El chileno Cristian Garín no pudo ante Novak Djokovic, número uno del mundo. Una derrota por 6-2, 6-4, 6-2, que es más abultada en el marcador que en el juego.
Esta semana se convirtió en el quinto chileno de la historia en alcanzar la cuarta ronda en la catedral, y en el primero desde Marcelo Ríos en en hacerlo de forma seguida en Roland Garros y Wimbledon. La deuda en los torneos grandes cada vez es más pequeña.
Lo que aún falta es alcanzar el nivel de un jugador como Djokovic. El serbio no es imbatible, pero da pocas opciones. Especialmente cuando avanza a la semana. Hoy el chileno entró sin ritmo y lo pagó caro. Un quiebre de servicio en el primer juego puso el tablero en contra desde el saludo.
El primer set se fue rápido, y recién en el segundo Garín exhibió sus recursos: mejoró con el primer saque (ganó el 68 por ciento de los puntos), y aguantó mejor los intercambios del serbio. La diferencia estuvo en un juego. Nole salvó los dos puntos de quiebre que enfrentó. Gago cinco de seis y quedó 0-2 en el marcador.
El tercero se pareció más al primero que al segundo. Si vencer a Djokovic es complejo, hacerlo con una desventaja de dos sets es casi imposible. Ese escenario golpeó de entrada a Garín que otra vez quedó abajo desde el primer game.