Foto: Ministro de Hacienda, Felipe Larraín
Por María Sepúlveda
A este nivel de malos resultados en la economía chilena, Piñera y sus ministros, tienen que mantener la idea como de mayor optimismo, pero si este se aleja demasiado de la realidad aparecen cada vez como menos creíbles y es lo que le está pasando al gobierno y al gabinete. Y así lo demuestran las encuestas y cada vez la gente no les cree y confía menos porque aquí hay una sensación de defraudación de expectativas que no es de la gente de oposición sino que es de su propia base electoral.
El gobierno se ha dejado influir por la guerra comercial entre China y Estados Unidos.
El ministro de Hacienda, Felipe Larraín aún mantiene cifras de crecimiento que no son factibles. Hace unos días anunció un nuevo ajuste a la baja de la proyección del crecimiento 2019, de 3,5% que lo rebajó a 3,2% que tampoco es la cifra correcta cuando los más importantes entes especializados han rebajado la proyección de crecimiento a casi un 2%. El último Imacec fue de 1,8%.
En octubre cuando se presente el presupuesto fiscal 2020 surgirá un nuevo ajuste a la baja del crecimiento 2019 y del precio del cobre promedio anual que ya bajó a US$ 2,81.
Lo claro es que las expectativas en diversas áreas de la economía han caído estrepitosamente, según indican los números.
El ex presidente del Banco Central y ex ministro de Economía José de Gregorio (foto abajo, DC) cree "que vamos a crecer lo más probable entre 2,5% y 3%, es difícil llegar al 3%, simplemente por aritmética deberíamos estar creciendo a tasas cercanas al 4% a 12 meses en los Imacec que quedan por conocerse y no hemos visto ninguno"
De Gregorio, actual decano de la Facultad de Economía de la Universidad de Chile añadió que "es cierto que por cosa de base de comparación vamos a tener mayor crecimiento el próximo semestre, pero llegar al 4% o 3,8% sistemáticamente todos los meses es difícil, más si vemos como los indicadores más cercanos que tenemos hoy día que salen cuando cierran el mes, los datos de confianza, consumidores, empresas, que están en terreno negativo, no se ve que haya una reversión para decir que en los meses que vienen, junio, julio, van a ser meses más fuertes".
"Estamos con una economía relativamente débil, débil en materia de creación de empleos, salarios, la inflación relativamente controlada con la situación de actividad económica que tenemos", concluyó.
Chantajear al resto
Jorge Gajardo, economista de la Facultad de Economía de la Universidad Central en conversación con Cambio21 comentó que “hay una pauta bastante nítida de las autoridades que los lleva a formular los discursos desde la lógica más bien de la expresión que quieren que salga en los medios. Por ejemplo, esto de la clase media, de los abuelitos yo la leo de esta manera: el gobierno ha puesto el énfasis, con la finalidad de chantajear al resto del Congreso y la sociedad, para que se haga una aprobación de la reforma tal cual y el énfasis que ponen es que las pensiones solidarias, asistencial crecen en un margen muy alto en términos de porcentaje y eso es lo que ellos dicen que repercutiría rápidamente en ayuda de los abuelitos y la clase media.
“Estamos hablando de la pensión asistencial que es bajísima es decir si tú le metes un 30% a unos 70 mil pesos en porcentaje es alto, pero no soluciona para nada. La lógica general es que aquí no tenemos un sistema de seguridad social y que las personas caen rápidamente en la pobreza una vez que jubilan si es que no tienen un buen fondo” dijo.
