Por María Frías
Hablar de suicidio en Chile es un tema tabú, lo que resulta paradójico, pues, durante los últimos años, de acuerdo a cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), éste ha aumentado en un 90% y representa un 2% de las causas de muerte en nuestro país.
¿Sabe lo que es vivir con 120 mil pesos al mes? Pagar cuentas, comer, vivir y poder tener una vida plena, así es la vida que imaginaron miles de pensionados y que aún no pueden disfrutar de su jubilación.
En Chile y según las estadísticas del INE en 15 años más en 13 regiones del país habrá más adultos mayores de 65 años que niños. Hay quienes abordan el envejecimiento de la población como un problema mientras que otros piensan que envejecer es un privilegio.
El grupo que más crece en la población chilena son los mayores de 75 años llegando a 480 mil hasta el momento. Esto obliga al país a innovar en muchos aspectos, no solo en el caso de mejorar las pensiones, sino que se deben registrar cambios en la educación universitaria para que haya más especialistas como geriatras, planificación urbana, salud y mercado laboral.
La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (Ocde) ha resumido en una idea, al señalar que el envejecimiento previsto para la población chilena es uno de los más pronunciados de América Latina, influido principalmente por la caída en la tasa de fecundidad y el aumento de la esperanza de vida. Y esto hay que enfrentarlo desde ya porque si no después será tarde y todo se complicará.
El presidente de la Sociedad de Geriatría y académico de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica Homero Gac señaló al respecto señaló a Cambio21 que “nosotros sabemos que va a venir un aumento importante de todas las enfermedades asociadas a la edad, ya que la gente vivirá más, entonces hay más tiempo para que ocurran esas situaciones. Aumentarán las enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes, oncológicas, etcétera.”
El médico igual se muestra optimista y señala: “Más allá de una visión catastrófica o negativa de la situación, destacó que al final que la gente viva más es un éxito social, quiere decir que nuestra sociedad ha avanzado y que ahora vive más gente que antes que no lograba llegar a esa edad. Es un éxito y un desafío al mismo tiempo”.
Según estadísticas del INE, todas las regiones, salvo Tarapacá, Antofagasta y Atacama tendrían más adultos mayores que niños, es decir, sería mayor la proporción de población menor de 15 años. En cambio, el envejecimiento será más marcado en las regiones de Ñuble con un 24,6%, Valparaíso con 22,2% y Los Ríos con 22,0 %. De población mayor.
En nuestro país existen muchas iniciativas para la tercera edad, pero ahora se viene la cuarta edad y es necesario sacar los proyectos del cajón de los recuerdos y activarlos. Recientemente se anunció por parte del gobierno la puesta en marcha de la primera etapa de una de las medidas más requeridas por las personas mayores y también una de las principales iniciativas que contempla el programa “Adulto Mejor”: la implementación de la figura del “Defensor Mayor”.
La iniciativa que busca proteger a la tercera y cuarta edad, contempla la contratación de abogados a nivel nacional para atender y otorgar gratuitamente asesoría legal especializada a personas mayores que lo requieran frente a situaciones de abuso, maltrato, violencia y/o vulneraciones de sus derechos.
Una mala calidad de vida
Para el psiquiatra Eugenio Olea del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, aseguró que “en el caso de los adultos mayores las causas son distintas y está relacionado con el aumento de las expectativas de vida, que no implica mejorías en la calidad de vida de esa población: pensiones bajas, complicaciones médicas y mala atención en salud. Además, se trata de una población que vive más en solitario, que están excluidos de la sociedad”.
De acuerdo al especialista “el control de estas enfermedades permite disminuir el riesgo de las personas al suicidio, sin embargo, a pesar de que las patologías mentales representan el 20% de todas las enfermedades del sistema de salud, el presupuesto que se le destina es de sólo un 2%”.
Poco financiamiento que implica, por tanto, una falencia de políticas públicas que se hagan cargo de estas enfermedades. “Vivimos una crisis de salud mental hace más de 30 años, en dictadura era un desastre. Sin embargo, hay que reconocer que en los últimos años se ha avanzado mucho, pero no ha sido para nada suficiente”, afirmó Olea.
