Por Mario López M.
Francisco Huenchumilla, abogado, ex Intendente, parlamentario por 12 años, Ministro de Estado y hoy flamante senador de la República, abordó con Cambio21 los temas que han remecido un verano ardiente en la política nacional.
La Araucanía, la situación del Director de Carabineros, Bruno Villalobos y el rol de los gobiernos democráticos en la zona, el fracaso de políticas y las ´posibles soluciones a la crisis. También analizó el momento que vive su partido, la Democracia Cristiana, la falta de consenso interno, de camaradería, pero no cree que se trate de una crisis terminal, sino que de una “noticia en desarrollo”, de la que se sale con diálogo y debate de ideas.
Política de alianzas, relación con el gobierno de derecha al que ve en aprietos si no da solución a los problemas políticos del Chile del siglo XXI y a los conflictos éticos e incluso su probable postulación a La Moneda en 4 años fueron parte de los temas que abordó para nuestro medio.
Araucanía
- Don Francisco, hace pocos días usted planteaba la necesidad de que el gobierno reestructurara el alto mando de Carabineros. El general director Bruno Villalobos, dio a conocer que se desafectaban tres oficiales y al autor del polémico programa antorcha. ¿Le parece que esa era la medida que usted recomendaba?
Lo que yo dije es que aquí hay una situación con responsabilidades múltiples, penales, administrativas y sin duda políticas. Las medidas del general Villalobos implícitamente es un reconocimiento de que aquí hay responsabilidades, porque nadie despide a un general y a personal involucrado si es que no tiene antecedentes verosímiles de que aquí se ha cometido alguna cosa que amerite tal sanción.
El problema de fondo es que con esto que ha sucedido se han quebrado las confianzas, se ha roto un bien, un valor intangible que es tan importante en las instituciones y sobre todo en Carabineros, que es la confianza de la gente en los procedimientos que hace la policía en la investigación de los delitos.
- La acusación no es baladí, se trata de pruebas presuntamente falsas
Aquí Carabineros ha sufrido una acusación formal de un organismo tan importante como es el Ministerio Público, de que para obtener pruebas para inculpar a comuneros Mapuche, se hizo un montaje, se hizo utilización de pruebas falsas, entonces lo que queda en entredicho es la confianza en la institución que tiene la ciudadanía. Entonces legítimamente uno puede preguntarse: ¿le tengo que creer a Carabineros en todos los hechos que pasen en la Araucanía? Esa es la gravedad porque afecta a esta institución tan importante. Surgen los prejuicios, la duda de si esto ocurrió ahora o en otras oportunidades.
- Pasa esto por una reestructuración al estilo Villalobos o es más profunda, incluyendo incluso que el mismo Villalobos de un paso al costado?
Este problema pasa por una reestructuración de la institución, porque si esto ya es grave, si se le suma la acusación de fraude, eso implica que estamos en presencia de la necesidad de hacer una cirugía mayor y revisar y adecuar todos los controles legales correspondientes y tomar todas las medidas que amerite el caso.
- Usted siempre es claro en sus opiniones. ¿Villalobos debe salir?
Aquí hay una situación que para él, desde el punto de vista político, es insostenible, por todo lo que ha sucedido. Se trata de un ciudadano con uniforme que tiene una alta responsabilidad en el Estado, que está en un cargo de confianza para dirigir una gran institución como es Carabineros y que es muy importante en sus finalidades establecidas en la Constitución y la Ley para la sociedad. Cuando eso se ha quebrantado,
- Hoy dos instituciones han entrado en un conflicto inédito. Fiscalía y Carabineros, mientras se siguen quemando camiones. ¿Qué está fallando según usted?
Ese es justamente el problema y lo digo como senador. La pregunta que se hacen desde todos los sectores, Mapuche, ciudadanía, ¿qué pasa en esto, tenemos que creerle a la autoridad? ¿Estaremos frente a un nuevo montaje?, nadie cree ya, estamos en el peor de los mundos y a mi juicio ese es el problema grave que tenemos frente a la ciudadanía, la verdad que implica un parte policial que da cuenta de la quema de camiones y la pregunta es ¿Quién lo hizo? Es súper delicado este quebrantamiento de las confianzas.
- Además no se trata de dos instituciones que estén exentas ellas mismas de crisis de confianza. Carabineros arrastra un tremendo descrédito a propósito del “pacogate” y la Fiscalía por haber renunciado a aplicar la ley en materia de financiamiento ilegal, caiga quien caiga.
El límite en toda la organización de la sociedad es el marco que da la ley. Cuando las instituciones se apartan de la ley se producen este tipo de cosas. De acuerdo con la ley todos los delitos se tienen que investigar, de acuerdo con la ley no se pueden fabricar pruebas, de acuerdo con la ley existe la presunción de inocencia para todos, no existen ricos ni pobres, no existen privilegiados, políticos ni nadie y eso está en la ley.