“Creo que es una estrategia de comunicación expresamente desplegada para poner el énfasis y poder chantajear al resto del Congreso para que voten rápidamente la reforma porque si no ellos quedan como que no quieren que suban las pensiones básicas. Creo que por ahí va la idea, pero todo esto es para mantener este sistema de la capitalización individual porque el gran gol en realidad viene por el hecho que no se toca el tema de las AFP”
Concretamente sobre la gestión del ministro de Hacienda señaló que “es bastante llamativo porque él es el único con el presidente de la República que aparecen sosteniendo una cantidad de proyecciones extremadamente optimistas casi delirantes cuando el resto de las instituciones, Banco Mundial, Cepal, Banco Central, gremios. Centros de Estudios, universidades han ido bajando la estimación. Entonces que el ministro todavía diga que vamos a estar en el 3 o sobre el 3% aparece medio delirante”
Foto: Hernán Frigolett
Reformular proyectos
Consultado respecto a si la política económica del gobierno ha sido un fracaso, el economista, señaló que “no la calificaría así porque en realidad, desde el punto de vista de la política fiscal creo que hubo un cantidad de fuegos de artificios que podría ser que la calificáramos de insuficiente, o de propaganda política ya que esto de que haya más gasto fiscal cuando en realidad lo que han hecho es reformular la oportunidad en que se van a desarrollar algunos de los proyectos públicos, o sea, no es que haya más gasto público para reactivar la economía como sería una lógica más kenesiana sino lo que hay es adelantar proyectos.
“Por lo tanto no hay un incremento neto de la inversión, sino que se traen al presente algunos proyectos y vamos a ver si se concretan porque hay que estudiarlos, solicitar algunos, entonces tiene más bien un fin de folletería política, pero conceptualmente es correcto. Cuando tienes una desaceleración que el fisco gaste más con el fin de activar la economía está bien. Desde el punto de vista de la política monetaria el Banco Central ha hecho lo mismo, es decir ha bajado la tasa. Si este fuera un curso de macroeconomía la pregunta sería: qué hace usted cuando hay una desaceleración, aplico política fiscal expansiva y monetaria expansiva y no es incorrecto, `pero es insuficiente y por otra parte da la impresión que está puesto ahí más bien para generar confianza porque cuantitativamente no tiene ninguna importancia, la política fiscal” dijo Gajardo.
Mantener el modelo
En cuanto al desprestigio que podría afectar al ministro Larraín, precisó que “no creo que haya una percepción ni por parte de los empresarios, ni de la base electoral ni de los propios ministros que haya falta de capacidad sino que ellos se la jugaron apostando a que la confianza, por una parte, se iba reponer porque en los grupos económicos tenían más confianza en su gobierno que en el anterior y que iba a haber un contexto internacional que les permitiera una tasa de crecimiento alta y no pasó nada de eso. Entonces, se encuentran un poco solos y con poca credibilidad.
“Yo no siento que haya poca capacidad técnica. Ellos usaron durante mucho tiempo el argumento de que eran más capaces y el tema no es de capacidad sino que la dinámica de crecimiento de Chile depende muchísimo más de lo que pase afuera con China, los países que nuestros bienes, que de la política macrointerna que, en general, es una política que tiene coherencia respecto del modelo. Nuestro país tiene una buena macroeconomía “señaló.
Extraña que aún el gobierno no haya impulsado el empleo para terminar con la cesantía, en ese sentido Gajardo dijo que “ellos tienen una opción que el centro tiene que ver con mantener las bases estructurales del modelo, impidiendo que hayan intromisiones de lógicas más kenesianas o con mayor intervención pública. Si se mantienen los ejes centrales de una economía de mercado con apertura comercial, con un Banco Central independiente y bajos grados de regulación me parece que para la derecha eso es lo sustantivo. El desempleo, obviamente que al gobierno no le debe parecer bien, no obstante no lo considera una prioridad porque debe pensar que en la medida que se genere crecimiento y más inversión va a haber automáticamente más empleo”
Foto: Jaime Gajardo
Falta una política más agresiva
El ex tesorero General de la República, Hernán Frigolett consultado por Cambio21 sobre la gestión del ministro Larraín dijo que “creo que no lo hemos visto en términos de hacer una política fiscal muy activa, pese al pase que le hizo el Banco Central bajando la tasa de política monetaria y posibilitando una política más agresiva en términos fiscales. Hasta el momento no hemos visto ningún plan que esté orientado a eso.
Larraín es conservador en su gestión y se nota en que “sigue con un componente más bien de ver que la tendencia se revierta poniendo muchas fichas en el sector externo y las cifras que se ven de la economía mundial son bastante preocupantes para el mediano plazo y por ahí creo que no vamos a tener elementos revertidores”
Ninguna reforma es pro inversión
El economista dijo que en términos de cifras “probablemente puede ser que el segundo semestre sea mejor que el primero, pero nuevamente creo que hay un problema que no es de nivel de casa sino que es la economía que está con bajos niveles de actividad”