Por: Equipo de Cambio21
Francisco Huenchumilla es abogado de la Universidad de Chile y Senador por Región de La Araucanía, período 2018-2026. Debe ser uno de los políticos tanto de la Cámara de Diputados o del Senado que más cargos públicos ha tenido, tanto por elección popular como por designación de los Presidentes de la República. Fue diputado en tres períodos consecutivos entre 1990 y 2002 en representación del Distrito N°50, Región de La Araucanía. Fue subsecretario de Marina, Intendente de la misma región entre 2014 y 2015, designado por Michelle Bachelet. Alcalde de Temuco, entre 2004 y 2008. Ministro Secretario General de la Presidencia, entre 2003 y 2004, durante el gobierno de Ricardo Lagos Escobar.
En los últimos días trabajó intensamente en el acuerdo por una nueva Constitución logrando con otros parlamentarios del Gobierno y la oposición acuerdos políticos históricos
¿Qué se viene para Chile con este acuerdo e itinerario constitucional?
Creo que este es uno de los desafíos más importantes que tenemos los chilenos en la historia de nuestro país porque por primera vez vamos a tener la posibilidad de tener una Constitución política redactada por soberanía popular. La implementación de este proceso significará un gran esfuerzo institucional para los efectos de posibilitar que tengamos constituyentes elegidos que den plenas garantías a todo el mundo de que estamos frente a un proceso transparente y democrático. Pero para esto hay que hacer un esfuerzo previo en orden a definir cuál va a ser nuestra postura frente al mecanismo. Todos los sectores políticos y fundamentalmente la derecha van a ser un esfuerzo extraordinario porque aquí se juega una cuestión fundamental como es el tipo y modelo económico social que vamos a tener. Por eso todos los sectores van a ser un esfuerzo tremendo para tener la mayor cantidad de delgados y previamente para ver cuál de los dos mecanismos es el que triunfa. Por eso que ese esfuerzo en esta etapa previa será gigantesco pero además también el desarrollo mismo de la convención cualquiera que sea su naturaleza para buscar los acuerdos que permitan una hoja en blanco y escribir lo que será la Constitución chilena del siglo 21.
¿Qué es lo más que valora de este acuerdo?
Varias cosas. Una que el mundo político tuvo la posibilidad de lograr un gran acuerdo sobre materia fundamental para la estructura política del país. No son fáciles lograr estos acuerdos en sectores políticos que han tenido posturas tan disimiles en los últimos 40 años. Entonces valoro el gran esfuerzo que se hizo con todos los sectores políticos para lograr este acuerdo, valoro que por primera vez en la historia de Chile se haya llegado al acuerdo de entregarle a la soberanía popular, el derecho a redactar una nueva Constitución, pero además valoro que detrás de este acuerdo está la movilización del pueblo de Chile sin esta movilización no se hubiera logrado. Ahora queda que este acuerdo que se ha logrado pueda concretarse de la manera que la gente vuelva a creer en el funcionamiento de las instituciones y de los partidos políticos.
¿El modelo económico social también morirá como la Constitución de 1980?
Yo creo que es el gran desafío que tenemos en esta constituyente porque personalmente soy de los que piensan que la rabia acumulada de la gente, el estallido social, es contra el modelo que hemos tenido y construido los chilenos los últimos cuarenta años. Un modelo o tipo de capitalismo en que todo va al mercado, en que todo se compra y se vende o sea un modelo neoliberal que la derecha instauró al amparo de la dictadura del general Pinochet. Este modelo probablemente sea uno de los más extremos que hay en materia del rol que tiene el mercado en la vida de la gente. No me imagino que la derecha vaya a entregar así como así el modelo económico que ellos han tenido y han instalado en el país durante estos últimos años. Lo más probable que van a defender con todo la mantención de este modelo. Ahí está el núcleo central de la derecha heredera de la dictadura de Pinochet. Bajo la exigencia absoluta de que el quórum debería ser de los dos tercios está la gran esperanza que tiene la derecha probablemente de conseguir en la constituyente una cifra cercana al cuarenta por ciento con esa votación podrían constituirse en un verdadero veto respecto de los cambios que haya que hacer al modelo económico social porque como se va a tratar de una Constitución escrita en un papel blanco para que se pueda escribir en ese papel en blanco se van a requerir los dos tercios. Ahí se juegua la madre de todas las batallas porque si todo esto que hemos vivido en estas semanas es por un cambio al modelo económico-social y no se logre en la Constitución entonces creo que sería un proceso social frustrado de impredecibles consecuencias. La gente salió a la calle y a mi juicio ese el desafío que tiene Chile de dejar atrás ese modelo entonces ahí está la madre de todas las batallas
¿Cuáles son los desafíos para el país en los próximos diez años?
