Si el actual senador por el Maule Norte, Andrés Zaldívar, logra resultar reelecto el próximo 19 noviembre, en marzo de 2026, cuando termine su gestión, tendrá 90 años de edad.

 

Lejos de jubilarse, opción que se puso sobre la mesa tras un tumor en la vejiga que lo tuvo internado un mes (a fines de 2016), el histórico militante DC pone las fuerzas que le quedan para el primer desafío electoral en solitario que le toca enfrentar a su partido desde los tiempos de Frei Montalva.

 

Todo está en contra, lo sabe, pero no por eso deja de perder la fe. Veremos hasta cuándo le dura.

 

 

- Creo que no es un problema de pesimismo, sino que más bien de realismo político del que se tiene que tomar nota y afrontarlo de esa manera. Efectivamente, en las encuestas y en todos los estados de ánimo el ganador sería Sebastián Piñera, aunque no en primera vuelta. La idea es tomar las acciones para tratar de modificar el cuadro y que en estos dos meses la tarea de la política sea esa: hacer una campaña que permita recuperar los espacios de diferencia y lograr un buen resultado. Eso primero hay que hacerlo a nivel presidencial con cada uno de los candidatos, en el caso nuestro con Carolina Goic. Segundo, en la DC, también tenemos una situación compleja porque estamos en desventaja en las encuestas. Y eso crea un estado de ánimo. Pero debemos ponerle énfasis, épica y voluntad como creo que lo está haciendo la candidata.

 

 

- No. La campaña presidencial se va a potenciar con la campaña parlamentaria y de consejeros regionales, donde en el momento que entren en actividad eso puede perfectamente cambiar el cuadro. Esto es como las carreras. Recién se está dando la partida y tenemos 2.400 metros para correr, donde habrá que ver cómo le damos alcance al que aparece como primero.

 

- Yo, personalmente, creo que será un tema que siempre estará presente esto de destacar los puntos débiles de todos los candidatos que cada contrincante quiera destacar. Pero opino que se comete un error cuando los candidatos se centran nada más que en golpear al vecino. O como pasa en las carreras, que es fijarse cómo le pego espigazos al caballo de al lado y no me preocupo de conducir mi caballo para llegar primero. Uno tiene que preocuparse de su propia campaña y hacer todo lo que sea necesario para convencer a la opinión pública de que soy el mejor.

 

- La primera cosa, tal como lo dije en otra entrevista, es capturar el voto duro de la Democracia Cristiana, que es más o menos el 12% del padrón. Y desde ahí aumentar su potencial de votación en base a convencer más allá del voto democratacristiano, que es lo que le da la posibilidad de llegar a la segunda vuelta, que es donde queremos aspirar. Hay que tratar de hacer el esfuerzo en los próximos 60 días. Es una carrera corta en tiempo.

 

- Por supuesto que puede ser que el aborto sea una materia sensible. Pero también es cierto que nosotros hemos tenido una actitud de libertad de conciencia en cuanto a votar de acuerdo a nuestras propias convicciones valóricas, pero donde existen diferencias. Nadie está por el aborto. Así lo ha señalado muy bien Carolina Goic. Son tres causales en las que yo tuve mis diferencias incluso con la propia Carolina. Claramente, ha habido una posición de explicar por qué no es aborto o por qué puede anticiparse el parto para evitar la muerte de la madre o lo que pasa cuando el feto es inviable. En ese caso, nosotros exigimos que hubiera un dictamen médico que eliminara las dudas sobre si es o no inviable. Y eso se hizo. Y claro, en la tercera causal (violación) yo estuve en contra y Carolina lo hizo a favor. Como sea, en ambos casos elle y yo exigimos el acompañamiento para evitar que una decisión de ese tipo no se hiciera con la suficiente convicción… es un tema que ronda en la discusión y produce como efecto que unos estén a favor y otros en contra.

 

 

- Plantear una suerte de “todos contra la derecha” es enfocar muy mal una campaña. Se lo decía al comienzo: ir en contra del otro, no, se tiene que hacer una campaña a favor de uno y de la candidatura que tú quieres pedirle a la gente que vote por ella. Si nos dedicamos nada más que a atacar al contrincante, insisto, no es la forma de hacer campaña. Eso sale en la discusión y en el debate cuando se plantean ideas diferentes a la de mi contrincante. Se comete un error pensar solo en el rival. Es una estrategia poco conveniente.

 

- Primero, queremos pasar a la segunda vuelta. Y segundo, una vez que eso se produzca, o si es Guillier el que pasa a la segunda vuelta, tenemos que sentarnos a conversar sobre qué manera debemos llegar a un acuerdo. Hablamos de un marco programático y de la capacidad para sumarnos. No es un tema de que ‘yo te doy mi voto y hacemos el negocio’. No. Aquí hay que tener convicción por lo que se va a votar. Y eso habrá que hacerlo en la segunda vuelta. Ahora, seguramente estamos más cerca de llegar a un entendimiento con Guillier que con Beatriz Sánchez (Frente Amplio), con la cual es muy difícil llegar a un acuerdo.

 

 

- Yo no quiero hacer predicciones. Primero veamos el resultado y después hagamos las definiciones. Sobre qué mayoría se va a formar, que la llamen 2.0, 2.2 o 2.3 no me importa. Lo primero es trabajar para llegar a ese principio. Más que estar haciendo especulaciones para lo que pueda pasar, tenemos que trabajar para que pase lo que tiene que pasar, que es ganar y llegar a la segunda vuelta. Eso es lo que yo recomiendo.

 

 

- Es natural que la gente quiera tener su representación con personas de su propia región, que pertenezcan y que sientan a la región. Pero eso no excluye que alguien que venga de afuera pueda ser escuchado y que si quiera colaborar, bueno, que sea bien recibido. Así como es bueno recibir a los inmigrantes y darles oportunidades para avanzar en el desarrollo en el país, igual una persona que venga de afuera… si bien no es lo óptimo en cuanto a la representación, es positivo que participe. Yo no le temo a la competencia y me gusta que haya varios candidatos, porque eso asegura más participación.

 

- Es más complejo y más difícil estar en todos los lugares cuando te doblan el territorio, y más físicamente para trabajar. En mi caso, en los ocho años que he sido senador, he estado en permanente contacto con la gente. Nunca he faltado en los fines de semana, salvo excepciones. Ahora, la campaña suma el Maule Sur, donde uno tiene cierto conocimiento y la gente nos recibe con cariño, por lo que espero tener un buen respaldo. Vamos juntos con Ximena Rincón (exsenadora) y ojalá mantengamos las dos nominaciones. De que es difícil, lo es, porque como DC vamos en lista solos, mientras que el resto de la Nueva Mayoría va en otra lista. Por lo tanto, es un poco del “todos contra la DC”.