Como resultado de una operación de la Policía y el Ministerio del Interior británico, se ha prohibido viajar a Rusia para el Mundial 2018 a más de 1.200 'hooligans'.
En total, se ordenó que 1.312 individuos "con un historial de disturbios relacionados con el fútbol" entregaran sus pasaportes a la Policía.
Según los últimos datos, en Inglaterra y Gales se han retirado 1.254 pasaportes. Los documentos serán devueltos a sus propietarios una vez que acabe el Mundial el 15 de julio.