Debe ser una declaración inédita de un ministro de Hacienda desde la vuelta de la democracia: Pedirle a unos adultos mayores y a unas monjas, internas en una casa de reposo o asilo, que recen para mejorar la economía.
No valen los rimbonbantes títulos de la Pontificia de la UC ni de Harvard en Economía. El ministro a cargo de las finanzas del país les pide a unos ancianitos que recen. O sea el ministro de Hacienda al pedirle a la gente rezar, es lo mismo que aceptar que tiene escaso control sobre la situación económica.
La actividad
Durante este martes, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, (foto) visitó un Establecimiento de Larga Estadía (ELEAM) ubicado en Ñuñoa para explicar los beneficios que establece el proyecto de Modernización Tributaria y que irá en ayuda de los adultos mayores.
En el ELEAM Niño Jesús, que atiende a 30 señoras de edad avanzada, el titular de la cartera advirtió que actualmente hay una serie de instituciones sin fines de lucro y de beneficencia y que se ven aquejadas por el pago de contribuciones.
"Un alza que es transitoria no genera gran efecto en inflación. Un alza que es más permanente tiende traspasarse a precios, de tal manera que el punto central es la sostenibilidad en el tiempo del tipo de cambio que tenemos hoy día, y en ese sentido nosotros no estamos vaticinando cuales van a ser los niveles a futuro, pero ciertamente este es un nivel elevado del tipo de cambio", declaró el ministro.
Además se refirió a la guerra comercial que se vive actualmente entre China y Estados Unidos, en donde ironizó llamando a las madres de ELEAM a rezar por el fin de este conflicto económico. "Por lo tanto, si se solucionara la guerra comercial, tendríamos, muy probablemente, un aumento en el precio del cobre y una caída en el tipo de cambio. Eso sería esperarlo, así que yo también le voy a pedir aquí a las madres que nos ayuden, a que recen para que se solucione la guerra comercial".