Por Mario López M.
“Llevamos semanas enfrascados en una discusión de ida y vuelta donde la ciudadanía es la única perjudicada. Espero que pronto el Ejecutivo envíe proyectos que sí son de interés de las personas, como pensiones y reforma a la salud”, dice sobre y Sequía legislativa y necesidad de preocuparse de la gente.
“Es bastante notorio que el Gobierno ha tenido serios problemas de instalación. Sin ir más lejos en mi región, Magallanes, ha dado un triste y penoso espectáculo que los magallánicos no se merecen”.
-Senadora, ¿ha encontrado respaldo en el gobierno a su iniciativa de la Ley Nacional del Cáncer?
-Fue una de mis propuestas de campaña y en la segunda vuelta el Presidente Piñera se comprometió con ella, sin embargo, en su primera cuenta pública al país como mandatario no la mencionó cuando habló de salud y eso encendió las alarmas.
He mantenido una fluida relación tanto con el ministro de Salud, Emilio Santelices, como con el ministro de Segpres, Gonzalo Blumel, para colaborar en esta propuesta legislativa que es urgente. El cáncer es la primera causa de muerte en muchas regiones y las estadísticas indican que de cada tres personas que mueren por cáncer al menos una podría haber salvado su vida con acceso oportuno a un tratamiento.
Piñera debe cumplir su palabra, no conmigo, sino con los miles de enfermos de cáncer y sus familias.
-Para usted debe ser además un tema acuciante.
-Siempre digo que soy una privilegiada. Tuve un diagnóstico oportuno, un tratamiento adecuado y pude tomarme la licencia médica sin temor a perder mi trabajo, pero eso es algo que no todos los enfermos pueden decir y quiero que en mí país todos tengan las mismas posibilidades, independiente de su bolsillo.
En cáncer la desigualdad es terrible; personas con cáncer de vesícula con menos recursos se mueren 40 veces más que alguien que tiene más medios y eso es insostenible en Chile. No tengo duda que entre mis colegas del Congreso existe la intención de apoyar esta propuesta, pero falta que el Gobierno tomé la decisión.
Esto no es sólo un tema de recursos sino principalmente de gestión y entre todos podemos hacer que el proceso de enfrentar un cáncer sea mucho más llevadero.
-En 2012 el gobierno de Piñera propició una ley que buscaba traspasar la administración del borde costero desde Defensa a Bienes Nacionales. Este último anunció la licitación de los bordes costeros. ¿Está de acuerdo con privatizarlos?
-En esto quiero ser muy clara: Por ningún motivo privatizar.
En Chile necesitamos una administración del borde costero intregrada, planificada con los distintos actores, con ejes ordenadores respecto de la adminstración y cuidado de nuestras áreas silvestres protegidas y parques nacionales.
Recuerdo la discusión del proyecto cuando era diputada. No prosperó porque era una mala propuesta, pues se traspasaba la responsabilidad a Bienes Nacionales sin los recursos humanos y financieros necesarios por lo que el rol que cumple Defensa, específicamente en el caso de la Armada, daba muchas más garantías.
Creo que se pueden discutir mejores instrumentos, formas de administración, pero siempre cautelando el rol del Estado, la mirada regional y por supuesto la necesaria transparencia en todos los procesos.
-¿En qué consiste el “Plan de Desarrollo Antártico” que usted impulsa?
-Según muchos científicos el futuro del mundo está en la Antártida, ahí están las mayores reservas de agua dulce del planeta. Pero además para nuestro país, que es el más cercano al continente blanco, reviste una importancia estratégica mayor.
Entonces cuando una ve que por seguridad el próximo año la FACH va a retirar a la población civil que vive en la Villa Las Estrellas, porque las casas se están cayendo a pedazos, es que no tenemos claras las prioridades.
He pedido un Plan Especial, con financiamiento propio, que considere un programa de infraesctructura para las instalaciones antárticas; un programa de infraestructura portuaria de alto estándar que considere la conexión antártica con Punta Arenas y Puerto Williams; un programa de financiamiento científico antártico y una ley ambiental antártica que coloque a Chile como líder mundial en esta materia. Ese es el punto de partida para desafíos mayores sobre este tema. Así también he pedido que se ponga urgencia a la discusión del estatuto antártico que duerme en el Congreso.
-Pareciera que se ha tomado poca conciencia acerca de la importancia de hacer soberanía en esos alejados lugares.
