Por María Cristina Prudant
El senador Juan Pablo Letelier, perdió a su padre, Orlando Letelier, ex ministro del gobierno del Presidente Salvador Allende, cuando era un adolescente, que fue asesinado en Washington por la Dina tras la orden de Pinochet en septiembre de 1976.
El actual senador por la Región de O’Higgins está preocupado porque la reforma tributaria del gobierno no significa mayores recursos para el Estado y es muy desigual. También espera que se pueda hacer una buena reforma previsional que solucione los problemas a futuro y del presente de los pensionados del país. En su opinión, el gobierno de Piñera ha sido errático.
¿Qué es para usted este mes de septiembre, con todo lo que tiene que ver en lo personal y en lo político?
Septiembre para algunos de nosotros es un mes de mucho dolor y de mucha tristeza y también de mucho significado político. Dimensiones personales, tiene también dimensiones políticas para el país. A finales de agosto en el Congreso hicimos una recordación de la llegada de los españoles que arrancaban de la guerra civil, los 80 años de la llegada del Winnipeg, lo cual refleja, entre otras cosas, que hay hechos históricos que están presentes y uno no los puede borrar mientras estén en la conciencia de nuestros pueblos y es lamentable, en ese marco, donde es evidente que el mes de septiembre es un mes desgarrador y que el Presidente Piñera, probablemente capturado por el esfuerzo de ganarse a los adeptos de Kast, los más nacionalistas, el inserto en El Mercurio, preocupado de no perder ese mundo haya optado por un cambio de posición y no haber conmemorado esta fecha.
Contrasta mucho lo que optó el gobierno hacer este septiembre con lo que fu el primer gobierno de Piñera cuando hablaba de los cómplices pasivos y por ende es evidente que aquí hay un cambio de parte del gobierno. No lo comparto creo que le hace mal a Chile, creo que le hace mal a él, a mi juicio, esta pequeñez. Pero también es obvio que esto es parte de un diseño y eso uno tiene que ponerlo sobre la mesa.
Es lamentable como constatas una decisión y parte de un diseño político que ha tomado Chile Vamos, que es la continuación de un diseño que han elaborado, probablemente las agresiones de la ministra (Cecilia) Pérez, la confrontación con el PS, el intento de buscar un clima polarizado. Es todo parte de un mismo diseño y en ese sentido es lamentable que usen una fecha y un mes como septiembre para fines de coyuntura.
¿Cree que este diseño del que usted habla tiene que ver con la baja aprobación que tiene Piñera en las encuestas?
Habitualmente cualquier diseño o estrategia, cuando uno va con una caída libre como ha estado el Presidente Piñera lo primero que uno hace es volver a conciliar a los propios y creo que eso es lo que ha hecho el Presidente Piñera, particularmente a la UDI y a los sectores más nacionalistas que son los primeros que estaban de parte de la derecha con desafectos con Piñera, que lo manifiestan de diferente forma.
Entonces, creo que esto es parte de un diseño que toma en cuenta el resultado, relativamente complejo que ha tenido el Presidente en las encuestas.
¿Cómo interpreta usted la actitud de la derecha que defiende a sus víctimas y exige justicia, sin embargo cuando los otros piden lo mismo ellos se muestran indiferentes?
Es evidente que en eso hay un doble estándar fuerte. Creo que lo tendrán que explicar ellos, uno lo constata. El mundo socialista siempre ha condenado y condenará cualquier delito, crimen político, uso de la violencia. En el caso del asesinato de Jaime Guzmán, nosotros lo hemos hecho siempre porque tenemos la convicción que los derechos humanos son un mínimo civilizatorio y uno no puede tener un doble estándar por utilización política.
En la UDI en esta materia sí se refleja un doble estándar, a mi juicio. Creo que en eso deberían ser más reflexivos porque estos temas trascienden la coyuntura, son temas estructurales de una sociedad sobre los cuales no deberían haber dos opciones, dos visiones, dos opiniones.
Hay marcadas diferencias entre el oficialismo y la oposición respecto al debate por las 40 horas ¿Qué le parece a usted?
El mundo de la centroizquierda y el mundo de la derecha tenemos en Chile, históricamente desde los años 60, ciertos elementos que nos diferencian profundamente. El gobierno de Frei Montalva tomó una opción por una transformación societal dado que el modelo capitalista no resolvía los problemas de las grandes mayorías. Por eso impulsó la Reforma Agraria, la chilenización del cobre y Allende profundizó estos procesos porque vio una convicción. El proceso modelo capitalista que hoy tiene otra nominación o característica, pero en su esencia no era la solución para las grandes mayorías y se necesitaba un proyecto de transformación.