Por eso tenemos como instituciones del Estado que cumplir con ella, pues detrás de una norma legal hay una filosofía de que para que vivamos en paz y no en guerra interna, es que esa ley se cumpla y que las instituciones tengan la confianza y la credibilidad de la ciudadanía, porque si nadie cree en nada, estamos muy mal. Todos tenemos responsabilidad de enmarcarnos en la ley y en este caso sobre todo Carabineros y el Ministerio Público.
- Derechamente, aunque sé que es camarada suyo ¿el ministro del Interior ha dado el ancho, según usted en materia de la Araucanía?
Este no es el problema del actual gobierno solamente, es un problema político que se arrastra por 20 años, donde todas las instituciones han tratado de aplicar la misma receta, sobreponer el Orden Público y Carabineros, Ministerios, Fiscalía y Tribunales incluso la han aplicado y esa receta ha fracasado.
Lo que ha hecho el Ministro es más de lo mismo y eso es un fracaso. Y este Gobierno no ha sido la excepción y su plazo ya se le terminó.
- Aunque se suele decir que tras la guerra todos son generales, lo cierto es que usted presentó un plan integral para la Araucanía que se desechó. ¿De haberse llevado adelante el plan que usted propuso en su oportunidad al gobierno, cree que estaríamos en la misma situación? ¿Y por qué?
Es difícil imaginar ese escenario hipotético, porque para aplicar ese programa que yo planteaba, debía haber voluntad política de caminar en esa dirección y yo nunca la vi, de este gobierno ni de ninguno de instalar ese tema como un problema político de aceptar que aquí hay pueblos originarios que están demandando políticamente al Estado, diciéndole, ‘mire, usted históricamente hizo esta cosa, yo requiero una solución política’, aquí se atacó los síntomas no el problema de fondo.
- La solución a la crisis para mucha gente en la derecha, es militar. Para usted, cuál es hoy esa salida.
La solución de los problemas políticos no se resuelve en los tribunales, es otra la solución, debemos sentarnos a la mesa a buscar una solución política con los pueblos originarios. Si el país quiere resolver el conflicto de la Araucanía debe reconocer que Chile está compuesto por numerosos pueblos y por ende debe cambiar la estructura de su Estado y adquirir un carácter de plurinacional. Esto -para tranquilidad de algunos exaltados no pensantes-, no tiene nada que ver con la unidad política del Estado. Porque una cosa es la unidad política y otra cosa es la realidad sociológica. Sin este sinceramiento no hay solución; tan simple como eso.
- Habló el autor del cuestionado programa de interceptación de mensajería “Antorcha” y dijo entre otras cosas que detrás del financiamiento de los hechos de violencia en la Araucanía había desde humoristas que actuaban en la televisión hasta políticos. ¿Qué le parece esa afirmación?
Este señor fue destituido por la propia institución. Eso deja en claro que hay poca credibilidad de las cosas que dice, las que no tienen ningún sentido común. Francamente es bastante absurdo lo que dice este caballero.
Gobierno
- Estamos en las postrimerías del gobierno del cual usted fue parte. ¿Quedó satisfecho con usted mismo y con el gobierno?
Del gobierno de la Nueva Mayoría yo he sido parte y soy parte de ella y yo creo que hay un eje central que rescato de este gobierno. Este gobierno quiso hacer un viraje del modelo de sociedad que nosotros tenemos, por lo mismo las reformas que hizo las hizo en la dirección correcta.
El modelo neoliberal que tenemos busca priorizar en el individualismo por sobre lo social y las reformas apuntaron a resaltar los bienes sociales como la educación, la salud, la previsión que no son producto del mercado. Eso es independiente de que se pueda alegar que muchos cambios no se hicieron bien.
Mis reparos, mi crítica al gobierno es que creo que tuvo un déficit de gestión política y de liderazgo con la coalición.
Democracia Cristiana
- La Democracia Cristiana, su partido, fue leal al gobierno con la política de los matices o eso es una caricatura.
La Democracia Cristiana tiene varios problemas que dicen relación con la pérdida de los consensos internos y los consensos dicen relación con la mirada que nosotros tenemos de las reformas, del tipo de sociedad que tenemos, de la mirada del siglo XXI que tiene que tener un partido de inspiración cristiana. Y eso ha redundado también en un problema de convivencia interna, así que creo que esa falta de consenso interno en la DC se vio reflejada también en las distintas posturas que hubo en relación con las reformas que hizo la Presidenta Bachelet y se reflejó en las distintas posturas de los parlamentarios, en las cuales había los “matices”.
