El exministro y exsenador, integrante del Comando de Alejandro Guillier, pide un gran acuerdo en la centroizquierda que evite, en la dispersión, el triunfo de la derecha.
Sergio Bitar: “Es obligación ética una lista única que incluya a la DC”
Las dos candidaturas presidenciales las entiende como un hecho de la causa, aunque hubiera preferido una sola. Rescata que la Concertación fue el mejor periodo en 200 años del país, pero que este cambió y hay que adecuarse a los nuevos tiempos.
En su casa, aquella que ha visto desfilar presidentes y parte de la historia del país, recibe a Cambio21 y entrega más que un mensaje, un desafío.
-Complicada la situación de la centroizquierda, al parecer está extraviado el ánimo societario, ¿Qué ha pasado?
Si uno lo mira con filosofía o con mirada histórica, tiene que reconocer que 20 años es mucho, de 1990 al 2010 y 30 años es más, del ’87 al 2017 para una coalición, son pocas las que duran tanto, prácticamente uno no la encontraría en la historia contemporánea, democráticamente hablando, en algún país de occidente.
Si uno lo mira con una lógica más coyuntural, se da cuenta que Chile cambió, talvez los sectores sociales que nosotros representamos han alcanzado un nivel de complejidad, de diversificación, de anhelos, de temores, de indiferencias, que hace muy difícil abarcar todo en un solo sentido, darle un contenido único, estratégico para aglutinar.
Y también creo que cuando la política se estabiliza, no hay riesgos mayores, la gente se hace más distante y se preocupa más de lo suyo. Hay una serie de factores históricos, sociológicos y políticos que pueden explicar estas fuerzas centrífugas que están predominando en el cuadro de la centroizquierda.
-¿Estamos en esa fase?
Chile vive esa fase, pero la crisis a mi juicio es más de representación de la sociedad chilena. Ganas una votación pero no expresas en los hechos a la gente que votó por ti. Los senadores, diputados, empresarios, vienen en cerca de un sesenta por ciento de colegios particulares y universidades privadas y del 10% de más ingresos… y los otros miran, es eso lo que está afectando seriamente la democracia representativa como forma de gobierno. Eso tiene que ver con la ética, en el sentido de que esto es de todos y no de unos pocos que en representación del conjunto hacen lo que ellos estiman bueno para el conjunto, sin muchas veces preguntar.
El otro fenómeno interesante, es que esto existía siempre, y es lo que nos llama la atención. La gran suerte es lo que tenemos hoy día, tecnologías de comunicación, fiscales independientes y prensa más agresiva. Sin esos tres ingredientes, estas cosas seguirían ocultas y el hecho que se aireen, resultan intolerables para la ciudadanía y hay que verlo como algo bastante positivo.
En ese sentido, yo al menos estoy tranquilo que en materia de probidad, que es una dimensión especial de la épica o muy importante en política, hemos dado pasos legales que nos ponen a la cabeza de América Latina, otra cosa es que se cumplan y que haya las capacidades de fiscalización.
Una tercera consideración que yo haría es que recibir bajo cuerda un millón de dólares para una persona que es de derecha, en su electorado no es corrupción, en su electorado es como que da lo mismo. Pero recibir 10 dólares por parte de uno de izquierda o centroizquierda, es corrupción. Entonces la mirada de los electorados respectivo es muy distinta. Eso hace que los valores estéticos adquieran una importancia principal para que sean transmitidos también a la gente que vota derecha, de que no todo se justifica por tener dinero ni todo el que tiene dinero tiene que ser necesariamente de derecha. Allí adquiere mucha importancia y cala bien en esto Carolina Goic y allí puede ser efectivamente una contribución.
-No deja de llamar la atención que sectores sociales medios y de pocos ingresos, estén dispuestos a votar por Piñera, por ejemplo. ¿Votan por él, porque no les importa lo que haga, o están cansados de la Nueva Mayoría, o será un poco de ambas?