-En la reunión extraordinaria del Consejo de Política Antártica que convocó el canciller Ampuero a instancias del ministro de Defensa, Alberto Espina, de quien quiero destacar su activo rol en esta materia, el director del INACH hizo una completa descripción sobre lo que están haciendo otros países en la materia Antártica y veo con preocupación que nos estamos quedando atrás.
La Antártica está siendo observada con mucho interés en todo el mundo y acá, puesto en simple, Chile se está jugando la posibilidad de tener un rol, una voz. O tomamos esto en serio ahora como política de Estado o nos quedaremos abajo.
En este tema no caben los colores políticos. No es sólo un tema de soberanía, que es muy importante, por cierto, sino también una oportunidad de desarrollo para nuestro país como plataforma de servicios logísticos, de desarrollo de investigación y también del turismo antártico como una actividad que puede convivir con el cuidado de un ecosistema tan frágil.
-No puedo dejar de preguntarle por uno que fue de sus pilares en su campaña: la sala cuna universal para padres y madres. ¿En qué quedó eso?
-Necesitamos que la sala cuna sea universal, que no se castigue a las mujeres como ocurre en nuestra actual legislación, en que sólo se garantiza en empresas de más de veinte trabajadoras. Eso implica que para una mujer con un hijo o hija de dos años es muy dificil encontrar trabajo o se lo rebajan del sueldo y se expresa en la brecha salarial de género. Presenté el proyecto que busca crear un fondo solidario, donde se aporta por todos los trabajadores y trabajadoras y se garantiza a los papás y mamás el derecho a sala cuna independiente del tamaño de la empresa.
Eliminar esta barrera también nos va a permitir aumentar la participación laboral de las mujeres, que en nuestro país aun es muy baja.
-Hay otro tema legislativo que no está ausente y es la denominada sequía legislativa de este gobierno, incluso reconocida por legisladores oficialistas. ¿Importa?
-Primero yo diría que es un debate artificial que sólo le interesa al mundo político. Llevamos semanas enfrascados en una discusión de ida y vuelta donde al final la ciudadanía es la única perjudicada.
Ahora, es evidente que el Gobierno debe negociar, pues no tiene los votos para imponerse en el Congreso y creo que pueden mejorar su desempeño.
Dicho eso, yo espero que pronto el Ejecutivo envíe proyectos que sí son de interés de las personas, como por ejemplo pensiones y reforma a la salud.
Pero quiero ser justa y tengo que valorar que se hayan respaldado iniciativas parlamentarias que veniamos trabajando hace mucho tiempo, como por ejemplo la eliminación de bolsas plásticas, que es una propuesta que presenté hace años a propósito de la experiencia que tuvimos en Magallanes, o la imprescriptibilidad de delitos de abuso de menores, que es una propuesta presentada por parlamentarios de oposición y donde el Gobierno ha dado un claro respaldo del que yo me alegro, porque pone a las vícitimas y a los niños y niñas como prioridad.
-Usted ha propiciado la política de los acuerdos. En los hechos eso no se ha visto reflejado -hasta hoy-, en propuestas concretas. ¿Qué falta para que ese diálogo gobierno oposición fructifique?
-Soy una mujer que siempre he propiciado el diálogo y el acuerdo, reconociendo nuestras legítimas diferencias. Creo que no sentarse a conversar como principio de actitud política frente a este o cualquier gobierno es un profundo error.
He dicho claramente que las comisiones convocadas por el gobierno –yo estoy en la de salud- no reemplazan la discusión parlamentaria pero sí sirven para ir avanzando.
En esto falta que tanto el Gobierno como la oposición más dura que representa el Partido Socialista o el Frente Amplio, dejen de lado las posiciones beligerantes, las consignas altisonantes y empiecen a pensar de verdad en la gente.
Tenemos problemas en salud, en seguridad pública, en pensiones, en educación y esa confrontación permanente sólo perjudica a las personas. Estamos pegados en el debate de trinchera ideológica y yo espero que entremos al debate de las ideas y argumentos.
-El senador Francisco Chahuán agradeció que la oposición esté dividida y haya aceptado participar de las comisiones que convocó el gobierno, porque en caso contrario la debacle, dijo, habría sido mayor en cuanto a la ineficacia de la administración actual. ¿Concuerda con ese análisis?
-Lo primero que diría es que si bien es evidente que existen profundas diferencias entre quienes fuimos gobierno hasta hace poco, en la derecha también hay desacuerdos y algunos bien de fondo.
