El ex entrenador inglés Barry Bennell fue condenado este lunes por un tribunal británico a 31 años de prisión por medio centenar de cargos de abusos sexuales a menores.
El Tribunal de la Corona de Liverpool (Liverpool Crown Court) sentenció a Bennell por abusar de 12 niños, de entre 8 y 15 años, entre 1979 y 1991.
El juez del tribunal de Liverpool Clement Goldstone calificó a Bennell, de 64 años, como el "diablo encarnado".
"Para estos chicos tú aparecías como un dios, cuando en realidad eres el diablo encarnado. Robaste su infancia y su inocencia para satisfacer tu propias perversiones", añadió el magistrado durante el juicio celebrado este lunes.
Bennell, presente en el dictamen, vio cómo aquellas personas de las que había abusado cuando eran niños declaraban el modo en que los crímenes del ex entrenador habían afectado a sus vidas.
El antiguo técnico nunca había sido puesto enfrente de sus víctimas, ya que a lo largo de las cinco semanas que lleva el proceso siempre había aparecido a través de videoconferencia.
El imputado, que se cambió el nombre por Richard Jones, trabajó en el Crewe Alexandra y tenía vínculos cercanos con Manchester City, Stoke City y con varios clubes del noroeste de Inglaterra.