No es fácil responder. Siempre pensé que Piñera tendría un techo bajo y me sorprende que no es tan bajo. Bajo porque ya fue, porque su gobierno no fue nada de bueno, de hecho el gobierno actual, con todas las dificultades de un crecimiento más bajo, en todo está cumpliendo más que el de Piñera y ahí están los indicadores, sumado a un país que se ha sacudido por el vínculo del dinero con la política y que ha generado toda una reacción desfavorable… que tenga un techo no tan bajo una persona que es el epítome de la confusión, en que uno no sabe cuándo decide para él y cuando decide para el país, porque está todo mezclado, bueno, me sorprende.
A ello se agrega –y es un fenómeno de los ciclos-, que algunos dicen: esta gente lleva mucho tiempo y son los mismos, hasta cuándo… más una campaña que ha sido muy dura de desprestigiar al gobierno de la Presidenta Bachelet -más allá de que pueda haber divergencia acerca de la gestión-, su vocación de servicio, su transparencia personal, su honestidad, yo creo que están fuera de dudas. Eso debiera ser un factor en una campaña en los meses que quedan, en que ella va a subir un poco su popularidad, en que creo que va a llegar al 40% de aprobación.
-De acuerdo a las encuestas –si es que usted cree en ellas-, la suma de Guillier, Goic y Sánchez es mayor a la suma de los candidatos de la derecha. ¿Es viable hacer operación para una segunda vuelta o la liquidez –como llaman los siúticos- es muy grande y puede pasar cualquier cosa?
Cuando Lavín y Piñera fueron separados en 2005, sacaron más votos que Michelle Bachelet en la primera vuelta. Nuestra lógica fue que había un voto “lavinista” que es populista, cosista, que no ve en Piñera a su representante, lo veía como un gran empresario. Entonces dirigimos nuestros esfuerzos a las comunas donde estaba ese potencial voto y al final, si mal no recuerdo, Bachelet pasó del 47 al 53 por ciento en la segunda vuelta.
Con esto quiero decir que no es sumable los votos de uno y de otro. Y es eso lo que hay que tener particular cuidado. La gran inteligencia de la centroizquierda expresada en los mejores años de nuestra historia 1810-2010, está expresada en el periodo de la Concertación, más allá de los problemas que pudieron haber existido, la gran inteligencia de la centroizquierda allí fue haber sabido expresar la diversidad y darle un sentido común.
Y eso hoy día está bastante más fraccionado por múltiples factores, entre otros el individualismo, el que cada uno se preocupa más de lo suyo porque no hay riesgos de otra naturaleza y también tiene que ver con el cambio social. Nosotros todavía nos hemos quedado con una mirada más asistencialista de la pobreza que protectora de la vulnerabilidad de las clases medias y menos estimuladora de la oportunidad para las clases medias y es ese equilibrio el que también puede expresarse en una votación dispersa en general.
-¿Es nuevo este proceso de descomposición de la centroizquierda?
Son procesos, se viene disgregando hace tiempo. Si nosotros nos remontamos al año 2005, después que termina el gobierno de Lagos, me la discusión era si va a ganar o no va a ganar, Michelle Bachelet, y ganó. No ocurrió lo mismo con Frei, estábamos todos detrás y apareció Enríquez-Ominami que se llevó el 20% de los votos. Discutíamos mucho ahí ¿se habrá terminado la Concertación? Eso era parte de la discusión.
Y cuando surge lo de Piñera, hay explosión social, una reacción contra alguien que quería reponer patrones tradicionales elitistas sobre una sociedad que iba en otra dirección. También allí hubo un diagnóstico y una discusión de la oposición, que éramos nosotros en ese momento y que llevo a una conclusión, a mi juicio, equivocada, exageramos lo que era, la necesidad de grandes transformaciones y cometimos un grave error histórico que ya tendrá que irse enfrentando: rechazar a la Concertación cuando los partidos eran los mismos que en la Nueva Mayoría, entonces, esa decisión fue bastante necia y genero este debilitamiento.
