Por Mario López M.

Sobre las declaraciones de Piñera sobre la conformación de un hipotético gabinete, dice “que no se necesitan ni santos ni vírgenes, solo gente honesta y decente. Si él no puede garantizar eso de sus equipos estamos mal”.

“Crecimiento como prioridad pero de la mano del bienestar de las familias, y eso requiere financiamiento para programas sociales, acceso a salud y educación, así como mejoras en las pensiones”, sostiene la abanderada falangista.

-Senadora, usted ha dicho que esta elección se ha caracterizado más por la cuña de los candidatos que por el contenido de las propuestas. ¿Cuáles son las propuestas más importantes que distinguen a su candidatura de otras del centro o izquierda?

-Antes que una propuesta específica creo que lo que diferencia radica en que nuestra candidatura se ha caracterizado por un trabajo participativo. Tuvimos varios encuentros programáticos paralelos en todo Chile con un total de más de dos mil profesionales y técnicos que debatieron y entregaron los insumos que han servido de base para las ya más de 40 propuestas concretas que tenemos publicadas en nuestra página web en todas las áreas.

Mención especial merece nuestro equipo económico, que yo he denominado el Dream Team debido al prestigio de cada uno de sus integrantes: Alejandro Foxley, Ricardo French Davis, José Pablo Arellano, José de Gregorio, Alejandro Micco, Luis Felipe Céspedes y Manuel Agosin, entre otros.

-Desde que se instaló su candidatura usted ha demandado en general de los candidatos mayor transparencia, en especial respecto de los negocios. ¿Le parece que ese mensaje se ha traducido en hechos concretos? Lo digo en especial por el nuevo “fideicomiso ciego” que anunció el candidato de la derecha Sebastián Piñera.

-Creo que en nuestro país se está imponiendo un nuevo estandar ético que yo espero no tenga retorno. A los casos de financimiento ilícito de las campañas políticas se han sumado casos de colusión inaceptables en la empresa privada y en instituciones de gran valoración por la ciudadanía, como Carabineros, y eso creó un ánimo muy crítico en la gente. A mí no me corresponde andar vigilando el comportamiento de los otros candidatos o candidatas, pero yo creo que el primer requisito que debe cumplir alguien que aspira a liderar el país es la honestidad y la transparencia. Cada uno verá lo que hace.

-Hay quienes sostienen aún que su candidatura es testimonial y más bien dirigida a potenciar a su partido. Otros aseguran que el objetivo es perfilarla para 2022. ¿Se ve electa Presidenta 2018? 

-Mire, yo dije en alguna entrevista que si no hubiera tenido cáncer no habría sido candidata. A qué me refería, a que esa experiencia te conecta con vivir el día a día en el sentido que uno no sabe qué va a pasar mañana. En concreto le respondo: esta no es una candidatura testimonial, ni para repartir cargos ni la plataforma para una candidatura para 2022. Yo tengo la convicción que puedo ser presidenta en esta elección. Somos la única candidatura que ha ido subiendo.

-El pasado Te Deum evangélico, un evento eminentemente religioso y republicano, se politizó al grado de faltársele el respeto a la Presidenta de la República. Usted misma fue dura cuando se le quiso comparar con la virgen en el reciente Tolerancia0. Ahora el expresidente Piñera dijo, interpelado a causa de sus ministros formalizados o acusados de corrupción, que si quisiéramos tener a las vírgenes Marías, no podríamos tener gabinete”. ¿Qué le parecen esas declaraciones?

-En dos de los ejemplos que usted me da está relacionado el candidato Piñera. En el del Te Deum evangélico creo que hubo un aprovechamiento político inaceptable que afectó a la Presidenta Bachelet y tambien al pueblo evangélico, que siempre ha orado por sus autoridades sin distinción. En cuanto a las declaraciones de Piñera sobre la conformación de un hipotético gabinete yo he dicho que no se necesitan ni santos ni vírgenes, solo gente honesta y decente. Si él no puede garantizar eso de sus equipos, estamos mal.

