asesinados, varios de ellos detenidos desaparecidos. Los trabajadores fuimos víctimas de la dictadura, no sólo en la persecución que se hizo contra los dirigentes sindicales, sino que también en la privatización de los fondos de pensiones de los trabajadores, que hoy se encuentran en manos de las empresas.
-¿Cuál es el modelo que tienen ustedes, la organización de trabajadores, para preservar los fondos de los chilenos/as cuando se pensionan?
Como CUT, no vamos a dar un paso atrás respecto de lo que hemos venido proponiendo. No vamos a dar un paso atrás en el llamado a que no se le entregue ni un peso más a las AFP y esperamos ser una voz pedagógica para ir a explicarle al conjunto de la ciudadanía que frente a la arremetida del Gobierno: Cuando le diga que somos nosotros los que no queremos aumentar sus pensiones, que tenga absolutamente claro que mientras sean las administradoras de fondos de pensiones mientras sean los privados los que administren la seguridad social, no vamos a tener nunca garantías de pensiones dignas. Por lo tanto nuestra propuesta ahí, está de la mano de la Coordinadora No + AFP: Queremos un sistema que no solo sea suficiente en lo económico sino de carácter universal, solidario de reparto y con fuerte componente del Estado detrás”.
Paro Nacional
-Se ha convocado a una huelga el 8 de noviembre. ¿Cuál es el motivo de esa manifestación?
Nuestro órgano máximo de decisión sindical, nuestro Consejo Directivo Nacional Ampliado, acordó realizar un paro nacional el día 8 de Noviembre, con la idea de manifestarse en contra de la agenda laboral del gobierno, que la calificamos como antisindical, y a todas las “contra reformas” impulsadas por el actual gobierno de la derecha, esto es la laboral, la tributaria y la previsional que presentó el gobierno. Nuestra organización ya se había declarado en estado de alerta producto de una serie de dictámenes emitidos por la Dirección Nacional del Trabajo (DT) que en nuestra opinión, atentan contra el espíritu de la reforma laboral, impulsada durante el gobierno de la ex Presidenta Michelle Bachelet.
-¿Usted cree que la CUT tiene la fuerza y motivación para hacer convocatorias masivas?
Nosotros somos la CUT, la central sindical más importante y relevante del país. Nuestra organización está descentralizada de Arica a Punta Arenas, y tiene representación en todas las provincias del país. El jueves 8 de noviembre, van a haber manifestaciones en todo el país en contra de las reformas que quiere llevar adelante este gobierno. Si no es la CUT la que llama a Paro Nacional, entonces nadie lo va a hacer.
Contaminación en Quintero
-Usted ha jugado un rol importante como vocero en contra de las autoridades por la contaminación en Quintero. ¿Qué ha pasado luego que incluso ha salido el Superintendente del Medio Ambiente y antes llegó al ministerio, una nueva ministra?
La salida del Superintendente ratifican nuestras críticas a la manera como el Gobierno enfrentó esta crisis. Fue precisamente el ex SMA y la Ministra Schmidt los primeros funcionarios que salieron a culpar a ENAP a primera hora, sin tener todos los antecedentes necesario. Esa fue nuestra primera queja. Lo preocupante, es que a más de 2 meses de producidos los incidentes en Quintero y Puchuncaví aún no sepa la opinión publica quienes son los responsables de estos episodios de contaminación. Hasta ahora, nuestra gente en esas ciudades, sigue viviendo la misma vida de siempre, el plan de descontaminación sigue detenido, y siguen existiendo consultas en los centros asistenciales, aunque en mucha menor proporción.
-¿Por qué en la primera etapa de la contaminación, las autoridades culparon a la ENAP de todos los males?
No tengo respuesta para eso. No fueron sólo funcionarios de este gobierno, también parlamentarios como Francisco Chahuán y Guido Girardi, quisieron culpar a ENAP de los episodios de contaminación. Desconocemos los motivos que hayan tenido para intentar involucrar a ENAP de manera tan irresponsable. Creemos que hubo un intento de levantar una cortina de humo para cargar las responsabilidades en ENAP primero y luego CODELCO, pero sin decir una palabra sobre las empresas privadas en la zona, y como aportan a la contaminación en dichas ciudades.
-Según usted, ¿Quién es el mayor contaminador de esa zona?
Desconozco quien es el mayor contaminador de esa zona. Lo que sí le puedo afirmar, es que durante años, las 17 empresas presentes en ese parque industrial, algunas más, otras menos, han desarrollado labores de carácter industrial, sin respetar normas mínimas relativas a la salud de la población. Nosotros estamos de acuerdo en que las empresas públicas tienen una responsabilidad mayor con el respeto al medio ambiente, precisamente por su rol público, pero eso no puede terminar siendo la excusa para que siempre que haya episodios de este tipo, se ponga el ojo sólo en la empresa pública y no se señale nada respecto de las acciones que realizan los privados.
-¿Qué le parece que a Quintero y Puchuncaví le llamen zona de sacrificio?
Me parece un término muy desafortunado, pero que se explica por sí mismo. Desgraciadamente, este asunto ya no se trata de un mero problema ambiental, sino de una abierta discriminación contra aquellas personas que soportan niveles de contaminación desproporcionados y mucho mayor que el resto del país, sólo por el hecho de vivir en estos lugares, ser más pobres y tener menos redes de influencia política. Ese es claramente el común denominador de Ventanas, Tocopilla, Mejillones, Huasco y Coronel, entre otras localidades. Además de estar ubicadas en la costa del país, todas ellas comparten el hecho de ser zonas altamente industrializadas, saturadas de plantas termoeléctricas a carbón y, en algunos casos, de fundiciones de cobre. En ellas, sus habitantes han tenido que convivir con la emisión de gases tóxicos y metales pesados durante décadas, soportando una carga de contaminación muy superior a la de otros lugares costeros donde la condición socioeconómica de sus habitantes es más acomodada. Esa desigualdad, se manifiesta en el mundo del trabajo, y también en el lugar en el que vives.
-¿Deben cerrar los procesos productivos para que los habitantes de esa zona pueden vivir sin contaminación? Nosotros estamos por la existencia de industrias en la zona, pero que esas industrias, hagan su trabajo como corresponde. Cerrar las industrias no soluciona nada, al contrario, traerá desempleo y terminará afectando aún más la vida de la gente de esa zona. Nosotros creemos que las empresas deben cumplir con los más altos estándares en la materia, y si para eso tienen que invertir dineros en los procesos productivos, hay que hacerlo. El Estado, tiene que jugar un rol en esta materia, no puede sentarse a mirar como varias zonas del país, llamadas malamente “zonas de sacrificio”, las personas más pobres se están viendo afectadas.
-¿Usted piensa que se ha favorecido a las empresas privadas al momento de las culpas por la contaminación?
Llama la atención la preocupación de las autoridades públicas, durante los primeros días de los episodios de contaminación, de encontrar culpables en las empresas del Estado. Nosotros creemos que tiene que ser compatible la generación de empresas con la vida en comunidad y el respeto al medio ambiente. Creo que durante estos episodios, el gobierno apresuró su análisis y terminó generando un daño a ENAP, pero más importante que el daño a ENAP, es la situación en la que están los habitantes de las comunas de Quintero y Puchuncaví, que ven como el Estado de Chile, no es capaz de garantizarles un derecho constitucional básico, como es el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación.