Oh I'm just counting

¿Quién es Pedro Barrientos? El militar que apenas terminó la dictadura huyó a EEUU llegó a Chile expulsado de ese país. Fue el que asesinó a Víctor Jara disparándole en la cabeza "jugando a la ruleta rusa"

 

Por Alfredo Peña R.

El 16 de septiembre pasado se cumplieron 50 años del asesinato, a golpes y de 44 balazos, del afamado cantautor chileno Víctor Jara, y del director de Prisiones, hoy Gendarmería, abogado Littré Quiroga, en el Estadio Chile, en Santiago. Ambos fueron llevados allí como prisioneros políticos tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.

Aunque las querellas por ambos crímenes fueron presentadas en 1978, en el caso de Víctor Jara, y en 1987 por Littré Quiroga, las causas fueron sobreseídas durante años. Solo se reactivaron en 1998 tras la detención de Pinochet en Londres por crímenes de lesa humanidad, cuando las familias del cantautor y del abogado presentaron nuevas acciones legales contra el dictador.

Medio siglo después de los hechos, la Corte Suprema chilena dictó sentencia definitiva en contra de siete exmilitares, a quienes situó en el Estadio Chile tras el golpe de Estado, donde fueron privados de libertad más de 5 mil partidarios de del presidente Allende.

La Sala Penal condenó, en votación unánime, a 15 años de cárcel por homicidio calificado y 10 años por secuestro calificado a Raúl Jofré González, Edwin Dimter Bianchi, Nelson Haase Mazzei, Ernesto Bethke Wulf, Juan Jara Quintana y Hernán Chacón Soto, este último un general retirado de 86 años que se suicidó en el mismo momento que policías de la PDI fueron a buscarlo a su departamento en Las Condes para llevarlo detenido a Punta Peuco.

Además, el exoficial y abogado, quien fue fiscal militar, Rolando Melo Silva, fue sentenciado a cinco años y un día, y a otros tres años y un día de cárcel, como encubridor de los homicidios y los secuestros, respectivamente. Todos cumplen cárcel efectiva.

Durante la larga tramitación del proceso, que investigó primero el juez Juan Carlos Urrutia y luego el ministro de la Corte de Apelaciones Miguel Vásquez, fue procesado el exmilitar Pedro Barrientos, quien se encontraba viviendo en Estados Unidos y fue deportado a Chile para ser juzgado este viernes. En julio, un magistrado, Roy Dalton, del Distrito Central de Florida, lo despojó de la ciudanía por el crimen de Víctor Jara. Además, tres imputados murieron, entre ellos el coronel Mario Manríquez, sindicado como el jefe en el Estadio Chile, y otro fue sobreseído por razones de salud mental.

El teniente del Ejército que le disparó a la cabeza a Víctor Jara jugando a la ruleta rusa

El ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, Miguel Vásquez, en la causa que investigó el crimen de Víctor Jara, señalaba siempre que el círculo aún no está completo. Faltaba detener y encarcelar a Pedro Barrientos que se había fugado en 1989 a Estados Unidos para eludir a la justicia.

Nueve oficiales del Ejército fueron condenados, ocho de estos en calidad de autores del homicidio del compositor de "Te recuerdo Amanda" y "Manifiesto", pero uno de los nombres que protagonizó este juicio, uno que en algún momento fue el más apuntado por la opinión pública, permanece sin cumplir ante la justicia.

Pero llamó la atención que Pedro Pablo Barrientos Núñez, descrito por los testigos que estuvieron en el ex Estadio Chile como un hombre de “rasgos germánicos” y que es citado en 48 oportunidades en el fallo de Miguel Vásquez, no haya sufrido condena en este marco.

Hace algunos años, el 16 de mayo de 2012 específicamente, el programa ‘En la mira’ de Chilevisión emitió su reportaje ‘¿Quién mató a Víctor Jara?’, este de inmediato impactó en la opinión pública por el relato de militares que estuvieron en el ex Estadio Chile, quienes apuntaron a Pedro Barrientos como el responsable de la muerte del cantante y director de teatro.

Si Barrientos no figura entre los nueve condenados, pese a ser apuntado como el ejecutor principal de la muerte de Víctor Jara, es porque aún estaba pendiente su expulsión luego de su detención en el Estado de Florida, pues vivía en Estados Unidos, teniendo además la nacionalidad de dicho país.

En el pronunciamiento de Miguel Vásquez se sobreseyó parcial y temporalmente al oficial por estar aún en rebeldía, oculto en Estados Unidos.

Barrientos y su carácter violento

Gracias al fallo de Miguel Vásquez es posible conocer de manera más detallada el actuar de Barrientos en el Estadio Chile. En el contenido de este, uno de los testimonios principales, y que abrió el camino para las presentes condenas, es el de José Adolfo Paredes Márquez, el mismo que fue protagonista en el reportaje de Chilevisión.

