Un escándalo de marca mayor sacude al fútbol argentino. Un jugador juvenil de Independiente de Avellaneda, de quien aún no se ha revelado el nombre, está acusado de haber formado una red de prostitución en la que habría utilizado a cinco futbolistas de las series menores. Incluso un árbitro del ascenso sería parte de la clientela.

Según señala la prensa trasandina, los juveniles involucrados serían de la categoría 2001 (16 y 17 años).

El programa del canal TyC Sports "No Todo pasa" afirmó que uno de esos jugadores le habría revelado al psicólogo del club lo sucedido tras estar quebrado emocionalmente. Luego surgió la denuncia del mismísimo club de Avellaneda, después que el profesional de la salud le contara la situación al coordinador de inferiores del "Rojo", Fernando Berón y éste puso la demanda ante un fiscal.

El caso quedó registrado como "abuso de menores y facilitación de abuso". El acusado, de 19 años, y que según plantean medios del otro lado de la cordillera, habría disputado torneos junto a la reserva y fue expulsado de la entidad inmediatamente.

Los cinco menores involucrados llevarían cuatro meses en esta red y cobraban 30 mil pesos chilenos por los servicios, los cuales realizaban en un departamento del barrio porteño de Palermo.

Según se reveló, eran conducidos desde la pensión del club y consumaban relaciones sexuales con gente mayor de edad. En la causa denunciada revelaron que dentro de la investigación, un árbitro del ascenso formada parte de la cartera de clientes.

Se trata de Martín Bustos, quien iba a ser juez asistente en el duelo de este fin de semana entre San Martín de Tucumán e Instituto de Córdoba de la B Nacional (Segundo División).

Sin embargo, Bustos fue reemplazado por sospecha. Desde el club presidido por Hugo Moyano publicaron que lamentaban lo ocurrido y pusieron a disposición de la Justicia "todos los elementos y el personal vinculado al área" para esclarecer el caso.