Por María Cristina Prudant
Qué son un robo, que nos han “asaltado” por cerca de 40 años, que son una sinverguenzura legalizada, que le pasamos “nuestra” plata para que la administren ellos y esa misma plata se la entregan a los bancos y si pedimos plata a cualquier banco que maneja “mi plata” la presta a créditos de usura, que muchos políticos, ex ministros terminan siendo directivos de las AFP.
Estas y otras ideas gráfican lo que son las AFP. Y tienen toda la razón.
Pero han habido cinco gobiernos de centroizquierda y dos de derecha luego de la vuelta de la democracia y ninguno ha tocado este negocio que ha perjudicado a millones de chilenos y chilenas.
El dictador Augusto Pinochet fue astuto: No les creyó a los “chicago boys” y a José Piñera, que era su ministro del Trabajo que fue el que ideó este maquiavélico supuesto sistema de seguridad social.
Pinochet no aceptó que las Fuerzas Armadas y de Orden ingresaran a este experimento de los economistas. Dejó a todos sus integrantes en el sistema antiguo y hoy las jubilaciones de los uniformados son el doble o en algunos casos, el triple de los civiles que fueron obligados a estar en una AFP.
Una de las promesas de Piñera durante su campaña fue ofrecer mejorar las pensiones a todos los jubilados. Comenzó su gobierno, pero no pasaba nada hasta que se produjo el estallido social el 18 de octubre de 2019. De ahí en adelante, en la agenda social producto de la crisis social, se vio obligado a considerar el tema. Tras varias semanas, finalmente el gobierno presentó un proyecto que fue considerado por la gran mayoría como una burla para los ciudadanos, aunque parte de la oposición igual valoró que el Gobierno haya transparentado su reforma previsional, que a ojos de todos resulta como insuficiente.
En opinión de parlamentarios de oposición, el Ejecutivo insiste en la lógica de más AFP, no introduce cambios sustanciales al mercado de las administradoras y considera que el aumento al aporte solidario sigue siendo bajo.
Desde el Gobierno, las declaraciones de la ministra del Trabajo, María José Zaldívar, sonaron a casi a un chiste cuando respondió a las críticas de la oposición, señalando que el proyecto "toca profundamente a las AFP", dado que contempla ajustes al sistema como permitir que “personas constituyan cooperativas para administrar fondos o que existan entidades sin fines de lucro".
En opinión del ministro de Hacienda, Ignacio Briones, la reforma representa el “mayor cambio en años” en materia previsional, dejando atrás el cambio más importante realizado en este tema fue en el primer gobierno de Michelle Bachelet, que creó el Pilar Solidario y otros beneficios.
Lo concreto es que la propuesta del gobierno sube en un punto la oferta inicial y contempla una cotización adicional del 6% a cargo del empleador. En este punto modifica lo que había sido la idea original del Ejecutivo al determinar que un 3% irá a la cuenta individual del cotizante y el otro 3% a un fondo colectivo, que será administrado por un ente público y autónomo. Si bien el 6% ahora planteado por La Moneda coincide con el guarismo que sugiere la oposición, la diferencia sustancial es que esta última contempla que toda la cotización adicional sea dirigida a un fondo colectivo con lógica de reparto.
María José Zaldívar, ministra del Trabajo y Previsión Social
Finalmente, el proyecto del gobierno fue aprobado en la Cámara de Diputados con los votos de la Democracia Cristiana y los independientes. Sin embargo la última palabra no está dicha porque aún falta la decisión del Senado, donde obviamente puede ocurrir lo mismo que pasó con la acusación constitucional contra el intendente Guevara y terminen aprobándola. Pero, la ciudadanía se ha pronunciado de mil formas sobre el tema y ha dicho No + AFP y también un grupo de parlamentarios.
Según el presidente del Senado, Jaime Quintana (PPD), en la propuesta del gobierno "falta más solidaridad y más límites a las AFP para tener un verdadero sistema de seguridad social". El Presidente del Senado ya había formulado un planteamiento concreto respecto al tema trabajado con Rodrigo Valdés y Nicolás Eyzaguirre, los dos ex ministros de Hacienda.
La propuesta de Quintana, plantea lograr un “pacto transversal para terminar con las AFP como modelo previsional” y además, señalaba que “la industria de las AFP debe ser radicalmente intervenida”. Para eso señala algunas opciones, como separar las inversiones de la administración de cartera y poner un límite máximo a las utilidades.
El diputado de RD Giorgio Jackson, expresó en su cuenta de Twitter que la reforma anunciada por el Gobierno fortalece la lógica de capitalización individual y no toca a las AFP.