-¿Tan necio como bajar a Lagos, sus propios compañeros?
Hay muchos indicadores de que las cosas se venían dando de otra manera, la sociedad tenía otras demandas, a lo cual se agrega el término del binominal, más el hecho de que el Partido Comunista ingresó a la coalición, lo que generó tensiones adicionales. A eso se suma una pérdida de visión estratégica de todos, pero también de hechos inexplicables. Pensamos que Lagos era la figura más preparada, que tenía la experiencia, el apoyo del PPD, que tuvimos que trabajar para eso, hubo mucha gente que veía que Guillier debía ser la persona no Lagos, pero al final el partido se alineó. Dijimos el PS lo va a apoyar, la DC lo va a apoyar, podemos ir a primarias y por último, si va a perder que pierda en primaria.
En todo ese proceso no “pescó” Lagos, ¿y por qué no pesco Lagos?, no sabemos pues, es un hecho, porque la sociedad no lo quiere, o porque ya cumplió o porque busca otra cosa o porque pertenece a la élite o porque ya fue, pero y si ya fue, ¿por qué a Piñera lo toman? no hemos explicado esos fenómenos y en política uno debe reconocer los hechos que están sobre la mesa. Uno de los candidatos que surge, es independiente y la otra candidata surge también por una necesidad de cohesión de una coalición política.
Ha habido también, como en todos estos ciclos, un paso de la ética general al interés personal de los cargos de gobierno. Y eso ha sido así siempre en política, no es un cuento de hoy, pero a veces se desequilibra mucho, cada uno trata hoy día de afirmarse más del Parlamento y decir bueno, como no sé lo que va a pasar, por lo menos yo quiero tener un grupo parlamentario más importante y bajando más al área chica, quiero ser yo, el que está ahí. Ese es el dilema principal que estamos enfrentando en este momento respecto a una lista parlamentaria.
Es nuestra obligación ética, política, de responsabilidad con Chile, hacer una lista única que incluya a la DC.
-¿Alcanzará el tiempo?
Nos quedan 3 semanas. De lo que he averiguado y he conversado con unos y con otros, es posible, no me cabe duda que es posible, no me cabe duda que en otra circunstancia histórica hicimos un trabajo más difícil, pero lo logramos. Algunos partidos, tienen que aceptar que van a tener menos diputados o menos senadores o menos candidatos, o ciertos candidatos que tienen más poder. Pero que en el conjunto vamos a sacar más.
Creo que todavía es posible, he estado revisando en diputados, es posible, y el problema lo tenemos en senadores y no por 3 personas o 4 personas, nosotros vamos a sacrificar un entendimiento que es esencial para pasar a la segunda vuelta, para ganar en la segunda vuelta. A mi juicio es una responsabilidad mayor, todavía hay tiempo y lo que hay que hacer es, que cada uno de los dos candidatos que llevamos apelen a sus partidos para que estos arriben a un acuerdo o, entre los dos se pongan de acuerdo, tener una comisión de hombres y mujeres buenos y buenas, a la cual se le delegue la tarea, que sean personas experimentadas en campañas pero que no sean candidatos ellos mismos. Los presidentes de partidos son todos candidatos, ellos no pueden estar negociando.
Yo soy optimista por naturaleza, pero además por una razón que le leí a Winston Churchill: “yo soy optimista, porque es más útil”.
-Entonces, ¿estima posible una lista única al parlamento con 2 candidatos a La Moneda?
Yo habría preferido un candidato y una primaria, pero no voy a hacer problemas porque hay dos. Tengo que ver cómo resuelvo el problema, no cómo lo intensifico, que es lo que han hecho algunos, es decir, no llego a acuerdo si usted no se baja, y con esa actitud lo que uno hace es que no se baje y se dividan más.