Ese problema refleja la situación crítica que hoy día está pasando la DC de no tener un pensamiento y una estrategia común, un disenso interno y una falta de convivencia y que da cuenta del pésimo resultado que se obtuvo en las elecciones presidenciales.
- A propósito de la DC. Tras las elecciones todos apuntan a que el programa y discurso de la senadora Carolina Goic era bastante centrado y ponía su énfasis en la ética, sin embargo obtuvo menos de la mitad de los votos que lo que se obtuvo a nivel de candidatos a la Cámara o al Senado. ¿Por qué cree que pasó eso?
La candidatura de la DC no logró tener un relato claro, nítido, un relato de vanguardia, costaba identificar qué era lo que le ofrecía al país, la gente no lograba identificar qué proponía, que pensaba la DC. Eran posiciones muy tibias y por eso la gente no votó por ella.
- Hay quienes dijeron que tras la salida de la exministra Mariana Aylwin y un grupo de exministros y subsecretarios del partido se acababa la DC. No ha sido así. Comenzó el repunte o debemos esperar otras renuncias.
Esto es un proceso y eso va a depender de los caminos, las conductas, los discursos que asuman los distintos dirigentes del partido. La crisis que vive la Democracia Cristiana puede derivar en una crisis terminal si no hay voluntad política de recuperar la convivencia e identidad en la DC.
Yo apelo a la responsabilidad de los dirigentes. Cuando queda este desastre electoral, lo lógico es que nos preguntemos: cómo lo arreglamos. Yo diría, como dicen los periodistas, que el proceso de la DC es una noticia en desarrollo.
- ¿Qué debe hacer la DC para reencantar a la ciudadanía, según usted. En su oportunidad uno de cada tres chilenos era DC y ahora?
Los tiempos hoy son distintos y esto va más allá de la DC y el siglo XX. Ese mundo cambió y se vino abajo. La pregunta que uno debiera hacerse es cuáles son las ideas que tiene la Democracia Cristiana, su doctrina, ideología.
La gente se pregunta ¿qué es ser DC hoy? Eso la gente no lo tiene claro, y en las elecciones eso se respondió con un movimiento táctico que fue competir solos y supuestamente con eso tendríamos identidad, pero nunca se dijo en qué consistía esa identidad, más allá de lugares comunes. El problema es el discurso, el relato, las propuestas y eso le falta a la DC.
El ser un partido cristiano tiene importancia, pero el cristianismo es la ética de la política, no es la política misma, y en la política misma tenemos que definirnos respecto, por ejemplo, del modelo económico que tenemos en Chile y ahí se producen desacuerdos, porque hay gente en la DC que está de acuerdo con este modelo, pero tampoco ven que hay muchos tipos de capitalismo.
- ¿No hay un solo capitalismo?
Acá en Chile tenemos el modelo más brutal de capitalismo y cuando se adoptan posturas anti neoliberales, mucha gente ignorante cree que no queremos el capitalismo, pero basta mirar el modelo alemán, el modelo escandinavo para encontrar una alternativa. Esa discusión, sin embargo, no se ha hecho en la DC. Muchos han pasado a ser directores de las Isapre, Bancos, AFP, adoptaron el modelo neoliberal, se “cayeron al sistema”.
Eso es parte de lo que refleja la falta de consenso interno que hay entre nosotros, donde yo entiendo que la Democracia Cristiana debe encontrar una respuesta a los problemas del siglo XXI y este es un problema una crisis no solo de la DC o de Chile, es lo que se vive en Europa y en el mundo en general. Eso es parte de lo que debemos definir a partir de marzo entre nosotros.
La DC tiene que vivir ese proceso de introspección, el debate de las ideas es lo que produce los cambios, es fundamental en un sistema democrático y ese libre debate no se ha hecho en la DC. Hay una falta de comprensión, de lectura, en muchos y en otros quizá podrá ser acomodación al sistema, porque cuando estas sentado en un directorio la comodidad te lleva a olvidarte de las ideas. Entonces creo que nos hace falta ese debate.
- Reviviendo la Concertación, o una “nueva” Nueva Mayoría, u otra alianza, dónde ve a la DC en los próximos cuatro años.
Lo primero es decir que la Nueva Mayoría termina el 11 de marzo y la DC recupera su independencia, será una oposición al gobierno de Piñera y tendremos que hacer política con la oposición, en el parlamento esa oposición tendrá que coordinarse con los otros partidos de la oposición. No se requieren alianzas ni coaliciones, eso tendrá que verse en un futuro próximo.
