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Macarena "Maquinita" Orellana fue intimidada en Egipto por policías y público por exhibir bandera gay

Maca ‘La Maquinita’ Orellana cumplió un gran cometido en el Mundial de Kickboxing que se disputó en Egipto, colgándose la medalla de plata en su categoría.

Sin embargo, no todo fue alegrías para la deportista nacional ya que, según denunció en sus redes sociales, fue abordada por policías armados y organizadores del certamen.

Lo anterior, según detalló Orellana, luego de posar con la bandera Whipala tras consagrar su segundo lugar.

“Fueron días difíciles, de mucha incertidumbre en un país profundamente diferente a lo que acostumbramos en occidente. Para una persona disidente como yo, esta incertidumbre y miedo se acrecentaba”, partió comentando ‘La Maquinita’.

“Así lo sentí fuertemente cuando al bajar de recibir mi medalla me esperaba la policía armada y con los organizadores del evento. Me hablaban de una bandera y me mostraban fotos de mi Instagram donde aparecía con la Whipala, y me decían en inglés que era ilegal y que me podían meter a la cárcel”, agregó la deportista.

Luego, Orellana señaló que “cuando fui a tomarme la foto que les comparto, mucha gente me gritó cosas en árabe y claro, no entendí. Un grupo de varones llamó a la policía porque creyeron que era la bandera gay y allá es ilegal la expresión pública de la disidencia”.

“Entre la rabia, el miedo y mirar fijamente a la policía con armas, traté de explicar en inglés lo que era la Whipala y busqué en Internet para mostrarles, pero no me creían mucho”, complementó la peleadora.

Finalmente, gracias a la ayuda de un amigo, se dio a entender y la tensa situación llegó a su fin. “Claramente a una persona leída como varón le escucharon más que a mí. Después de un rato muy tenso, al parecer entendieron y yo solo caminé hacia las graderías”, indicó ‘La Maquinita’.

Tras su relato de lo sucedido, Maca Orellana realizó un breve reflexión respecto al ‘infierno’ que vivió en Egipto.

“Hace años que no me sentía tan pequeño, vi como todo el gimnasio se volvió inmenso y yo ahí, entre llantos, miedo y mucha rabia, sentía el odio de este sistema caerme encima una vez más”, recalcó la luchadora.

“Lloré muchas horas y aún sigo llorando, de rabia, de pena, de pensar en cómo viven o sobreviven las personas disidentes en espacios de tanto odio. De ver como siempre nuestra existencia se vuelve un peligro, en todos lados”, concluyó ‘La Maquinita’.