-En su momento era determinante que Goic se bajara, lo que era dejarle abierto el centro al candidato derechista
Hemos aprendido con el correr del tiempo de forma muy rápida. Carolina Goic, primero, es una persona valiosa, ha sido muy leal con el gobierno, es una mujer progresista, es una mujer de calidad y tiene ventajas políticas, no podemos ser ciegos, mantiene la unidad de la DC, si ella no está los riesgos de división son grandes y los riesgos de fuga de votos para la derecha también, hay mucha gente que vota DC y no son militantes, segundo, que re fortalece a la centroizquierda porque fortalece su variedad y por lo tanto perfectamente nosotros podemos ir con dos candidatos con el compromiso que está implícito de votar por el otro que pase, en la segunda vuelta.
Así como la DC, el PC también protege y contiene por el otro lado.
-Ustedes, la “generación dorada” pos dictadura, fueron capaces de sentar a “enemigos de ayer” para construir el mañana… bien o mal, lo hicieron. ¿Lo podrán hacer hoy?
Claro, pero nuestra influencia declina y eso es pura biología, hay que reconocer la biología. La pregunta es otra, la pregunta es: esa generación dorada, era tan dorada o se acrisoló y se doró en la lucha y en un momento histórico o circunstancia histórica única, yo creo que es lo segundo, ninguno de nosotros era ni más ni menos capaz que los otros, lo que ocurre es que en esa circunstancia histórica enfrentar esa tremenda aspiración ciudadana que presentan Frei Montalva y Allende, vivir esa tragedia gigantesca, entender que por encima de todo había que generar unidad nacional y convivencia y hacer un desarrollo económico con más igualdad.
No fue fácil hacer que Aylwin, a quien veíamos en su tiempo como el que ayudo a la caída de Allende, fuera el primero en dirigir el país -y lo hizo muy bien-.
Pero nuestra generación ocupó el espacio de otra generaciones, limitó el desarrollo de otras generaciones, porque cuando Frei Ruiz-Tagle es candidato de nuevo, cuando Michelle Bachelet es candidata de nuevo, cuando Lagos es candidatos a Presidente de nuevo, cuando Piñera es candidato de nuevo, entonces usted tiene una generación que está ya como se dice en el yogurt, con los tiempos vencidos. No sé si esto es bueno para el país, yo considero que no es bueno. Cuáles son las generaciones de reemplazo, bueno aparentemente son más jóvenes (…) pero encontramos que muchos nuevos no quieren oír, o sea, consideran que la historia comienza con ellos, y que todos los demás son una manga de conservadores, y no entienden nada, eso es ir de cabeza al fracaso si no entienden lo que pasó o se hizo.
Nuestra gran tarea es, transmitir esta experiencia y ayudar. Yo estoy encima de lo que puedo, en la campaña de Guillier y hay otros que están encima en la campaña de Carolina Goic, pero todos tenemos que estar encima de que al final, lleguemos juntos. Por eso cuando converso con Zaldívar, me entiendo perfectamente bien, o cuando nosotros conversamos con Insulza, con el Gute, o Genaro Arriagada, que son parte de una generación que jugó un papel trascendente. Pero si nosotros no entendemos que tenemos que ir a una convergencia, vamos a cometer también un error.
-Si Guillier no pasa a segunda vuelta, ¿votaría por Carolina Goic, si fuera ella la ganadora?
Yo voto por Goic, no tengo ninguna duda, como quiero que sea más enfática que lo que fue ayer y diga que votaría por Guillier.
-Y si la opción es entre Beatriz Sánchez y Piñera, ¿vota por ella?
Voto por Bea Sánchez, a sabiendas de que no tienen las capacidades hoy día para gobernar, pero creo que es una fuerza de centroizquierda o de izquierda en el caso de ella, que la encuentro una persona más razonable que Piñera.
Ahora eso es realmente ciencia ficción y no va a pasar, como veo las cosas hoy día, vamos a tener un Guillier cerca del 30%, una Carolina Goic que va a tener un 10% y eso nos pone en condiciones de poder ganar en primera vuelta, pero en el entendido que nos sumamos unos a otros y tenemos una campaña inteligente hacia lo que es el Frente Amplio.