Acepté ir a las comisiones porque creo que debemos llegar a acuerdos en beneficio de la gente, no por otra razón.
Es bastante notorio que el Gobierno ha tenido serios problemas de instalación. Sin ir más lejos en mi región, Magallanes, el gobierno ha dado un triste y penoso espectáculo que los magallánicos no se merecen. Justo cuando empezábamos a realizar un trabajo con el ahora exintendente el Gobierno le pide la renuncia por razones poco claras en medio de una serie de lamentables intrigas políticas y lo mismo ha pasado en otras regiones; aun falta que se nombre a varios embajadores y ha habido no pocas renuncias, así que cuidado con creer que todo va viento en popa en la derecha, porque no es así.
-Pareció interesante la iniciativa que usted aparece promoviendo junto al diputado Gabriel Boric de donar los siete mil pesos de la compensación por la llamada “colusión del confort”, para una casa de acogida para niños en situación de riesgo. Sin embargo, a muchas familias les podría servir para comprar al menos un cilindro de gas chico. ¿Ha prendido su idea?
-Para mí fue curioso, porque con el diputado Boric quisimos hacer una ayuda a una fundación de nuestra región que hace un gran trabajo, pero de vuelta recibimos duras críticas de parte de mucha gente.
Recibí la misma solicitud de parte de muchas fundaciones como “Yo Mujer”, “Chile Sin Cáncer” y “Nuestros Hijos”, que acoge a familias con niños con cáncer, y tantas otras que hacen un trabajo generoso de apoyo a los más necesitados.
Incluso sostuve una reunión con el ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, para ver de qué manera se podía canalizar la donación de los siete mil pesos. No vivo en el mundo de Bilz y Pap y entiendo que hay muchas personas para quienes esa plata sirve, pero también es cierto que hay muchas otras que pueden donarla sin que eso les implique un esfuerzo y a ellos estaba apelando. Nosotros tenemos que avanzar también en la construcción de una sociedad más solidaria y pasar de la colusión a la colaboración.
-A propósito de niños vulnerables. El ministro de Educación ha dicho que con un bingo se debieran solucionar temas como dotar a colegios de lugares dignos que no se lluevan, por ejemplo. ¿Deben los colegios y escuelas públicas autogestionarse vía bingos o es deber del Estado subsanar esas falencias?
-Encuentro muy lamentables las declaraciones del ministro Varela, con quien he trabajado para solucionar situaciones especificas de mi región, pero creo que debe ser mucho más cuidadoso con los comentarios que hace.
Este no es el primer episodio que protagoniza y pienso que esto lo debilita ante la opinión pública con razón.
Aquí el Gobierno debe clarificar de una vez por todas si ve a la Educación como un derecho igualitario para todos o como un espacio donde hay lugar para diferencias que son inaceptables.
-Llevamos casi cuatro meses de gobierno y la situación económica no repunta. Cierran empresas, se generan despidos y la inversión brilla por su ausencia. ¿Cómo se ve el panorama en su región?
-El Gobierno enfrenta un panorama complejo. El manejo de la economía no va a ser tan fácil como se pensaba el año pasado y eso requiere prudencia y dejar de lado la soberbia.
Yo estoy muy preocupada por la situación de Magallanes. En el Gobierno anterior hicimos un esfuerzo histórico para aumentar la inversión pública con un plan de zonas extremas que permitió destrabar proyectos que estaban en carpeta hace años, como el tendido de fibra óptica por territorio nacional vía submarina, la construcción de un centro antártico internacional en Punta Arenas, o la construcción de nueva infraestructura portuaria, que son sólo algunos ejemplos, y existe mucha incertidumbre respecto de su continuidad. No continuar con el plan de zonas extremas sería lapidario para el dinamismo de la región y la generación de puestos de trabajo.
No puedo dejar de mencionar mi preocupación por la lentitud en presentar una agenda de descentralización, la invisibilización de las regiones. La concentración del poder en Santiago y el centralismo imperante atentan contra el objetivo de ser un país desarrollado.
Así es muy probable que lleguemos a la elección de gobernadores regionales sin una plataforma que sustente el fortalecimiento de las regiones en trasferencia de competencias y manejo de recursos.
Por la experiencia reciente en mi región pareciera que algunos están más preocupados de potenciar candidatos que de generar una verdadera política de Estado que permita el desarrollo de los territorios y de todos los chilenos y chilenas independiente de su lugar de residencia.