“El Gobierno de Sebastián Piñera se ve forzado a retroceder campaña del terror sobre reparto en pensiones y reafirma que sin movilizaciones nada cambiaría. Pero sigue sin tocar AFPs y mantiene énfasis individualista e impide mejorar más pensiones de hoy y futuras", indicó.
“La Reforma de este Gobierno no soluciona el problema, ni ahora ni cuando esté en régimen (en 48 años más). Debemos actuar hoy para los 9 de cada 10 pensionados que reciben menos de 300 mil pesos como jubilación”, dijo Jackson.
El senador PS Juan Pablo Letelier dijo que “lamentablemente el Presidente Sebastián Piñera insiste en la lógica de más AFP; en las cuentas de capitalización individual y poco en seguridad social".
"Nosotros como oposición proponemos un cambio estructural para reponer la seguridad social, con beneficios definidos, sin letra chica", añadió.
Por su parte, el diputado independiente es DC, Raúl Soto también pidió estar “atentos a la letra chica” y “las AFP se deben tocar con mayor decisión”, aseguró.
El vicepresidente del Senado, Alfonso de Urresti, reiteró estas aprensiones, al señalar que “una vez más el Presidente queda al debe y no responde a lo que la gente está pidiendo. Su reforma previsional no toca a las AFP y aumento al aporte solidario sigue siendo bajo para generar aumentos sustantivos a las pensiones en general!”.
Para el presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar, el anuncio fue “absolutamente insuficiente. Insiste en blindar a las AFP a las que no les toca nada del lucrativo negocio previsional. Lo que se requiere es No Mas AFP y un sistema público de verdadera seguridad social”.
No + AFP y Fundación Sol
El movimiento No + AFP fue aún más crítico, señalando que la reforma de pensiones propuesta por Piñera “lo único que hace es echar más leña a la hoguera”. “Él dijo que había escuchado a la gente. No ha escuchado a nadie. Desgraciadamente, lo que tenemos que hacer nosotros como movimiento social es que no vamos a apoyar en lo más mínimo esta propuesta que ha hecho Piñera”, dijo el vocero del movimiento Luis Mesina.
La Fundación Sol, en tanto, calificó esta propuesta como un “Mini Sistema Mixto”. "Chile vuelve a ser experimento mundial (…) En los sistemas de pensiones mixtos como el de Suecia y Uruguay, más del 75% de la cotización va a reparto. Con la propuesta del gobierno, Chile tendrá un Sistema Mini Mixto y solo 19% de cotización va a Reparto. Continúa la crisis previsional", advirtieron.
Estudio de politólogos
Un estudio publicado en la revista Latin American Politics and Society, por los politólogos Antoine Maillet, profesor asistente del Instituto de Asuntos Públicos (INAP) de la Universidad de Chile e investigador COES, y Tomás Bril Mascarenhas, profesor asistente de la Escuela de Política y Gobierno de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) muestra cómo desde 1990 a 2018, la industria de pensiones en Chile logró construir y acumular poder empresarial, a tal nivel, que terminó por controlar la agenda en materia de políticas públicas favoreciendo mantener el statu quo; incluso cuando las encuestas de opinión pública, desde el 2000, fueron evidenciando el rechazo de la ciudadanía al sistema de capitalización individual. La puerta giratoria y las amenazas a la destrucción de la economía explican en parte la configuración y mantención de este poder.
Esta investigación ayuda a entender por qué nadie se atreve a tocar las AFP... Según el estudio “(…) la poderosa industria de pensiones privadas disfrutaron la ventaja de jugar el juego regulatorio sin una oposición significativa de ningún actor del sector popular bien organizado que pudiera contrarrestar su influencia”. Si bien reconoce que en la década de los 90 surgieron propuestas de las organizaciones de la sociedad civil y de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), señala que no fueron lo suficientemente fuertes para instalarse.
Ricardo Hormazábal, abogado
Para Maillet, la construcción del poder empresarial se expresa fundamentalmente a partir de la puerta giratoria, donde ex autoridades o funcionarios públicos migraron al sector privado ejerciendo cargos directivos en las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), como ya lo han hecho 9 ministros y 3 cargos públicos de alto nivel. “Nosotros pensamos que esto termina configurando una especie de oportunidades que hace que las autoridades públicas no cuestionen mucho el modelo: saben que tienen un actuar dentro de la ley, pero no van a ir más allá, porque también saben que se les van a abrir oportunidades a futuro, y eso condiciona sus decisiones en el momento en que están siendo una autoridad pública”.
En ese sentido, “tienen la capacidad de controlar agenda, de limitar el policy space (espacio de las políticas públicas), para que ciertos temas no entren en la discusión”, y explica que así lograron dejar fuera de debate el sistema de pensiones estatal, propuesto por Bachelet en su segundo mandato.
