El futbolista brasileño Dani Alves, ha pasado seis días en la cárcel luego de presentarse de manera voluntaria para responder a una acusación por agresión sexual en su contra, por un hecho que habría ocurrido en Barcelona, España.
Esto sucede luego de que el juzgado de instrucción a cargo del caso resolviera que el lateral tenía que ingresar a prisión preventiva sin opción de fianza por tener un gran potencial de fuga del país.
No obstante, durante las últimas horas, ha surgido nueva información que compromete al futbolista. ¿La razón? Se habrían filtrado las imágenes de las cámaras de seguridad de la discoteca donde presuntamente ocurrió el hecho y desarmarían la versión de Alves.
Según indica el medio catalán El Periódico, que tuvo acceso al registro, el brasileño estuvo durante 15 minutos con la denunciante encerrado en un baño del sector VIP del lugar y sería un antecedente clave para la investigación realizada por los Mossos d'Esquadra.
Este registro iría en contra de la declaración del futbolista, que en un principio afirmó que asistió a una fiesta en el club nocturno, pero que nunca había invadido el espacio personal de nadie.
Posteriormente, Alves señaló que sí había visto a la mujer, pero que no habrían compartido y finalmente, dijo que fue ella quien lo acosó.
Las consecuencias del acto
La incertidumbre de la situación ha provocado que el club Pumas UNAM de México despidiera a Dani Alves por "atentar contra el espíritu universitario y sus valores" y además indicaron que "no podemos permitir que la conducta de una persona perjudique nuestra filosofía de trabajo".
Por otro lado, la información que llega desde España sobre la detención del jugador es que no ha recibido ningún tipo de atención personal y que su ingreso a prisión ha seguido los protocolos para cualquier tipo de persona.