Por Mario López M.
La ministra de Educación, Marcela Cubillos, ha recorrido Chile faltando gravemente a la verdad para justificar su proyecto autodenominado “Admisión Justa”. No ha sido la única. El ministro del Interior (s), Rodrigo Ubilla afirmó, sin pruebas de ellos, que “el conflicto mapuche” estaba detrás de los incendios en el sur.
No han sido los únicos, la ministra de Transportes, Gloria Hutt, mintió al decir que no sabía del alza de pasajes del Transantiago, a pesar de haber participado en la reunión que lo acordó. Caso patético el del titular de Salud, que achaca a los inmigrantes y a la pastilla del día después, el aumento del VIH en Chile.
Este verano será recordado no solo por las desgracias naturales que han asolado al país, ante la impasividad del Ejecutivo, de vacaciones, sino que, además, por la seguidilla de embustes que altas autoridades han proferido sin sonrojarse, sea para justificar cambios que pretenden hacer o para criminalizar a sectores de la población. El “miente, miente, que siempre algo queda, se toma La Moneda.
No deja de extrañar la pasividad con que la oposición, si es que hay tal y no anda de parranda, como afirmó el exministro Francisco Vidal, que no ha reaccionado al unísono rechazando esta nueva política de Estado, que corroe los valores más esenciales de la democracia, haciéndose eco de la “escuela Trump”, en alusión al presidente norteamericano Donald Trump, “el mandatario de las 5 mentiras diarias”, como se le ha denominado.
Las post-truth
Fue el Diccionario de Oxford el que declaró la palabra “post-truth” (post verdad) como lo “relativo a circunstancias en las que hechos objetivos son menos influyentes en la formación de la opinión pública que la apelación a la emoción y a la creencia personal”. Qué duda cabe que la deshonestidad, en la política, no resulta nada nuevo, pero lo que sí resulta extremadamente peligroso y escandaloso, es el incremento de la mentira y de los efectos que esta puede tener sobre nuestra sociedad.
En los últimos días, han sido varios los ministros que han utilizado la herramienta de la post verdad para fijar o justificar políticas de Estado. Afirmaciones falsas a sabiendas que se lanzan por la prensa y sirven de argumento sin prueba. Las repiten tantas veces que son pocos los que se cuestionan si el hecho es verídico o no, lo dice un ministro y lo repite la prensa.
Ya la derecha ha usado con éxito la post verdad en Chile. Baste recordar la efectividad del “chilezuela” que utilizó el temor como instrumento de convicción a los propios adherentes o de desarme para los indecisos y temerosos. El manejo de cifras del INE, manipuladas al arbitrio del gobernante o la caja de resonancia de los grandes medios de comunicación o redes sociales, son las armas que en nuestro país se encuentran desplegadas y han sido usadas sin pudor, por ministros este verano. Vea usted.
Las falsedades de la ministra Cubillos
En una gira por buena parte del país, para dar a conocer el proyecto que han llamado “Admisión Justa”, que busca terminar con la Ley de Inclusión del gobierno de Michelle Bachelet, la secretaria de Estado ha realizado una serie de afirmaciones falsas, incluso a la ley, lo que no puede hacer, sino que a sabiendas de estar faltando a la verdad. Al respecto el académico Fernando Atria dijo que, “No creo que sea tan irresponsable de ser ministra y no conocer la ley, yo no creo que sea ese el caso. Es una manera de construir apoyo para un proyecto de ley que ellos, irónicamente, denominan admisión justa, cuando es lo contrario”.
Por su parte el diputado Gabriel Boric (MA) dijo que “la gira de la infamia a la Ley de Inclusión de la ministra Cubillos, está llegando a límites intolerables para quienes tienen un poco de respeto por la verdad”. Las reacciones fueron a un tweet de la ministra, donde señalaba que la ley “prohíbe a los padres solicitar una entrevista en el colegio al que se les derivó”. En la misma red social, el abogado Fernando Atria, afirmó: “Mentiras y más mentiras. La ley prohíbe al establecimiento exigir entrevistas, tal como prohíbe exigir la foto en el CV. Pero permite a los padres pedirlas: ‘Las entrevistas que se realicen en esta etapa (de postulación) deberán ser solicitadas por los padres...’ (art. 7bis)”, le respondió a Cubillos, indicándole la ley y artículo que desmentía lo aseverado por la ministra.