La construcción del poder se puede analizar desde el “poder instrumental” y desde el “poder estructural”. El poder instrumental refiere a las tácticas que ocupan los sectores empresariales para influenciar directamente en los prestadores. “Las AFP actúan ocupando el poder construido (…) esto es, ejercer directamente una influencia con el propósito de tener o modificar decisiones políticas inmediatas. En el lenguaje más común de la política, el poder instrumental es el lobby y la comunicación estratégica”, explica el investigador COES.
En cambio, el poder estructural es más difuso, puesto que no hay una acción concreta para aplicarlo. Se expresa, por ejemplo, cuando sus representantes aparecen en los medios de comunicación con declaraciones como: “si tocan a las AFP la economía va a colapsar”, o “las AFP son un pilar fundamental para el desarrollo económico y la creación del empleo”, creando esta sensación de amenaza hacia los actores públicos, quienes dicen: “quizás, es mejor esperar porque vamos a tener muchos problemas”, señala.
Durante el período post dictadura los fondos de pensiones de gestión privada acumularon gran parte de su capital económico. En 1990, administraban activos financieros que equivalían al 23% del PIB y en 2014 esta cifra alcanzaba el 70%, convirtiéndose en una gran fuente de liquidez para los bancos.
Por último, Maillet considera viable un sistema de ahorro colectivo administrado por el Estado, donde destaca la propuesta de No + AFP sustentada principalmente por el trabajo de la Fundación Sol. Para él, hay que crear un sistema de seguro solidario, horizontal e intergeneracional: “la solidaridad se da de esta forma. No puede haber solidaridad sin que algunos paguen más, esa es la lógica”. A su parecer, la propuesta del gobierno no ha sido suficiente, “el actual movimiento demuestra que la demanda está súper instalada y que es transversal. Es una urgencia social fundamental y la movilización no va a cesar mientras no se resuelva”.
No queremos más AFP
Esta es la carta respuesta de un afiliado a la AFP Hábitat, a su gerente Cristián Rodríguez explicándole por qué los chilenos no quieren más AFP. Vale la pena leerla.
No tan estimado Cristián:
El hecho de que yo esté obligado por ley a entregarles mensualmente mi dinero a alguno de Uds. y que, en vez de pagarme Uds. a mí por este aporte de capital, yo tenga que pagarles a Uds. por “administrar” mis fondos, no quiere decir que yo sea una persona imbécil e ignorante.
Se lo aclaro, porque lo que Ud. plantea en las cartas que me dirige, sin que yo se las haya solicitado, son argumentos para personas de muy bajo CI o con ignorancia absoluta sobre economía.
Lo primero que Ud. hace es obviar, lisa y llanamente, el origen de este sistema de pensiones absolutamente sui generis, que tenemos en Chile.
Esto lo impusieron los grandes empresarios, por la fuerza de las armas y bajo un régimen de terror, que impidió la expresión del rechazo que se manifestó en otras naciones, cuando también se trató de imponerlo y quitarle el dinero a los trabajadores para pasárselos a los empresarios.
En segundo lugar, no describe las características reales del mismo.
En efecto, la totalidad de los trabajadores estamos obligados a entregar nuestros fondos previsionales a grupos empresariales nacionales y extranjeros, que los usan para ser invertidos en sus mismas empresas o grupos de interés.
Nosotros, los supuestos “propietarios” del dinero, no tenemos derecho a nombrar ni siquiera un Director en estas empresas que manejan “nuestros” miles de millones de dólares. Tampoco podemos retirar “nuestros” fondos de las manos de Uds., bajo forma de préstamos sin o con bajo interés.
Debemos aceptar que Uds. les pasen “nuestras” platas, a sus Bancos a tasas de interés bajísimas, y nosotros debemos pedirle “nuestra” plata a su Banco, el que nos la presta a intereses usureros.
Debemos aceptar que, si Uds. administran e invierten mal “nuestro” dinero, y nos hacen perder varios millones de pesos, igual debemos pagarles a uds. por habernos hecho perder “nuestro” dinero.
Ud. me dice que el fondo de capitalización que yo tengo en Hábitat es mío, de mi propiedad.
No obstante no puedo disponer de él. Ud. me tiene unos 100 millones de pesos que, teóricamente, son de mi propiedad, no obstante, al cumplir mi edad de jubilar, no me serán entregados.
Uds. se quedarán con mi dinero y me lo irán devolviendo en cómodas cuotas mensuales, bajo la forma de “pensión de jubilación”, en un monto que fijarán Uds. mismos con la complicidad de la Superintendencia de Pensiones (dirigida por un ex o por futuros integrantes de sus Directorios empresariales).
Ese monto equivale a un 30% ($498.000) de mi actual sueldo y ni siquiera lo recibiré de por vida.
