Por María Sepúlveda

Declaraciones del ministro Felipe Larraín sacaron ronchas y polémica entre los políticos y los economistas
En todos los tonos el ministro de Hacienda Felipe Larraín y a continuación todas las autoridades de gobierno, incluido Piñera, más los parlamentarios de derecha repiten sin cesar que la economía chilena está siendo afectada por la guerra comercial entre China y Estados Unidos.Defiende el crecimiento del país y en dos oportunidades ha dicho que duerme “tranquilo” y “como un niño” porque este alcanzará a un 3,5% cuando diversos organismos internacionales, expertos y otros ya bajaron esa cifra.

El ministro Larraín también se apoya en el último informe de Economic Outlook de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que pronosticó un crecimiento de 3,4 por ciento para Chile este año.

"En el actual escenario externo, la economía chilena muestra un desempeño que sobresale", reaccionó el titular de Hacienda y advirtió que "la guerra comercial es el principal riesgo que tiene la economía mundial y Chile, si bien está bien preparado, no es inmune"

"Como Gobierno seguiremos trabajando sin descanso para atenuar los impactos de este complejo escenario externo en la vida de los chilenos", aseguró el ministro.

 En tanto el ex ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre aseveró que "voy a ser ecuánime, es evidente que esto no es culpa de este Gobierno; este es un país minero y la situación de la minería producto de las tensiones comerciales ha implicado un descenso del crecimiento, y lo podemos ver trimestre a trimestre. Las noticias de China y Estados Unidos no son buenas, la del 'brexit' tampoco".

Sin embargo se atrevió a pronosticar: "Apuesto hoy que el crecimiento no va a ser siquiera 3,0 por ciento, y le va a jugar una factura política gigantesca al Gobierno, cazado en su propia trampa", planteó el ex jefe de la billetera fiscal.

Cabe señalar que la guerra comercial que está ocurriendo entre Estados Unidos y China al final los que más afectados se verán  son los consumidores. Ambos países se necesitan. EE.UU. necesita la mano de obra barata de China y el país asiático necesita poner sus productos en el mercado norteamericano con impuestos adecuados. Respecto a Chile, por ser una economía muy abierta, globalizada se expone a los vaivenes de lo que hagan sus socios comerciales.

El senador socialista Carlos Montes que integra la Comisión de Hacienda del Senado se sumó a las voces que toman distancia del optimismo del Gobierno respecto al crecimiento de este año, donde la meta es una expansión de 3,5 por ciento.

 "Yo recomendaría al Gobierno que rápidamente iniciara -lo que se ha hecho en muchos otros casos- un programa especial de inversión en viviendas, donde hay una gran necesidad de mayores recursos, y eso genera empleo, genera actividad, mueve la economía...", indicó Montes.

Para el legislador, "hoy día no se ve al Gobierno con mayores iniciativas, sino que esperando que el contexto internacional sea más favorable, y que se den algunas situaciones internas que no se ven por ningún lado".

Argumentos que antes se desechaban

El economista de la Universidad Central Jorge Gajardo, sobre los argumentos de las autoridades que atribuyen todos los problemas de la economía del país a la guerra comercial entre China y Estados Unidos precisó a Cambio21 que “comparto la sorpresa que constituye escuchar que hoy día se echa mano a los argumentos que antes se desechaban. Recordemos que cuando hablábamos de la desaceleración durante el gobierno de la Presidenta Bachelet y se decía que había un tema de caída de los precios de las materias primas y hay un problema de  desaceleración y la oposición de ese entonces decía que, no que era una mala gestión, que la mala implementación de las políticas públicas. Comparto que llama la atención  que ahora se eche mano de ese argumento. No obstante, creo que el argumento es válido, si era válido antes y sigue siendo válido ahora porque la economía chilena es una de las más abiertas del mundo y desde ya, digamos que todo lo que suceda en el comercio a nivel mundial nos pega fuerte”.

“Cuando  empezamos a mirar los Imacec que iban para abajo desde hace unos seis meses casi todos los meses se trataba de una incidencia de la minería a la baja. Hoy día por la prensa se hacen estimaciones respecto de cómo ya cayó el precio del cobre y eso, evidentemente que es un efecto inmediato, pero además las empresas de la minería del cobre postergan las decisiones de mayor inversión en infraestructura o cosas de ese orden, por lo tanto yo comparto  en realidad que aquí nos está pegando ya la guerra. Creo que eso no es solamente para Chile, pero acá hay una amplificación importante por la vulnerabilidad nuestra frente a los shock  de comercio, pero ya está instalada la guerra en el mundo” expresó.

