Por Mario López M.
De un plumazo y en menos de tres meses, el nuevo gobierno eliminó el alza al pago de contribuciones determinada en enero pasado a propiedades afectas y, más aún, generó una mínima rebaja en ellas.
No es efectivo que los beneficiados sean los sectores medios. Los que aprovechan la rebaja, son los sectores de más altos ingresos con inmuebles sobre $1.000 millones. Los municipios sufren también una gran pérdida.
El gobierno como una de sus primeras medidas, anunció que se rebajarían las contribuciones y que no se compensaría a las municipalidades por las pérdidas de ingresos que pudieran sufrir. El objetivo declarado expresamente por la autoridad, era la clase media, dijeron. Una vez más un título en que pocos conocen en detalle el contenido. ¿Es cierto que es la clase media la beneficiada? Veamos:
Aclarando cifras
El tributo denominado contribuciones que afecta a los bienes raíces, dice relación con la riqueza acumulada, y no a los flujos o ingresos corrientes, como el IVA o la renta. En nuestro país la riqueza acumulada proveniente de inmuebles, alcanza a $254,6 billones, esto es, más de 400 mil millones de dólares, según María Alicia Muñoz, subdirectora de Avaluaciones del Servicio de Impuestos Internos (SII). El valor corresponde a unos 6,6 millones de propiedades no agrícolas en Chile. No todas pagan contribuciones.
En nuestro país, las viviendas con un valor por debajo de los $33 millones quedan exentas del pago del tributo. De hecho, el 77% de las propiedades no está afecto al pago de este tributo en nuestro país. Del total recaudado por el pago de contribuciones, un 40% va a la municipalidad donde se ubica la propiedad, y el otro 60% al fondo común municipal. Este último es fundamental para las comunas con menos recursos ya que en cierta parte son “subvencionadas” por las más ricas, como Vitacura, Las Condes, Lo Barneechea o Providencia, las que aportan un 5% más que el resto de las comunas.
Según el presidente de la Asociación de Municipalidades, el alcalde Felipe Delpín, la determinación del gobierno implicaría una merma de 30 mil millones de pesos en los ingresos que percibirían los municipios en 2018, lo que es más grave en los más pobres. “Dentro de los impuestos que recaudan los municipios, éste es lejos el más importante, ya que si no existiera tendrían que bajar la cortina porque no habría recursos suficientes para financiar todos los servicios que tienen que prestar”, dijo el jefe del departamento de catastro y tasaciones de la subdirección de avaluaciones del Servicio de Impuestos Internos (SII) Carlos Orrego.
Los que realmente ganan
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD), en el Economic Survey 2018 recomendó a Chile aumentar este impuesto, teniendo a la vista una mejor distribución de la riqueza en nuestro país, tratándose de un tributo sumamente progresivo. Disminuirlo, implica una menor recaudación a nivel nacional de US$55,5 millones. Así, el beneficio (promedio) que recibe un contribuyente de Lo Barnechea por concepto de menores contribuciones es 21,4 veces superior al que recibe el contribuyente promedio de La Pintana, por ejemplo.
Según el economista y Master en Análisis Económico de la Universidad de Chile, Jorge Valverde, “a modo de ejemplo, una casa en San Damián (Las Condes) ahorrará cerca de $4 millones durante el periodo, vis a vis los $120 mil pesos de una casa en la Plaza Ñuñoa, los $30 mil pesos de una casa en condominio de Maipú y los $0 pesos de una casa cercana a las autopistas urbanas en Renca”. En la misma línea el senador y presidente de la Cámara Alta, Carlos Montes (PS), aseguró que “la rebaja de contribuciones de Piñera favorece a casas con avalúo fiscal sobre mil millones de pesos (…) siendo los municipios los únicos que perderán, pues jamás un proyecto del gobierno les devolverá esos US$60 millones que perdieron”.
El diputado (RD) Giorgio Jackson, aseguró que el cambio del Gobierno beneficia sólo al 23% de viviendas, beneficiando la propuesta de Piñera “en mayor medida a las personas más ricas”. Al efecto fundamentó diciendo que la rebaja de “0,42% al tramo de viviendas cuyo reavalúo fiscal se ubique entre $33.199.976 y $118.571.329, y rebaja también de 1,138% a 1,088 (es decir, en 0,5%) las viviendas que superen este último monto. Esto, bajo el pretexto de beneficiar a la clase media”. Así, de acuerdo a lo señalado por el integrante de la Comisión de Hacienda, el impacto de esta medida “se transforma en un 'bono-descuento' para quienes poseen viviendas afectas al impuesto territorial y, al mismo tiempo, en una disminución de ingresos para los municipios más pobres de Chile”.
El parlamentario frenteamplista, graficó mediante un ejemplo el nulo beneficio para la clase media: “quienes son dueños de una vivienda avaluada por el fisco en 45 millones, obtendrán este beneficio de aproximadamente $5.000 pesos anuales. Por su parte, quienes posean una vivienda avaluada por el fisco en $1.000 millones, pagarán aproximadamente $480 mil pesos menos al año”, dijo.
Cantos de sirena
El diputado Giorgio Jackson, fue categórico al desmentir el supuesto beneficio a la clase media: “no es verdad que esta medida vaya en ‘beneficio directo de la clase media o jubilados’, sino que favorece con creces a los sectores más ricos del país”, dijo, lo que fue corroborado por el alcalde de Recoleta Daniel Jadue (PC), quien criticó duramente la decisión del gobierno: “vuelve a transitar por el camino de profundizar las insoportables asimetrías que los municipios más pobres”, aseveró.
Es cierto que un pequeño porcentaje de personas que poseen ingresos medios podrán recibir una escuálida rebaja. La gran mayoría de los propietarios de un bien raíz no la recibirán, pues sus bienes raíces están exentos. Pero sobre todo es cierto que los grandes beneficiados son los sectores de más altos ingresos y con más de una propiedad a su haber. ¿Por qué entonces, con bombos y platillos anunciar el supuesto beneficio que no es tal? Marketing político, campaña comunicacional, aquel que según autoridades de la anterior administración Piñera tanto les faltó. Claro que ahora están abusando.
Las contribuciones que son recogidas por la Tesorería, se destinan al Fondo Común Municipal (FCM) y una parte de ellos vuelve a los municipios donde están las propiedades, los cuales deciden a dónde los destinan. Entre otros destinos ese dinero va a gastos de mantención de la comuna tales como servicios de aseo, mantención de jardines, alumbrado público, demarcaciones, señalizaciones, salud, educación, proyectos de inversión, juntas de vecinos, entre otros. Hoy los municipios más pobres tendrán menos dinero para esos ítems, que directamente favorecen a sectores populares y clase media.
Aunque quizás sería bueno que desde La Moneda se aclare qué se entiende por clase media. Así lo plantea Jorge Valverde: “En base a lo anterior aún estoy buscando la definición de clase media que tiene el gobierno del presidente Piñera para considerar que la disminución en la tasa, con respecto al decreto firmado por el gobierno anterior, es beneficioso para ésta y no para los súper ricos”.