Y agregó que “en otros países, los sistemas de salud, tanto públicos como privados, les pagan a las personas terapias psicológicas y/o psiquiátricas, porque saben que es una buena inversión”.
Por su parte, el jefe de la unidad de psicogeriatría del Instituto Nacional de Geriatría, Roberto Sunkel, analizó los últimos casos de suicidios protagonizados por ancianos en el país y que han estremecido a la opinión pública, asegurando que este fenómeno "en realidad, aparece como un tema nuevo, pero quienes nos dedicamos a esto no es una mayor sorpresa".
El doctor Sunkel explicó que "lo que impacta son las tasas sobre los 70-80 años que alcanzan 17 por cada 100 mil habitantes", aunque también reveló que hay "tasas subreportadas" o casos de "suicidio pasivo", que quedan en la duda.
"Dejan de tomar agua, la alimentación, abandono de tratamiento, abandono de controles médicos (...) este suicidio pasivo, aunque suene contradictorio, es un acto activo", precisó.
Para el especialista, también se muestran "un montón de factores de riesgo" en casos llamados de "suicidio ampliado", donde uno de los ancianos que se quita la vida también lo hace con otra persona, particularmente su pareja.
Entre esos factores están los "psiquiátricos, uno de los mayor peso en el suicidio de los adultos mayores; médicos, patologías crónicas o terminales; y sociales, como el aislamiento social que, como dicen algunos estudios, es mucho más mortal que el tabaquismo o el sedentarismo".
"Existen prejuicios con respecto al “viejismo”. O sea, aquellos adultos mayores es normal que se aísle, que coma menos, que sean más irritables. Pero cuando vemos la gran población de adultos mayores que no tienen patologías psiquiátricas, no son así", subrayó.
Según Sunkel, "las manifestaciones clínicas en los adultos mayores de depresión no son tan parecidas a aquellos que son más jóvenes. Antiguamente, se hablaba de la “depresión sin tristeza”, que es típica de los adultos mayores".
Finalmente, el psiquiatra también aseguró que es un mito que "el que lo va a hacer, no lo dice". "El 85% de los pacientes que consumaron suicidio se lo comunicaron a algún profesional de la salud en los tres meses previos", aseguró.
Adultos Mayores y jubilar en Chile
Pero quizás para algunos son crueles imágenes de personas mayores que deben salir a trabajar a sus 70 años para poder costear sus gastos, aunque para otros en cambio es una oportunidad para quienes no se sienten aún jubilados.
Según la Fundación Sol, la pensión promedio que recibe el 90% de los jubilados chilenos es menor a 156 mil pesos mensuales, cifra que seguirá bajando y contribuirá a precarizar aún más la situación de los futuros adultos mayores en el país.
En la última encuesta CASEN se registraron casi tres millones de personas mayores de 60 años. De este número, el 50% se consideraba “jefe de hogar”, cifra preocupante en el panorama actual ya que muchos de los jubilados reingresan al mercado laboral al no poder financiar los servicios básicos solamente con sus pensiones. En esa situación es en la que se encuentra el 43 por ciento de la población de adultos mayores en el país.
Una sociedad sin jóvenes
Para el sociólogo Ricardo Ortega “somos una sociedad envejecida, en que la tasa de natalidad es cada vez más baja, en que los jóvenes rechazan trabajos por ser mal pagados y en que adultos mayores que se encuentran en mejores condiciones de salud quieren y buscan oportunidades para seguir trabajando”.
A ello, el profesional agregó que “varios estudios han avalado la idea que cuando las personas jubilan tienden a enfermarse más, a caer en depresión, y esto sin duda es porque se sienten inútiles, aunque en muchos casos existen personas que mantienen una salud impecable a sus 70 u 80 años, pero que por ser de la tercera edad ya no son bien mirados en el sector laboral”.
Por, último sostuvo a nuestro medio que “como sociedad deberíamos darle más oportunidad no solo laboral sino también social, porque además de querer mejorar el sistema de pensiones, deberíamos tener conciencia con ellos, y variar nuestras propias conductas hacia ellos, porque ya no son los abuelitos de antaño, ahora después de jubilarse es cuando más toman fuerza”.