Oh I'm just counting

Se cae otra leyenda que aseguraba que Pinochet quería entregar el poder pacificamente luego de perder el plebiscito: Desclasifican que embajador de EE.UU. advirtió a su gobierno del autogolpe del dictador "que acarrearía pérdida de muchas vidas"

Foto: Harry Barnes, embajador de EEUU al momento de presentar sus cartas credenciales a Pinochet

 

Por Alfredo Peña R.

Otra leyenda que se cae y que varios dirigentes de la derecha han repetido por muchisímos años: Que Pinochet decidió realizar un plebiscito donde él era el único candidato, donde se preguntaba en octubre de 1988, si debía seguir gobernando ocho años más, luego de los 17 años que ya llevaba, y que producto de la votación perdió y que entregó pacificamente el poder.

Con los años, se han conocido más detalles, que ya lo había denunciado el propio general Fernando Matthei, otrora miembro de la Junta de Gobierno y que estuvo esa noche del 5 de octubre de 1988 con Pinochet en La Moneda. 
"Luego de conocer su derrota quiso sacar las tropas a la calle", dijo Matthei.

Incluso rodear de tanques la ciudad de Santiago, señaló el fallecido Matthei, padre de la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei.

En agosto de 2003, Matthei fue concreto: "Pinochet estaba decidido a mandar las tropas a la calle con la excusa de una supuesta amenaza del Partido Comunista".

Según Matthei, el ex gobernante, jefe del ejército, hizo la advertencia ante los otros jefes militares de su régimen la misma noche del plebiscito en el que la ciudadanía votó contra la continuidad de Pinochet en el poder.

"'Yo no me voy' (dijo Pinochet). Enseguida expresó que estaba dispuesto a sacar las tropas a la calle y 'barrer con los comunistas'", relató el entonces jefe de la Fach. Incluso les entregó a los miembros de la Junta militar un documento donde se auto entregaba todos los poderes del Estado, o sea un auto golpe. "Lo ví y lo rompí" dijo Matthei.

Ratifican que Pinochet no quería entregar el poder incluso usando la violencia extrema

Reveladores cables de la embajada de EEUU de la época evidenciaron el plan de Augusto Pinochet para retener el poder tras el plebiscito de 1988. La información fue dada a conocer por un reportaje realizado por Macarena Pizarro en Washington y Daniel Matamala de Chilevisión donde se mostraron los informes realizados por los norteamericanos, con fuentes seguras de la época.

Se trata de comunicados secretos y confidenciales que envió Harry Barnes, el entonces embajador de EE.UU en Chile, a su gobierno, el norteamericano.

A pocas horas de realizarse el plebiscito que determinaría la continuidad del dictador, el diplomático dio cuenta de las alternativas que habría barajado Pinochet para mantenerse en el poder.

El texto revelado en el reportaje de CHV, reza la siguiente advertencia: “El plan de Pinochet es simple: A) Si gana el Sí, perfecto; B) Si la lucha es muy reñida, recurrirá al fraude y la coerción; C) Si los votantes se inclinan claramente por el No, empleará la violencia y el terror para poner fin al proceso”.

Asimismo, Barnes informó que “para ayudar a crear la atmosfera de represión necesaria, la CNI protagonizará actos violentos antes y durante el 5 de octubre”.

“Los más cercanos a Pinochet se han dado cuenta de que tiene muchas posibilidades de perder, por lo que es muy probable que se ponga en práctica la tercera opción, lo que acarrearía una pérdida sustancial de muchas vidas”, añadió.

Cabe destacar que esta información llegó a Barnes a través de una amiga, quien a su vez fue advertida por el general de Ejército, Jorge Zincke, jefe de la Guarnición de Santiago.

En otro cable, el embajador Barnes detalló que “el comandante de las fuerzas militares de Santiago, general Zincke, describió un supuesto complot comunista para interrumpir el Plebiscito del 5 de octubre, comenzando con actos terroristas este fin de semana y con violencia generalizada el día del Plebiscito”.

“Las personas con las que Zincke habló están convencidas de que, por razones desconocidas, él les estaba advirtiendo sobre lo que el Ejército, y no los comunistas, están planeando hacer para interrumpir el Plebiscito”, complementó.

Pinochet quería rodear Santiago con tanques blindados y causar terror después de 17 años de dictadura

El general Fernando Matthei afirmó que Pinochet estaba decidido a mandar las tropas a la calle con la excusa de una supuesta amenaza del Partido Comunista (PC).

Según Matthei, Pinochet hizo la advertencia ante los otros jefes militares de su régimen la misma noche del plebiscito en el que la ciudadanía votó contra la continuidad de Pinochet en el poder.

"'Yo no me voy' (dijo Pinochet). Enseguida expresó que estaba dispuesto a sacar las tropas a la calle y 'barrer con los comunistas'", relata Matthei.

En la consulta los chilenos debían responder sí o no. El Sí significaba que Pinochet seguiría en el poder hasta 1998 y el No que debería entregar el poder en marzo de 1990 al presidente electo en diciembre de 1989.

El plan de sacar las tropas a las calles fue preparado por los servicios secretos de la dictadura, la CNI y la Dirección de Inteligencia del Ejército, DINE, según Matthei.

Matthei relata que su propia oposición y la del jefe de la armada, almirante José Toribio Merino, y el director de la policía uniformada, Rodolfo Stange, impidieron que Pinochet siguiera en el poder, que detentaba desde 1973, cuando los militares derrocaron al presidente Salvador Allende. 

Según Matthei, una semana antes del plebiscito, Pinochet ya había advertido a los otros jefes castrenses: "Yo no me voy", señalándoles que el PC está dispuesto a "provocar gravísimos desórdenes, quien sabe con qué consecuencias".

Las disposiciones de Pinochet para el día del plebiscito "consultaban rodear la ciudad de blindados y vigilar las embajadas y representaciones diplomáticas a fin de evitar que los comunistas se refugiaran en ellas", dice Matthei en una entrevista que forma parte de su libro autobiográfico "Matthei , mi testimonio".

Se llegó al plebiscito tras años de masivas protestas lideradas por la oposición política que se agrupó en una amplia alianza.

La noche del plebiscito, Pinochet también amenazó a cualquier general que tomara contacto con la oposición. Esa fue su respuesta a la proposición de Stange de contactar a la disidencia en vez de ignorarla, según Matthei.

"Estamos derrotados, pero con honor", dice Matthei que le expresó a Pinochet, y que el almirante Merino agregó que si violaban la Constitución, estarían derrotados "con oprobio".

Pero Pinochet insistió y quiso que los jefes castrenses firmaran un documento donde le entregaban todo el poder "agregando que sólo quería actuar con el pleno respaldo de las fuerzas armadas….Lo tomé y lo hice pedazos", añade Matthei.

Pinochet entregó el poder el 11 de marzo de 1990 al demócrata cristiano Patricio Alywin, ganador de las elecciones, que venció a Hernán Buchi, candidato de la dictadura.

Tras dejar la presidencia, Pinochet siguió como comandante en jefe del ejército hasta el 10 de marzo de 1998, cuando renunció para convertirse en senador vitalicio.

Siendo senador viajó a Gran Bretaña, donde fue arrestado a petición del juez español Baltasar Garzón.