En dos años más va a haber elecciones municipales y gobernadores regionales y naturalmente que se generarán acuerdos. Un partido solo no tiene viabilidad. El camino propio significa el aislamiento completo y la desaparición. Ser oposición en el parlamento va a llevar a acuerdos con otros partidos. ¿Cómo se va a dar eso? Bueno, esa es tarea para los próximos años. Mientras tanto la tarea es recomponer la unidad y el perfilamiento de la Democracia Cristiana, porque si no modificamos, reestructuramos y modernizamos y arreglamos los consensos internos de nuestro instrumento partidario, naturalmente que vamos a estar en fase terminal.
Oposición
- ¿Hasta dónde debe llegar las alianzas y acuerdos de la DC. Los partidos que eran la Nueva Mayoría, incluido el Partido Comunista, ampliar a todo el espectro opositor, incluido el Frente Amplio?
En ese sentido no tengo ningún problema. Los demócratas cristianos deben entender de que el mundo del 2018 no es el mundo del año 1964 donde el mundo estaba bipolarizado. Hoy día no existe la categoría del comunismo en el mundo, no está en el escenario. Hoy día no hay partidos que reivindiquen en Chile, salvo el PC, categorías marxistas de análisis.
El Frente Amplio no está constituido por partidos que estén en esa dinámica, son socialdemocracias, más o menos “puntudas” y lo mismo el Partido Socialista, el PPD y el Partido Radical e igual la Democracia Cristiana.
De tal manera que la centroizquierda yo creo que ha dado demostraciones suficientes en Chile para los efectos de darle gobernabilidad al Estado y el Partido Comunista es un partido chico pero muy respetable, cumple sus obligaciones, sus compromisos. No tengo ningún problema con ningún partido, pero aliarse o no aliarse va a depender de muchas circunstancias y no es una cuestión de un cheque en blanco. Veremos si nos podemos colocar en un mínimo común denominador programático y de objetivos para que nos permita tener alianzas, pero esa será tarea del futuro.
Piñera y la derecha
- Senador, sin tener bola de cristal pero en política proyectar es básico. Piñera vuelve al poder en un crisis institucional creciente. Sin mayoría en el parlamento, menos en la calle o movimientos estudiantiles o sociales que amenazan movilizarse en pos de sus derechos sociales. ¿Cómo percibe que serán estos 4 años?
Los problemas de la derecha en el gobierno pasado, fueron problemas políticos y me temo que en esta oportunidad el Presidente Piñera está mejor posicionado, con más respaldo ciudadano y por la conformación del gabinete me da la impresión que quiere encarar esos problemas.
Pero me temo que la debilidad del próximo gobierno puede estar precisamente en el modo de encarar los problemas políticos que vamos a tener. Si quiere hacer un retroceso en lo que han sido las reformas en intentar volver a implementar una economía total de mercado neoliberal, va a tener problemas políticos. La debilidad podría ser no resolver adecuadamente los problemas políticos, más allá de la cuestión económica donde van a poner mucho énfasis en esa materia.
- Y se puede sumar nuevamente el problema ético. De hecho parte por tener que resolver implementar Dominga, que ha sido cuestionada.
No sé si ese tema podríamos calificarlo en ese plano, porque yo creo que en materia económica todas las cosas son un poco más discutibles. Dominga es un tema económico y ético, pero también político de si es posible que un proyecto recién rechazado volver a reponerlo… eso le va a generar problemas políticos con una base ambiental y ética.
- Pero hay que recordar senador que el Presidente electo tiene intereses económicos en la sociedad a través de Andes Iron, controlada por Andes Iron Ltd., empresa creada en paraísos fiscales y, sorpresa, cuya propiedad mayoritaria pertenece al Presidente electo hasta después de sacar a Barrancones. Y no está claro si sigue siendo parte de ese proyecto.
Esos detalles, puesto de nuevo en marcha ese proyecto, esos problemas van a surgir, por eso me refiero que pueden ser problemas políticos en definitiva.
- Senador, en qué materias pondrá su énfasis en la Cámara Alta.
Voy a ser un senador que va a velar por los intereses del pueblo Mapuche y voy a defender los intereses de la región de la Araucanía. En los temas nacionales yo espero estar muy presente en todas las iniciativas que signifiquen una sociedad de mayor igualdad y derechos sociales. Así espero contribuir como senador.
Francisco Huenchumilla, hoy un flamante electo senador de la República está enfocado en ejercer su cargo. Tiene claro que se fascina con la “ética del cristianismo, de escandalizar a los poderosos”. También que su nombre ha rondado fuerte con miras a una candidatura presidencial que aunque no la ha buscado sabe que es parte del ser político. Que si un nombre como “Huenchumilla”, de origen mapuche, estuviera en una papeleta presidencial ciertamente provocaría un remezón cultural y político fuerte, aunque duda si el país está preparado para eso, sin embargo ese remezón le haría bien a Chile y a la democracia. “Pero, francamente, no, me dedicaré a mi tarea como senador solamente”.