Paredes tenía 18 años para el Golpe de Estado de 1973 y siendo conscripto en aquel entonces del regimiento Tejas Verdes, fue destinado como muchos de sus pares a la vigilancia de los detenidos que permanecían en el ex Estadio Chile.

Paredes era además guardaespaldas de Barrientos. Este último le conocía bien, tanto que le señalaba que él era “su padre”. Desde los días en que el conscripto cumplía su servicio militar, el hombre de entonces 18 años ya notaba el carácter violento de su superior, quien en una oportunidad lo golpeó fuertemente con los puños por haber faltado varios días a la lista. En sus declaraciones, otros conscriptos también apuntan a Barrientos como alguien que acostumbraba a castigar a los jóvenes uniformados.

En su testimonio, Paredes señala que en los camarines del ex Estadio Chile, lugar en que se realizaban los interrogatorios, torturas y ejecuciones, vio a Barrientos y al otro teniente de Tejas Verdes, Jorge Smith. Recuerda que en una oportunidad estos dos llegaron con un grupo de detenidos vendados a quienes insultaban, entre ellos Víctor Jara y Littré Quiroga.

Al día siguiente Paredes volvió a ver a ambos prisioneros. Las víctimas venían en malas condiciones, con moretones, acota el conscripto. Pese a esto Barrientos -fuera de todo protocolo- decidió jugar a la ruleta rusa con uno de estos, escogiendo al creador de ‘El derecho de vivir en paz’. El oficial mantuvo de pie al artista, quien tenía sus maltratadas manos esposadas en la espalda, y acercando su arma corta en la nuca de Víctor Jara le disparó y dándole muerte. Luego los militares lo ajusticiaron y ya muerto le dispararon 43 balazos en su cuerpo.

Otros testimonios también dan muestra del perfil de Barrientos. Uno que si bien no lo menciona directamente, pero por los hechos se presume referencia a él.

Pertenece a Gustavo Gilberto Díaz Duarte. Este último, también conscripto de Tejas Verdes en 1973, señala que en una oportunidad vio a un teniente del regimiento golpeando a Littré Quiroga en los camarines del ex Estadio Chile mientras le gritaba “¡ahora la estás pagando!. Esto último, según el ex conscripto, debido a que el teniente había estado preso por participar en el tanquetazo del 29 de junio de 1973. Efectivamente, Barrientos participó en el primer intento de golpe y fue encarcelado por aquello hasta salir libre el 11 de septiembre de aquel año.

Como en muchos otros casos de violaciones a los Derechos Humanos, a Barrientos también le gustaba mostrarse embriagado por el poder del momento, es la ruleta rusa ya una muestra de esto. Pero en la declaración de Víctor Rosendo Pontigo Araya, otro de los conscriptos y además el encargado de sacar a Víctor Jara de las graderías y llevarlo a los camarines, se conocen más detalles. En un instante, Pontigo debió quedarse con el artista en uno de los pasillos colindantes a la improvisada oficina en que sería interrogado, momento en que el soldado le recomendó que le cantara algo al “teniente de rasgos germánicos”, puesto que el mismo oficial había mencionado, posiblemente de forma sarcástica, que Jara debía interpretarle alguna canción.

"Matamos un artista"

Uno de los relatos posteriores a los hechos ocurridos en el ex Estadio Chile corresponde a José Navarrete Barra, quien en 1979 era conscripto destinado en el Regimiento de Ingenieros Nº 6 “Azapa” de Arica, en donde una de sus funciones era custodiar el Hotel Militar que albergaba a los oficiales y en ocasiones servir de guardaespaldas de sus superiores. Fue cumpliendo esta labor en que durante una oportunidad, acompañando a Barrientos y su viejo colega Smith, quienes tenían señales de haber ingerido alcohol, escuchó el siguiente diálogo entre ellos: “..te acuerdas cuando en el Estadio Chile matamos a un artista?..”, le dijo Barrientos a Smith, quien respondió: “..el comunista conchesumadre Víctor Jara a quien le pegué unos tiros..”, ante lo que Barrientos reconoció haberle “..pegado un tiro en la cabeza a Víctor Jara..”, según dijo Navarrete.

Barrientos escapó del país en 1989, poco antes del término de la dictadura de Augusto Pinochet, posiblemente previniendo ser alcanzado por la justicia. Desde aquel entonces vivía como ciudadano legal en Florida, Estados Unidos.

Según los antecedentes publicados por la BBC en 2016, el oficial fue condenado en Florida al pago de 28 millones de dólares a la familia del cantautor, algo que según el abogado de la familia de Víctor Jara, Nelson Caucoto, no se concretó.

Con la expulsión de Barrientos de EEUU y su detención en Punta Peuco o Colina 2, el círculo de los asesinos de Víctor Jara se empieza a cerrar definitivamente...