Los desafíos para el país no solo para los diez años que vienen para el futuro, son construir la democracia del siglo 21. Son construir un nuevo modelo de desarrollo económico para el siglo 21 que dé cuenta del avance al mundo de un nuevo modelo económico que pasemos a una base superior y que Chile logre en consecuencia entrar al mundo de los países desarrollados con una democracia plena transparente inclusiva, democrática con una sociedad que supere el clasismo, el racismo y que pueda tener políticas que permitan innovación, tecnologías en la sociedad del conocimiento, superando la pobreza y la exclusión que hoy día vivimos. Y así tengamos en consecuencia un país chico pero potente en ese ámbito, respetado porque tiene una sociedad democrática y que ha dejado atrás los ripios del siglo veinte y que es un país para todos con valores culturales nuevos con respeto a la naturaleza y que en consecuencia los chilenos sientan que su país que no es un país de pocos, que crece y los frutos de ese crecimiento son para todos. Un país donde valga la pena vivir con dicen los jóvenes y dicen los viejos un tremendo desafío para los próximos gobiernos.
¿Cuáles son desafíos para la DC en este proceso, especialmente en el plebiscito fijado para abril?
Los desafíos de la DC son presentarse unida frente a este proceso porque hemos tenido una discrepancia respecto al diseño estratégico para enfrentarse a la derecha y a los momentos que vive el país. El primer desafío que tiene es mostrar un partido unido. El otro desafío que tiene es mostrar una estrategia común compartida con la directiva, los senadores y los diputados. Tiene el desafío de presentar una identidad que el país necesita, saber que pensamos, qué somos los democratacristianos, cual es nuestro proyecto. Eso se tiene que lograr a partir de un proceso de unidad. Se debería hacer una reorganización del partido en orden a tener una directiva que represente a todos los sectores y que tengamos en consecuencia algo que mostrarle al país, un camino de ruta diciéndoles este es el Chile que nos imaginamos, el Chile que queremos, este es el modelo de sociedad a la cual aspiramos desde el punto de vista económico social, cultural, ecológico etc. El desafío de la DC es la unidad pero al mismo tiempo es la identidad. Pero una identidad clara para que el país sepa que representa exactamente la DC. Para el plebiscito de abril hay que ser claro en orden a cuál es el mecanismo del partido que va a determinar en cuanto a la preparación del partido al respecto de incluir a candidatos competitivos con identidad y que puedan aportar a la constituyente.
Para la DC es un gran desafío que tiene que tener que año completo que va a culminar este año 2020 con la elección de los constituyentes en el mes de octubre próximo. Junto con el proceso, que no hay que olvidarse de lo que son las elecciones de alcaldes, concejales y gobernadores. Por eso la Democracia Cristina no puede darse el lujo de aparecer dividida y en que la directiva y un sector de parlamentarios estén en una tesis y los senadores estén en otra. Yo creo que eso es darse un lujo que no corresponde a un partido que tiene enorme desafíos de salir de la baja y presentarse en el siglo 21con una cara distinta, progresista, que está de acorde con los tiempos que se viven y que todavía puede entregar al país algo importante. Bueno esa tarea es un desafío eso es lo que tendría que hacer la DC.
La DC va a tener que llevar candidatos para el Constituyente también...
Por supuesto la DC debería abogar por que hubiera paridad hombres y mujeres cincuenta y cincuenta por ciento eso es lo que corresponde hoy día en este siglo 21.Dejar atrás cuestiones culturales que están en el pasado. La DC debería abogar por que tuviera un diez por ciento de los constituyentes de los pueblos originarios. Eso también es colocarse al día en cuanto a lo que tiene que hacer una sociedad inclusiva, y democrática y buscar con mucha generosidad candidatos no solo de la DC sino que también independientes no solo sabios sino gente también que representen al mundo social, al mundo que está ahí donde están los problemas entonces creo que se va a requerir de mucha generosidad y muchas sabiduría para presentar un elenco de candidatos que le hagan sentido a la gente y de esa manera es posible que tengamos una buena respuesta.