Yo tengo una hipótesis, si se desancla o se desacopla a la DC con los socialdemócratas, se va a dividir la DC y se va a dividir la izquierda y eso puede entrar a un periodo muy largo de recomposición.
En su casa, aquella que ha visto desfilar presidentes y parte de la historia del país, recibe a Cambio21 y entrega más que un mensaje, un desafío.
-Complicada la situación de la centroizquierda, al parecer está extraviado el ánimo societario, ¿Qué ha pasado?
Si uno lo mira con filosofía o con mirada histórica, tiene que reconocer que 20 años es mucho, de 1990 al 2010 y 30 años es más, del ’87 al 2017 para una coalición, son pocas las que duran tanto, prácticamente uno no la encontraría en la historia contemporánea, democráticamente hablando, en algún país de occidente.
Si uno lo mira con una lógica más coyuntural, se da cuenta que Chile cambió, talvez los sectores sociales que nosotros representamos han alcanzado un nivel de complejidad, de diversificación, de anhelos, de temores, de indiferencias, que hace muy difícil abarcar todo en un solo sentido, darle un contenido único, estratégico para aglutinar.
Y también creo que cuando la política se estabiliza, no hay riesgos mayores, la gente se hace más distante y se preocupa más de lo suyo. Hay una serie de factores históricos, sociológicos y políticos que pueden explicar estas fuerzas centrífugas que están predominando en el cuadro de la centroizquierda.
-¿Estamos en esa fase?
Chile vive esa fase, pero la crisis a mi juicio es más de representación de la sociedad chilena. Ganas una votación pero no expresas en los hechos a la gente que votó por ti. Los senadores, diputados, empresarios, vienen en cerca de un sesenta por ciento de colegios particulares y universidades privadas y del 10% de más ingresos… y los otros miran, es eso lo que está afectando seriamente la democracia representativa como forma de gobierno. Eso tiene que ver con la ética, en el sentido de que esto es de todos y no de unos pocos que en representación del conjunto hacen lo que ellos estiman bueno para el conjunto, sin muchas veces preguntar.
El otro fenómeno interesante, es que esto existía siempre, y es lo que nos llama la atención. La gran suerte es lo que tenemos hoy día, tecnologías de comunicación, fiscales independientes y prensa más agresiva. Sin esos tres ingredientes, estas cosas seguirían ocultas y el hecho que se aireen, resultan intolerables para la ciudadanía y hay que verlo como algo bastante positivo.
En ese sentido, yo al menos estoy tranquilo que en materia de probidad, que es una dimensión especial de la épica o muy importante en política, hemos dado pasos legales que nos ponen a la cabeza de América Latina, otra cosa es que se cumplan y que haya las capacidades de fiscalización.
Una tercera consideración que yo haría es que recibir bajo cuerda un millón de dólares para una persona que es de derecha, en su electorado no es corrupción, en su electorado es como que da lo mismo. Pero recibir 10 dólares por parte de uno de izquierda o centroizquierda, es corrupción. Entonces la mirada de los electorados respectivo es muy distinta. Eso hace que los valores estéticos adquieran una importancia principal para que sean transmitidos también a la gente que vota derecha, de que no todo se justifica por tener dinero ni todo el que tiene dinero tiene que ser necesariamente de derecha. Allí adquiere mucha importancia y cala bien en esto Carolina Goic y allí puede ser efectivamente una contribución.
-No deja de llamar la atención que sectores sociales medios y de pocos ingresos, estén dispuestos a votar por Piñera, por ejemplo. ¿Votan por él, porque no les importa lo que haga, o están cansados de la Nueva Mayoría, o será un poco de ambas?