 El economista explicó que “aquí no hay un riesgo de guerra comercial. La guerra tecnológica y comercial ya partió y hay menos flujos de comercio entre los países. Hay muchos bienes que están pagando ya tasas de 25% para entrar a los Estados Unidos y eso afecta rápidamente a toda la economía. Lo que pasa es que los efectos van  a sentirse en harto tiempo más y va a depender de cómo vaya escalando todo esto”.

Según dijo “los mercados de futuro del cobre también están a la baja lo cual indica que  las expectativas son malas y como si eso fuera poco han ido cayendo las existencias e cobre y sin embargo, el precio sigue bajando lo cual es muy raro porque cuando hay menos existencia lo que pasa es que el precio tiende a subir con una menor oferta. Comparto que ya hay un impacto importante y que va a seguir habiéndolo”.

Posicionar discurso neoliberal

Los empresarios han dicho que una de las cosas que está perjudicando el desarrollo de la economía es la discusión extensa de los proyectos de ley del gobierno. En tal sentido, el economista comentó que “a mí me parece que ese comentario se inscribe, en realidad, en una lógica de marketing que tiende a posicionar el discurso neoliberal  de la derecha y el empresariado en términos de haber si es que con ese tipo de comentarios se ponen las fichas en que salgan rápido las propuestas de ley para generar cambios de tipo estructural de conveniencia más bien del sistema y del empresariado. Por ejemplo, la reforma a la previsión, la laboral. Creo que hay que ver el subtexto de ese comentario que son las ansias del gran empresariado de que acá se materialice un conjunto de promesas que hizo Piñera sobre ponerle un freno a cualquier cambio de tipo social y volver a recomponer el orden neoliberal. Yo le doy ese alcance”.

El ministro de Hacienda insiste en que él duerme tranquilo porque este año la economía crecerá un 3,5%.Al respecto Gajardo dijo que “es muy probable que el crecimiento sea más del 3%, lo que no entiendo bien es por qué duerme tranquilo cuando habían hecho una promesa de reactivación mucho más potente y vigorosa y ahora un 3,5% les parece formidable que no creo que se alcance sino que va a estar más cerca del 3%, pero creo que él también habla para dar cierta tranquilidad desde el rol que él tiene, pero obviamente que las perspectivas no son buenas. Si uno mira cómo han ido cambiando las predicciones  y pronósticos de organismos como la banca internacional, la Cepal. Uno ve que cada vez se van revisando más a la baja, entonces, la tendencia debería ser para quitarle un poco el sueño al ministro, no sé por qué duerme tan bien tal vez toma un somnífero de mucha potencia”.

Uno de los problemas graves que enfrenta la economía es el desempleo, que se mantiene aún alto, más de un 7% y el gobierno no reacciona. Consultado el economista de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Central, al respecto manifestó que “esa es una de las cosas que llama la atención en términos de que, a pesar de que el año pasado hubo crecimiento bastante más vigoroso comparado con el del año antepasado, la tasa se ha mantenido súper alta en un 7% si tomamos la de la Universidad  de Chile y solo no parece que se mueva aun cuando hubo una tasa bastante alta comparativamente, y parece responder más a cuestiones de tipo estructural de la economía chilena”.

“Si  a esto se le suma que los salarios reales están estancados, han ido creciendo muy poco, hay una cosa que debería llamar a alarma o preocupación que si tenemos una disminución de la demanda externa dada por el tema de la guerra comercial y por otro lado tenemos que no hay una expansión relevante o perceptible de la demanda interna del consumo, al revés, han caído las ventas de los autos nuevos en el retail han dicho explícitamente que la tasa de crecimiento es ínfima. Al parecer el gasto por el lado de afuera o por dentro en Chile andan bastante flacos lo cual debiera mover a preocupación sobre todo a quienes pensaban que era cuestión de cambiar las expectativas, cambiar el gobierno y que así parecía ser que iban a llegar los tiempos mejores que no los hemos visto todavía. Es un tema grave el desempleo, sin duda” expresó Gajardo.

Guerra comercial “todavía no influye en Chile”