No crean que sea tan estúpido como para no darme cuenta que esa pensión se financia con los mismos intereses que rinden los 100 millones de pesos, supuestamente míos, que Ud. maneja y que invierta en sus empresas.
Si esa plata realmente fuera mía y la invirtiera yo en el mismo mercado de capitales en que Ud. la invierte, a un 1% de interés mensual, tendría hoy una renta de 1 millón de pesos al mes y mantendría mi capital de 100 millones como patrimonio personal.
Si Ud. me dice que la tasa de interés está más baja, dejémoslo en la mitad, 0.5% y seguiría sacando los $500.000 mensuales, pero mantendría mi capital de 100 millones para toda mi vida.
Me queda claro que su negocio, amparado por la ley, es impedir que yo maneje mis fondos para invertirlos a bajo interés o incluso perdiendo plata (total es la mía y no la suya) en sus empresas relacionadas (Bancos, Financieras, Seguros, Celulosa etc.), las que obtienen altas rentabilidades con MI plata, mientras que yo debo aceptar no solo la “rentabilidad negativa” de mi fondo, como Ud. llama elegantemente al hecho de hacerme perder MI dinero con SUS decisiones de inversión, sino que, peor aún, debo pagarle por ello.
En mi caso concreto, si estuviera jubilando por la antigua Caja Nacional de Empleados Públicos y Periodistas (Canaempu) tendría una pensión de por vida de $1.150.000.
Como estoy en AFP Hábitat, mi pensión será de $ 498.000.
Cualquier argumento o explicación que Ud. quiera esgrimir para explicar esta diferencia, está demás.
Lo objetivo, es que SU negocio es excelente para Ud. y SUS empresas, pero no para sus afiliados.
Y conste que estoy en el sistema de AFP no por una “libre elección”, sino porque, siendo funcionario público cuando se implantó este sistema de despojo, fui obligado bajo amenaza de perder el empleo, a dejar Canaempu y pasar a una AFP, acción por la cual mi Jefe de Servicio de la época recibió una fuerte comisión por cada nuevo “afiliado voluntario” que consiguió.
Aprovecho de solicitarle que, en el futuro, se abstenga de utilizar su posición privilegiada para enviarme cartas y mensajes en que argumenta a favor de su empresa y se limite a entregarme información objetiva sobre las ganancias o pérdidas que Ud. logra con mis fondos.
Saluda Atte. a Ud.
Otros expertos analizan que por qué no se atreven a tocar las AFP
Giorgio Jackson, diputado de Revolución Democrática
El economista, Víctor Salas de la USACh dijo a Cambio21 que nadie toca las AFP porque “pasa que son un mero instrumento para manejar el ahorro obligatorio para tener previsión. Entonces, no han encontrado otro instrumento que permita hacer ese manejo. No hay un sistema que se financie suficientemente a no ser que tú pongas, de verdad, mucha plata. Esa es la verdad de esta situación”
El abogado experto previsional, Ricardo Hormazábal explicó a Cambio21 que la explicación es muy sencilla: “primero porque el modelo de capitalismo individual de las AFP, contrario a la seguridad social, fue asumido por sectores importantes de la Concertación y de la Nueva Mayoría y eso fue un trasbordo ideológico al neoliberalismo brutal. Y en segundo plano está el hecho de la influencia de los recursos, como ha quedado demostrado, en las campañas de los políticos”
“¿Por qué no se tocan las AFP? Porque ha habido una legitimación ideológica de la tecnocracia concertacionista y de Nueva Mayoría con la derecha en este ámbito y segundo, porque han sido captados sus principales liderazgos técnicos a través de contrataciones en las empresas como directores o asesores y para que quede más claro le agrego un tercero, el resto es la plata ilegal que han recibido de las grandes empresas que obtienen capital barato de los fondos de las AFP” precisó
El economista especialista en previsión social, Andras Utthoff señaló a Cambio21 que nadie toca las AFP porque los asesores de los que están en el medio, que tienen un voto para un lado y para otro, son directores de AFP, tan sencillo como eso.
Por su parte el vicepresidente de la CUT, Nolberto Díaz, señaló que en Chile no gobiernan los presidentes sino que gobierna el poder económico y una parte importante o la gran mayoría del poder económico en Chile están en las AFP. Cuatro o cinco AFP, dos empresas africanas de seguros controlan todo el mercado. Aquí lo que se hizo el año 1981 no fue crear un sistema de seguridad social. José Piñera, hermano mayor del Presidente de la República, creó un mercado de capitales. Lo que se hizo fue juntar la plata de los trabajadores chilenos para prestársela a la empresa privada y para salvar a la banca y con nuestra plata los ricos se hicieron más ricos y los ricos nos prestan plata a través de la banca con intereses que son más grandes de los cuales ellos recibieron las platas de las AFP.