Más allá de los desencuentros que hubo entre el centro y la izquierda en nuestra historia, nos reencontramos a partir de los valores de la democracia y la importancia de construir modelos de desarrollo distintos. Por cierto está confrontado por las visiones neoliberales y eso es lo que nos une en lo más profundo hasta el día de hoy. Es un mundo de centroizquierda que no cree que el modelo neoliberal es capaz de resolver los problemas de las grandes mayorías y se necesita avanzar por otros caminos democráticos para el desarrollo nacional.
Con todo esto ¿cuándo la centroizquierda se pondrá de acuerdo para ofrecerle al país un nuevo proyecto?
Creo que la actual oposición está al debe, sin duda con la sociedad. La magnitud de la derrota que se vivió fue muy fuerte y desconcertó, creo yo, a muchos, porque, objetivamente lo que triunfó fue una visión muy neoliberal de nuestra sociedad y eso creo yo es una derrota más que solo electoral. Creo que la centroizquierda está en la necesidad de poner lo que nos une por sobre legítimos matices y diferencias que podamos tener entre las izquierdas y el centro. No somos un único fenómeno, somos heterogéneos, hemos cambiado nuestras expresiones, pero creo que las cosas sustantivas, sin perjuicio de que tengamos matices en temas, no deberíamos poner las cosas en el mismo nivel porque uno puede tener una discusión valórica y no apoyar una opinión mayoritaria, pero no unánime y hay que legitimarlo, valorarlo en ese contexto, pero en temas más esenciales deberíamos tener un diálogo y una capacidad de construir esas bases para una propuesta programática electoral mirando el futuro cercano.
Pero creo que hoy se van generando las condiciones para aquello que antes no había. Porque tenemos primero que vivir un proceso desconcientizando los actores. La irrupción del Frente Amplio es un nuevo fenómeno, pero también ha demostrado ser en este proceso que hemos vivido que era necesario que la abrumadora mayoría de sus planteamientos sean consistentes con los planteamientos que tuvo la centroizquierda en décadas pasadas y lo que hubo en la Nueva Mayoría. Por ende creo que sí hay bases para avanzar en acuerdos programáticos electorales, pero tiene que ser programáticos electorales no solo electorales.
¿Usted cómo evalúa la gestión de Piñera cuando a 6 meses de cumplir dos años en el cargo?
Es evidente que ha sido errático, creo que eso ha sido un dato de la causa. La apuesta o la oferta electoral de un Chile mucho mejor porque, presuntamente al elegir un gobierno de derecha y él haber sido empresario y con el apoyo de los empresarios iba a generar empleo, crecimiento económico, alejar ciertos temores respecto a la precariedad del empleo no se cumplieron. Por tanto, además de errático no ha dado cumplimiento a las promesas y a la vez, creo que hay en ciertas áreas donde va a producido un quiebre de ciertas tradiciones de políticas públicas en particular en las de relaciones exteriores, que en esta semana ya, a mi juicio, ha habido un nuevo paso en falso, es más un quiebre histórico al estar patrocinando la invocación del Tiar, en el marco del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, que era más bien propio de otro momento de la historia y que es bastante vergonzoso el ver que Chile, rompiendo toda su tradición de política exterior esté hoy en aquello.
En resumen errático, incumplidor de su principal promesa y rupturista con ciertas políticas que eran de Estado durante muchas décadas.
¿Piñera ha tratado de lograr notoriedad externa ya que en el país las cosas no están resultando bien?
Eso da para otro tema, pero Chile tiene una agenda internacional, es muy importante no solo que exista somos un país que depende de nuestra inserción internacional, por tanto la participación activa en la agenda internacional, que antes los chilenos no la entendían y criticaban al Presidente Frei Ruiz Tagle, muy injusta en su momento y que era cuando nos estábamos reinsertando en el mundo. Creo que hoy es evidente que los presidentes necesitan por el bien de Chile, desplegarse, pero el tema no es su despliegue yo creo que ha cometido errores o ha tomado decisiones que rompen con ciertas tradiciones y eso es lo inquietante.
El destino de las reformas tributaria y previsional
¿Qué destino le ve usted a la reforma tributaria?
Creo que hay una contradicción en el seno del gobierno. Es muy difícil hablar de una economía que está con debilidades como tiene la nuestra en este momento. Donde tenemos que rediscutir nuestro modelo de desarrollo económico porque está siendo evidente que a pesar de que crecemos, que estamos más protegidos que otras economías de la Región y del mundo, tenemos que hacer una reflexión de cómo agregar valor nuestra economía y que tenemos ese debate presente por un lado, más aún en una coyuntura donde necesitamos una política fiscal expansiva, para saber si el déficit fiscal se va a mantener o aumentar.
¿Y en cuanto a la reforma previsional cuál es su parecer?