-¿Qué opina de los llamados de José Antonio Kast a armarse, incluso diciendo que él no trepidaría usar un arma de fuego en caso de asalto, y ahora el expresidente Piñera que aseguró que estaría dispuesto a agarrar un martillo y quebrárselo en la cabeza a quien atentara en contra de su hija o nieta delante de él?

-Creo que hay que diferenciar entre la legítima reacción que cualquiera tendría defendiendo a un ser querido de lo que parece ser la verbalización de un estilo de enfrentar la delincuencia que yo no comparto. Yo no quiero que el país se llene de armas, porque eso no solo no soluciona nada sino que lo empeora y Estados Unidos es el mejor ejemplo de aquello. Creo que el tema de la delincuencia nos exige a todos ser muy responsables y no caer en la tentación de las soluciones mágicas o en frases rimbombantes que al final son un gran fracaso, como la puerta giratoria de Piñera.

A mí este me parece un tema fundamental y lo he abordado con la seriedad que amerita. Cuando partimos la campaña fuimos a la población La Legua a escuchar a los vecinos, quienes nos plantearon cosas super concretas. La semana pasada, después de una oleada de balaceras en esa población, volvimos a ir a juntarnos con dirigentes muy valientes que nos reiteraron la necesidad de abordar este tema. A mí no me parece justo que gente decente que vive en La Legua y en otras poblaciones en todo Chile –porque este es un tema nacional- se encuentre presa en sus propias casas por la acción de bandas de narcotraficantes, que tenemos que enfrentar con todo el poder de la ley y una mejor labor policial. Por lo mismo, proponemos dividir el ministerio de Interior y Seguridad Pública en dos organismos, para que cada uno se haga cargo de sus temas con mayor efectividad. La seguridad y el combate a la delincuencia es un deber ético de cualquier gobierno.

-¿Está usted de acuerdo con bajar los impuestos a las empresas, como han planteado los candidatos de derecha?

-No entiendo cómo algunos candidatos plantean bajar los impuestos a las empresas y a la vez disminuir el déficit fiscal, es como pensar que solo con el aumento del precio del cobre nuestro país va a dar el salto a ser un país desarrollado. Yo estoy de acuerdo en simplificar aspectos de la reforma si es necesario, pero no en bajar la carga tributaria. Vamos a recuperar crecimiento de todas maneras en nuestro país, pero eso se tiene que traducir en generación de riqueza para todos y todas.

Crecimiento como prioridad, pero de la mano del bienestar de las familias y eso requiere financiamiento para programas sociales, acceso a salud y educación, así como mejoras en las pensiones. Y lo que hemos planteado es que exista también mayor equidad territorial, que las empresas tributen en las regiones donde producen y así se beneficia a las comunidades donde funcionan, las que hoy muchas veces solo reciben las externalidades negativas.

-En un eventual gobierno suyo, ¿a qué partidos llamaría a integrarse al gobierno o sólo gobernaría con su partido e independientes?

-Durante toda la campaña he sostenido que yo creo que Chile se construye entre todos. Evidentemente no podría gobernar solo con militantes de mi partido. Yo creo que como país debemos avanzar a sistemas menos politizados, como ocurre en Nueva Zelanda, donde hay responsables políticos que pueden ser removidos, pero donde los cargos técnicos elegidos por concurso no salen con los cambios de gobierno. Yo aspiro a un estado moderno con un sistema de alta dirección pública que funcione de verdad y no como ocurre ahora, donde se gasatn muchos recursos en elegir a los mejores pero que luego son removidos con el cambio de gobierno.

-Senadora, usted ha afirmado que cualquier acuerdo de apoyo entre candidatos progresistas a segunda vuelta debiera resolverse a partir del 19 de noviembre tras los resultados. Si es usted la que pasa a segunda vuelta, ¿está dispuesta a pedir el apoyo de Guillier, Sánchez, Navarro y ME-O, y qué no estaría dispuesta a transar?