¿Usted va a hacer campaña por el Sí?
Por supuesto y para que tengamos una nueva Constitución y para que esta sea de una constituyente completa 100% elegidos los delegados por votación popular y que sea representativa de lo que Chile es. Vamos hacer campaña por todos los medios que hoy día la tecnología y el avance de las comunicaciones nos permiten de tal manera que yo hago un llamado desde ya a todos los senadores, diputados y a toda la gente de todos los sectores para que tomemos esa decisión votar para que tengamos una nueva Constitución. Votar por una convención constituyente completamente elegida ciento por ciento.
Ojalá este gobierno se pueda administrar decorosamente lo que le queda
¿Qué pasa con el Gobierno de Piñera cuando aún le quedan dos años y cuatro meses?
Desde el punto de vista político el gobierno del presidente Piñera tiene muy poco margen de acción. Creo que políticamente está paralizado y además sufre de un proyecto que en el corto y mediano plazo tiene un déficit de gestión política y por lo tanto ese es un problema para el país cuando tenemos un gobierno paralizado. Que no tiene poder de maniobra, que no muestra un diseño para enfrentar la crisis. Este gobierno debería estar liderando la salida de esta crisis, debería tener un diseño, debería tener un comité de crisis, debería tener un método de trabajo y sin embargo vemos un gobierno ausente porque no tiene la capacidad política de enfrentar esta situación. Probablemente el Presidente Piñera haya sido o será un buen economista y un buen hombre de negocios pero en la política que es un intangible que no tiene un libreto determinado. Cuando se presenta este tipo de problemas no hay receta. Esto tiene que salir de la experiencia de la capacidad de escuchar, de la capacidad de formar equipos, de la capacidad de contrastar las distintas posturas y diseñar una estrategia que permita la salida. Nada de eso hoy día ocurre, de tal manera que políticamente este gobierno está terminado y ojala este Gobierno pueda administrar decorosamente lo que le queda.
Yo hubiera esperado que paralelamente con este acuerdo político constitucional en el ámbito legal para tener una nueva Constitución, el Gobierno tuviera un gran diseño para los efectos de poder llegar acuerdos respectos de como vamos a encarar los requerimientos fiscales que se vienen y tener en consecuencia a grandes acuerdos en temas en materia presupuestaria, en materia tributaria, sentar las bases en lo que tiene que hacer una modificación del modelo en materia previsional, lo mismo en materia educacional. Hoy día hay muchas tareas si el gobierno tuviera capacidad política y diseño pudiera estar trabajando lamentablemente no lo veo así.
Usted ha dicho que aún no es tiempo de candidaturas presidenciales, pero este acuerdo político aceleró todo. ¿Usted es candidato presidencial?
Creo que una candidatura presidencial significa dirigir el Estado y es una tarea de gran envergadura que va mucho más allá de los voluntarismos que pueda tener alguna persona para autoproclamarse candidato presidencial. En estos últimos dos años hemos visto cantidad de candidatos que se han autoproclamado candidatos y candidatas en realidad que se ha autoproclamado y no han logrado prender. Porqué, más allá de sus capacidades personales una candidatura presidencial es un tipo o modelo de administración del Estado que uno tiene que mostrarle a la gente para que la gente pueda creer que ese personaje es capaz de conducir el Estado. Se requiere tener apoyo, tener equipos, tener partidos detrás que puedan decirle a la gente que efectivamente aquí no se trata de una aventura o de un gusto de una determinado personaje hombre o mujer sino que se trata de un equipo de ciudadanos y ciudadanas que están organizados ya sea a través de los partidos políticos con equipos técnicos que tienen una visión del país que permitan darle credibilidad a que esa candidatura simplemente no es una aventura o un gusto personal.
Creo que la DC debería entrar a un proceso de tomar en serio que es lo que va hacer en las próximas elecciones presidenciales. Considerando este difícil escenario que hoy día tenemos, más que una cuestión personal este es un desafío para la Democracia Cristiana es un desafío para la centro-izquierda respecto de tener unidad no tanto en base a una persona porque yo creo que hoy día estamos en un escenario distinto. Hoy día es un escenario absolutamente improbable. Hoy tenemos que tener una unidad en base a un diseño y un tipo de modelo de sociedad que queremos construir atendida las circunstancias que el país ha vivido, a partir de ahí tendremos que buscar a la persona que encabece este proceso