Según Atria, la ministra “desinforma respecto a cuál es el contenido de la legislación, alimenta expectativas que son falsas y todo esto como parte de una estrategia para justificar un proyecto de ley que no tiene nada que ver con las falsedades que está diciendo (son) descripciones tendenciosas y falsas de un sistema que a la ministra no le gusta y que, desde el punto de vista de su responsabilidad ministerial, es una cuestión extraordinariamente grave, porque cuando dice que la ley prohíbe a los padres pedir entrevistas, es imaginable que muchas personas van a creer que como lo dice la ministra, efectivamente la ley lo prohíbe, y no lo van a hacer porque la ministra lo dice. Les está diciendo a los padres que carecen de derechos que la ley efectivamente les da”, sostuvo el profesional.
La diputada Camila Vallejo dijo por su parte que “la ministra Cubillos haga campaña con la mentira, es de una bajeza política peligrosa, sobre todo si encabeza el Mineduc. En educación se necesitan buenos ejemplos, no manipular la opinión y la frustración de las familias para sacar provecho político pequeño”.
“Peligrosa desinformación”
Así lo aseguró Educación 2020, que acusó a Cubillos de estar llevando adelante una “peligrosa desinformación” que “lo que pretende hacer es reponer la selección por notas y devolver a los colegios el poder de decisión de seleccionar a las familias”, reponiendo la selección por parte de los colegios y no de los padres. Lo extraño, es que el propio ministerio de Cubillos ha calificado de positivas las cifras que ha arrojado la ley actual: el 82% de los estudiantes quedó en uno de los establecimientos de su preferencia, el 60% quedó en su primera opción, mientras que sólo un 17% rechazó la matrícula.
Nicole Cisternas, directora de Política Educativa de Educación 2020, dijo que “nos parece peligroso sembrar expectativas en las familias con las que el Gobierno se reúne, especialmente porque el proyecto de ley que ellos presentaron no soluciona ninguno de los problemas que se han señalado. Lo que pretende hacer es reponer la selección por notas y devolver a los colegios el poder de decisión de seleccionar a las familias (...) parece bastante peligroso el tema de la desinformación”, solicitando al Gobierno a que “si se va a debatir un proyecto de ley, debatamos con la verdad, con responsabilidad”.
Las críticas también provienen desde el interior del ministerio de Cubillos, desde la Asociación Nacional de Funcionarios del Ministerio de Educación (Andime), Juana Fuentealba, secretaria nacional de la organización, aseguró que “Aquí el tema es cómo le venden la historia a los padres y apoderados de que van a tener libertad de elegir, eso es falso, es absolutamente falso, lo que ellos están haciendo no es que el padre elija, si no que unos pocos elijan sus establecimientos”, agregando que Cubillos “no ha escuchado nada, hace un buen uso de las redes, pero insistimos en que una cosa es saber usar las redes y otra es mentir a través de estas”, acusándola de paso de estar “abandonando la tarea y el rol que tiene este ministerio desde su autoridad”.
Duro fuego amigo
La académica e investigadora de la CEP, Sylvia Eyzaguirre, que trabajó en elaborar el programa de educación en la campaña de Piñera, para quien frente a los dichos de Cubillos aseguró que “Algunos juicios son de frentón falsos. ¿Qué pretenden? ¿Por qué desinforman así a la ciudadanía? Por ejemplo, dijo que el sistema de admisión debería ser modificado porque cerca de un 15 por ciento de los alumnos no quedó en ninguna de sus preferencias. Pero resulta que nada en el proyecto de ley que envió mejora esta situación. El gobierno ha dicho que quiere devolverle la libertad de elegir a los padres, pero el proyecto de ley que se envió solo restringe la libertad de elección de los padres, pues les da a los colegios más posibilidad de elección”.
Agregó la académica de derecha: “Entonces uno se pregunta: ¿Qué pretenden? ¿Por qué desinforman así a la ciudadanía? Tal vez las encuestas les dicen que cuentan con el apoyo ciudadano, pero es complejo actuar así porque algunos juicios son de frentón falsos, por no decir mentira, y crean falsas expectativas que no podrán cumplir. El problema es muy sencillo de entender. Cuando 1000 niños postulan a un colegio con 100 cupos, 900 quedan fuera. Eso es así con cualquier sistema. Echarle la culpa al nuevo sistema es mentirle a la gente, porque con cualquier sistema 900 quedan fuera. Las familias cuyos hijos no quedaron en los colegios que querían están frustradas y es entendible, pero es peligroso jugar con la frustración de estas familias y aprovechar esto políticamente para responsabilizar a algo que no tiene responsabilidad alguna. Creo que esta actitud es pan para hoy, pero hambre para mañana”.