No es fácil responder. Siempre pensé que Piñera tendría un techo bajo y me sorprende que no es tan bajo. Bajo porque ya fue, porque su gobierno no fue nada de bueno, de hecho el gobierno actual, con todas las dificultades de un crecimiento más bajo, en todo está cumpliendo más que el de Piñera y ahí están los indicadores, sumado a un país que se ha sacudido por el vínculo del dinero con la política y que ha generado toda una reacción desfavorable… que tenga un techo no tan bajo una persona que es el epítome de la confusión, en que uno no sabe cuándo decide para él y cuando decide para el país, porque está todo mezclado, bueno, me sorprende.
A ello se agrega –y es un fenómeno de los ciclos-, que algunos dicen: esta gente lleva mucho tiempo y son los mismos, hasta cuándo… más una campaña que ha sido muy dura de desprestigiar al gobierno de la Presidenta Bachelet -más allá de que pueda haber divergencia acerca de la gestión-, su vocación de servicio, su transparencia personal, su honestidad, yo creo que están fuera de dudas. Eso debiera ser un factor en una campaña en los meses que quedan, en que ella va a subir un poco su popularidad, en que creo que va a llegar al 40% de aprobación.
-De acuerdo a las encuestas –si es que usted cree en ellas-, la suma de Guillier, Goic y Sánchez es mayor a la suma de los candidatos de la derecha. ¿Es viable hacer operación para una segunda vuelta o la liquidez –como llaman los siúticos- es muy grande y puede pasar cualquier cosa?
Cuando Lavín y Piñera fueron separados en 2005, sacaron más votos que Michelle Bachelet en la primera vuelta. Nuestra lógica fue que había un voto “lavinista” que es populista, cosista, que no ve en Piñera a su representante, lo veía como un gran empresario. Entonces dirigimos nuestros esfuerzos a las comunas donde estaba ese potencial voto y al final, si mal no recuerdo, Bachelet pasó del 47 al 53 por ciento en la segunda vuelta.
Con esto quiero decir que no es sumable los votos de uno y de otro. Y es eso lo que hay que tener particular cuidado. La gran inteligencia de la centroizquierda expresada en los mejores años de nuestra historia 1810-2010, está expresada en el periodo de la Concertación, más allá de los problemas que pudieron haber existido, la gran inteligencia de la centroizquierda allí fue haber sabido expresar la diversidad y darle un sentido común.
Y eso hoy día está bastante más fraccionado por múltiples factores, entre otros el individualismo, el que cada uno se preocupa más de lo suyo porque no hay riesgos de otra naturaleza y también tiene que ver con el cambio social. Nosotros todavía nos hemos quedado con una mirada más asistencialista de la pobreza que protectora de la vulnerabilidad de las clases medias y menos estimuladora de la oportunidad para las clases medias y es ese equilibrio el que también puede expresarse en una votación dispersa en general.
-¿Es nuevo este proceso de descomposición de la centroizquierda?
Son procesos, se viene disgregando hace tiempo. Si nosotros nos remontamos al año 2005, después que termina el gobierno de Lagos, me la discusión era si va a ganar o no va a ganar, Michelle Bachelet, y ganó. No ocurrió lo mismo con Frei, estábamos todos detrás y apareció Enríquez-Ominami que se llevó el 20% de los votos. Discutíamos mucho ahí ¿se habrá terminado la Concertación? Eso era parte de la discusión.
Y cuando surge lo de Piñera, hay explosión social, una reacción contra alguien que quería reponer patrones tradicionales elitistas sobre una sociedad que iba en otra dirección. También allí hubo un diagnóstico y una discusión de la oposición, que éramos nosotros en ese momento y que llevo a una conclusión, a mi juicio, equivocada, exageramos lo que era, la necesidad de grandes transformaciones y cometimos un grave error histórico que ya tendrá que irse enfrentando: rechazar a la Concertación cuando los partidos eran los mismos que en la Nueva Mayoría, entonces, esa decisión fue bastante necia y genero este debilitamiento.
-¿Tan necio como bajar a Lagos, sus propios compañeros?