-Yo voy a convocar a todos los chilenos y chilenas que crean en nuestra propuesta a que nos acompañen. Lo que yo no estoy dispuesta a transar es en hacer una gestión ética, donde le daremos una lucha frontal y decidida a la corrupción que en nuestro país está mucho más extendida de lo que todos pensabamos. Tampoco estoy disponible a los vetos ideológicos que terminan afectando a la gente, como ha ocurrido por ejemplo con la construcción de hospitales, donde el Partido Comunista se ha opuesto, o lo que ha ocurrido con la isapres también, donde millones de mujeres siguen presas de las preexistencias. No a los ideologismos de café que contaminan a algunas candidaturas.

-De entregarse libertad de acción para segunda vuelta a los militantes DC, ¿provocaría ello el quiebre de su partido? ¿O solo lo dejaría convertido en el ME-O 2.0 de lo ocurrido en 2009?

-Estoy confiada en pasar a segunda vuelta, así que los militantes del partido no tendrán que enfrentarse a esa disyuntiva.

-Usted dijo a Cambio21 en el inicio de su campaña que no era necesario esperar en materia de Reforma al Sistema de Pensiones. ¿Sigue pensando lo mismo y qué cambio estructural aplicaría ahora?

-El proyecto que está en el Parlamento es una propuesta equilibrada, que incorpora un componente de reparto financiado con el aumento el 5% de cotización que se hace en forma progresiva. Lo importante es que permite aumentar en 20% las pensiones de nuestros jubilados. Mi llamado, y lo reitero, es que el resto de los candidatos le pidan a sus parlamentarios avanzar en el proyecto; a nuestros adultos mayores no les podemos pedir que sigan esperando, tenemos a mano una solución hoy.

-¿Qué tanto han afectado a su candidatura las posiciones de connotados militantes o dirigentes, incluidos parlamentarios, que llaman a apurar el acuerdo con Guillier o, por el contrario, que piden libertad de acción si usted no pasa al balotaje?

-Si hay algo alejado del interés de la gente son los temas internos de los partidos. En ese sentido lo único que yo he visto respecto de nuestra candidatura es que cada día son más quienes nos apoyan y se van sumando.

-Usted ha dicho que “no vamos a prometer muchas cosas, sino sólo las cosas que somos capaces de hacer”. ¿Eso es una crítica al actual gobierno, hubo mucho entusiasmo?

-Todos coincidimos en que hay transformaciones que nuestro país necesita para alcanzar el desarrollo, como por ejemplo derrotar la desigualdad. En eso no hay dos visiones, pero la discusión se da en la manera en que algunos cambios se han realizado. Ha faltado solvencia técnica en algunos casos y la lógica de la retroexcavadora sin duda nos ha hecho mucho daño. Yo creo que los cambios hay que hacerlos, sin duda, pero con gradualidad y en base a acuerdos.

Me imagino un país que se inserte en la segunda transición que ha planteado Alejandro Foxley, un Chile moderno, que se atreve a soñar en grande recogiendo las buenas ideas de todos los sectores políticos, sin satanizar al sector privado, sino más bien haciéndolo parte integral del desarrollo de nuestro país, con reglas claras, estables y equitativas que corren para todos.

-Piñera ha sostenido que él encarna el cambio y que Guillier y usted son más de lo mismo. ¿Qué le respondería al país acerca de eso?

-El candidato Piñera representa el cambio hacia la derecha más extrema que quiere derribar todo lo bueno que hemos hecho en los gobiernos de la Concertación y las cosas buenas que se han hecho en la Nueva Mayoría. Lo que propone es más de lo mismo, la teoría del chorreo que solo beneficia a unos pocos.

-¿Qué opina de que al elector de derecha le dé lo mismo el denominado “prontuario” de Piñera, doblemente cuestionado en Chile y Argentina por graves casos de corrupción?

-Me parece que es el resultado de la sociedad que hemos construido, donde el tener dinero sin importar cómo se obtenga es lo más importante. En mi gobierno el crecimiento económico será una prioridad, pero también aspiro a que podamos cultivar valores como la honradez y la ética. Yo aspiro a que toda la gente que cree en esos valores me entregue su apoyo este 19 de noviembre.