Silvya Eyzaguirre, aseguró que “Echarles la culpa a los expertos me parece poco honesto por eso me molestó lo que dijo la ministra. Ella sabe que la frustración de las familias tiene que ver con el hecho de que son pocos los colegios que las familias valoran y eso produce que los pocos buenos colegios sean altamente demandados y eso implica que muchas familias queden frustradas cuando ven que sus hijos no quedaron asignados. Pero sabemos que eso no es un problema del nuevo sistema de admisión, éste simplemente lo saca a la luz. Echándole la culpa al empedrado no vamos a avanzar y si te dedicas a desprestigiar un sistema desinformando, entonces probablemente puedes lograr revertir la medida y volver al status quo, pero en el fondo sabes que no avanzaste nada, solo lograste volver a esconder un problema bajo la alfombra. Me parece que no es esa la clase de política que Chile necesita”.
Miente, miente, miente que…
La ministra Cubillos no ha sido la única que ha faltado a la verdad en las últimas semanas, al menos otros tres ministros han incurrido en la misma deliberada e irresponsable conducta. El más reciente en lanzar una post verdad, fue el ministro del Interior subrogante Rodrigo Ubilla, quien, sin ningún fundamento o acreditación, criminalizó la causa y al pueblo mapuche, responsabilizándolo de los incendios en La Araucanía: “Algunos de los incendios que se han producido en el último tiempo están asociados al tema de la causa mapuche”, afirmó.
Las respuestas no se hicieron esperar: La directora de la encuestadora Mori, Marta Lagos, escribió vía Twitter: “Temerario este ministro subrogante. si esto fuera EEUU al día siguiente habría grandes manifestaciones por esta afirmación. Pero estamos en Chile, donde la tolerancia a las brutalidades es infinita”. Por su parte, el ex fiscal Carlos Gajardo acotó: “Hace 3 meses, después del Caso Catrillanca, (Ubilla) decía que la evaluación del Comando Jungla era positiva. Hoy día asocia incendios a la causa mapuche sin tener pruebas de ello. Uno esperaría más prudencia de la segunda autoridad del país en temas de seguridad”.
Quien ha roto esquemas al respecto de la post verdad, ha sido el ministro de Salud Emilio Santelices, quien ha asegurado, ante el alza registrada de contagiados de VIH en Chile, que “cuando uno desagrega esta cifra puede encontrar que la mayor parte de estos pacientes son pacientes extranjeros. ¿Qué es lo que ha ocurrido acá? Tenemos un cambio en nuestro perfil epidemiológico en donde los pacientes, los chilenos, y creemos que en eso ha contribuido todo el trabajo que ha hecho desde que iniciamos el plan de VIH, tienen una cifra similar a lo que había ocurrido en los años anteriores no ha aumentado de manera significativa los pacientes con VIH”, afirmó.
De todo le dijeron al ministro que criminalizó gratuitamente a los extranjeros sin ninguna base o sustento. “Frívolo e irresponsable el ministro de Salud al estigmatizar a los migrantes de esta forma. Él sabía que las cifras de VIH están descontroladas hace tiempo en Chile y aun así, las medidas tomadas por el Gobierno son totalmente mediocres e insuficientes y ¡se lo dijimos!”, aseguró la diputada Karol Cariola. Por su parte, el abogado especialista en materias legales sobre VIH/SIDA, Esteban Arévalo, dijo que las declaraciones “son inaceptables por un ministro que actúa como representante del Estado chileno, infringiendo la norma expresa de la ley y también normas de nivel constitucional, como la igualdad ante la ley”.
Quien también transformó el verano en temporada de post verdad, fue la ministra de Transporte, Gloria Hutt, quien aseguró a la prensa, el 22 de enero pasado, desconocer el alza en Transantiago. No pasaron unas horas para que la mentira quedara al descubierto. Uno de los que con más ahínco fustigo a la secretaria de Estado, fue el diputado Leo Soto, quien la acusó de “mentir”, de hecho, afirmó que citará a la Cámara a la titular de Transportes, por “faltar a la verdad” respecto a sus conocimientos en el alza del valor del Transantiago, asegurando que Hutt estaba enterada desde el 27 de diciembre que el precio del pasaje subiría, dado que se habló en una reunión del Panel de Expertos en la que estuvo presente. Un acta con la firma de la ministra, terminó por echar por tierra, este nuevo embuste.
“La mentira ya es política de Estado en el Gobierno de los tiempos mejores”, sentenció Soto al finalizar.