Por Antonia Paz R.
Desde la vuelta a la democracia en 1990, Ángela Francisca Vivanco Martínez, ha sido una activa militante de la derecha política en Chile.
Es más, antes de 1990, se unió a la candidatura presidencial de Francisco Javier Errázuriz -Fra Frá, por la tartamudez del candidato- que era apoyado por la denominada Unión de Centro Centro.
A inicios de 1992 asumió como vicepresidenta del partido Unión de Centro Centro (UCC) de Francisco Javier Errázuriz Talavera, convirtiéndose en secretaria general en octubre del mismo año, y en enero de 1995 asumió la presidencia de dicha colectividad. En las elecciones parlamentarias de 1997 se presentó como candidata a diputada por el distrito 27 (El Bosque, La Cisterna y San Ramón) por el partido Renovación Nacional (RN), donde entró a ser militante, no resultando electa.
Además de ser docente en la Universidad Católica, ejerció como decana de la Facultad de Derecho de la Universidad Santo Tomás entre 2011 y 2012, y como vicerrectora académica en dicho plantel hasta 2016. También fue académica de la Universidad del Desarrollo, Universidad de los Andes y la Universidad Adolfo Ibáñez y al menos hasta 2023, también figuraba como profesora de la polémica Universidad San Sebastián.
En 2015 participó en la publicación del documento Chile no necesita una Nueva Constitución, elaborado por un grupo de estudios constitucionales de la Unión Demócrata Independiente (UDI) durante el proceso constituyente de esa época, donde se defendía el legado de la Constitución de 1980
En 2018 representó a la coalición de derecha Chile Vamos en el debate contra el aborto por tres causales; luego representó a la Universidad Católica en un recurso contra el Ministerio de Salud por la objeción de conciencia en la Ley de aborto.Ese mismo año fue ratificada por el presidente Sebastián Piñera como miembro de la Corte Suprema, con 30 votos a favor en el Senado.
Entre 2022 y 2023 actuó como vocera de esa institución.Desde ese rol ha formado parte de la Tercera Sala, donde se abordan fallos relacionados a cuestiones constitucionales, como el derecho a la salud, medioambiente, libertades públicas, o libre competencia.
Acusación constitucional en su contra
Los dos capítulos referidos a Vivanco en la acusación constitucional quedaron en manos de la bancada de diputados de Renovación Nacional, responsabilidad que no era sencilla dada la antigua militancia que tuvo la magistrada en esa colectividad.
Incluso, en 1997 ella llegó a ser candidata a diputada por el RN y era parte de los expertos que habitualmente colaboraban con legisladores y el Instituto Libertad, asociado al partido.
Pese a ese lazo político, la bancada de RN redactó un severo juicio contra la magistrada. En primer lugar, se le reprocha haber incurrido en un “notable abandono de sus deberes al ejecutar conductas que afectaron gravemente la imparcialidad y la independencia con que debía obrar como jueza”.
En particular, se le cuestiona mantener contactos indebidos en ciertas causas, especialmente con el abogado penalista Luis Hermosilla, hoy en prisión preventiva, con quien no declaró la inhabilidad que le correspondía.