Hay muchos indicadores de que las cosas se venían dando de otra manera, la sociedad tenía otras demandas, a lo cual se agrega el término del binominal, más el hecho de que el Partido Comunista ingresó a la coalición, lo que generó tensiones adicionales. A eso se suma una pérdida de visión estratégica de todos, pero también de hechos inexplicables. Pensamos que Lagos era la figura más preparada, que tenía la experiencia, el apoyo del PPD, que tuvimos que trabajar para eso, hubo mucha gente que veía que Guillier debía ser la persona no Lagos, pero al final el partido se alineó. Dijimos el PS lo va a apoyar, la DC lo va a apoyar, podemos ir a primarias y por último, si va a perder que pierda en primaria.
En todo ese proceso no “pescó” Lagos, ¿y por qué no pesco Lagos?, no sabemos pues, es un hecho, porque la sociedad no lo quiere, o porque ya cumplió o porque busca otra cosa o porque pertenece a la élite o porque ya fue, pero y si ya fue, ¿por qué a Piñera lo toman? no hemos explicado esos fenómenos y en política uno debe reconocer los hechos que están sobre la mesa. Uno de los candidatos que surge, es independiente y la otra candidata surge también por una necesidad de cohesión de una coalición política.
Ha habido también, como en todos estos ciclos, un paso de la ética general al interés personal de los cargos de gobierno. Y eso ha sido así siempre en política, no es un cuento de hoy, pero a veces se desequilibra mucho, cada uno trata hoy día de afirmarse más del Parlamento y decir bueno, como no sé lo que va a pasar, por lo menos yo quiero tener un grupo parlamentario más importante y bajando más al área chica, quiero ser yo, el que está ahí. Ese es el dilema principal que estamos enfrentando en este momento respecto a una lista parlamentaria.
Es nuestra obligación ética, política, de responsabilidad con Chile, hacer una lista única que incluya a la DC.
-¿Alcanzará el tiempo?
Nos quedan 3 semanas. De lo que he averiguado y he conversado con unos y con otros, es posible, no me cabe duda que es posible, no me cabe duda que en otra circunstancia histórica hicimos un trabajo más difícil, pero lo logramos. Algunos partidos, tienen que aceptar que van a tener menos diputados o menos senadores o menos candidatos, o ciertos candidatos que tienen más poder. Pero que en el conjunto vamos a sacar más.
Creo que todavía es posible, he estado revisando en diputados, es posible, y el problema lo tenemos en senadores y no por 3 personas o 4 personas, nosotros vamos a sacrificar un entendimiento que es esencial para pasar a la segunda vuelta, para ganar en la segunda vuelta. A mi juicio es una responsabilidad mayor, todavía hay tiempo y lo que hay que hacer es, que cada uno de los dos candidatos que llevamos apelen a sus partidos para que estos arriben a un acuerdo o, entre los dos se pongan de acuerdo, tener una comisión de hombres y mujeres buenos y buenas, a la cual se le delegue la tarea, que sean personas experimentadas en campañas pero que no sean candidatos ellos mismos. Los presidentes de partidos son todos candidatos, ellos no pueden estar negociando.
Yo soy optimista por naturaleza, pero además por una razón que le leí a Winston Churchill: “yo soy optimista, porque es más útil”.
-Entonces, ¿estima posible una lista única al parlamento con 2 candidatos a La Moneda?
Yo habría preferido un candidato y una primaria, pero no voy a hacer problemas porque hay dos. Tengo que ver cómo resuelvo el problema, no cómo lo intensifico, que es lo que han hecho algunos, es decir, no llego a acuerdo si usted no se baja, y con esa actitud lo que uno hace es que no se baje y se dividan más.
-En su momento era determinante que Goic se bajara, lo que era dejarle abierto el centro al candidato derechista
Hemos aprendido con el correr del tiempo de forma muy rápida. Carolina Goic, primero, es una persona valiosa, ha sido muy leal con el gobierno, es una mujer progresista, es una mujer de calidad y tiene ventajas políticas, no podemos ser ciegos, mantiene la unidad de la DC, si ella no está los riesgos de división son grandes y los riesgos de fuga de votos para la derecha también, hay mucha gente que vota DC y no son militantes, segundo, que re fortalece a la centroizquierda porque fortalece su variedad y por lo tanto perfectamente nosotros podemos ir con dos candidatos con el compromiso que está implícito de votar por el otro que pase, en la segunda vuelta.
Así como la DC, el PC también protege y contiene por el otro lado.
-Ustedes, la “generación dorada” pos dictadura, fueron capaces de sentar a “enemigos de ayer” para construir el mañana… bien o mal, lo hicieron. ¿Lo podrán hacer hoy?
Claro, pero nuestra influencia declina y eso es pura biología, hay que reconocer la biología. La pregunta es otra, la pregunta es: esa generación dorada, era tan dorada o se acrisoló y se doró en la lucha y en un momento histórico o circunstancia histórica única, yo creo que es lo segundo, ninguno de nosotros era ni más ni menos capaz que los otros, lo que ocurre es que en esa circunstancia histórica enfrentar esa tremenda aspiración ciudadana que presentan Frei Montalva y Allende, vivir esa tragedia gigantesca, entender que por encima de todo había que generar unidad nacional y convivencia y hacer un desarrollo económico con más igualdad.
No fue fácil hacer que Aylwin, a quien veíamos en su tiempo como el que ayudo a la caída de Allende, fuera el primero en dirigir el país -y lo hizo muy bien-.
Pero nuestra generación ocupó el espacio de otra generaciones, limitó el desarrollo de otras generaciones, porque cuando Frei Ruiz-Tagle es candidato de nuevo, cuando Michelle Bachelet es candidata de nuevo, cuando Lagos es candidatos a Presidente de nuevo, cuando Piñera es candidato de nuevo, entonces usted tiene una generación que está ya como se dice en el yogurt, con los tiempos vencidos. No sé si esto es bueno para el país, yo considero que no es bueno. Cuáles son las generaciones de reemplazo, bueno aparentemente son más jóvenes (…) pero encontramos que muchos nuevos no quieren oír, o sea, consideran que la historia comienza con ellos, y que todos los demás son una manga de conservadores, y no entienden nada, eso es ir de cabeza al fracaso si no entienden lo que pasó o se hizo.
Nuestra gran tarea es, transmitir esta experiencia y ayudar. Yo estoy encima de lo que puedo, en la campaña de Guillier y hay otros que están encima en la campaña de Carolina Goic, pero todos tenemos que estar encima de que al final, lleguemos juntos. Por eso cuando converso con Zaldívar, me entiendo perfectamente bien, o cuando nosotros conversamos con Insulza, con el Gute, o Genaro Arriagada, que son parte de una generación que jugó un papel trascendente. Pero si nosotros no entendemos que tenemos que ir a una convergencia, vamos a cometer también un error.
-Si Guillier no pasa a segunda vuelta, ¿votaría por Carolina Goic, si fuera ella la ganadora?
Yo voto por Goic, no tengo ninguna duda, como quiero que sea más enfática que lo que fue ayer y diga que votaría por Guillier.
-Y si la opción es entre Beatriz Sánchez y Piñera, ¿vota por ella?
Voto por Bea Sánchez, a sabiendas de que no tienen las capacidades hoy día para gobernar, pero creo que es una fuerza de centroizquierda o de izquierda en el caso de ella, que la encuentro una persona más razonable que Piñera.
Ahora eso es realmente ciencia ficción y no va a pasar, como veo las cosas hoy día, vamos a tener un Guillier cerca del 30%, una Carolina Goic que va a tener un 10% y eso nos pone en condiciones de poder ganar en primera vuelta, pero en el entendido que nos sumamos unos a otros y tenemos una campaña inteligente hacia lo que es el Frente Amplio.
Yo tengo una hipótesis, si se desancla o se desacopla a la DC con los socialdemócratas, se va a dividir la DC y se va a dividir la izquierda y eso puede entrar a un periodo muy largo de recomposición.