Oh I'm just counting

Megan Rapinoe, la estrella de fútbol e ícono gay que está enfrentada con Trump

Por Antonia Paz
 
La capitana estadounidense Megan Rapinoe dijo que no cree que el fútbol femenino sea suficientemente respetado por la FIFA.
 
Sus declaraciones las ofreció luego que Estados Unidos derrotara 2-0 a Holanda durante la final del Mundial Femenino de Francia. Pero ese partido que se jugó en Lyon coincidió con las finales de la Copa América y la Copa de Oro
"Es una idea terrible ponerlas todas juntas el mismo día. Esta es la final del Mundial", dijo Rapinoe.
 
Y agregó: "La final del Mundial se establece con tanta antelación que esto resulta increíble".
"Así que no, no creo que la FIFA nos tenga, en general, el mismo nivel de respeto que tiene hacia los hombres".
 
Sin embargo, un vocero de la FIFA explicó lo siguiente: "La programación de los diferentes eventos pasó por un proceso de consultoría integral que involucró a todos los interesados clave y que tuvo en cuenta diferentes aspectos de los calendarios internacionales de partidos tanto de hombres como de mujeres".
 
"La FIFA y las confederaciones discutieron los respectivos cronogramas de partidos en general para minimizar cualquier posible conflicto de tiempo


Su pelea con Trump

"Siento que es una especie de desafío en sí mismo ser simplemente quien soy, vestir esta camiseta y representarla. Porque tengo talento llegué hasta acá, vos no podés decirme si puedo o no estar acá. Es una manera de decirle 'andate a la mierda' a cualquier forma de desigualdad o malos sentimientos que la administración (de Trump) pueda tener hacia las personas que no se parecen exactamente a él. Lo cual, Dios nos ayude si todos nos parecemos a él. Da miedo. Realmente aterrador. Inquietante", comentó Rapinoe antes del Mundial en una entrevista con Yahoo.
 
Después de ganar con Estados Unidos el oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y el título en el Mundial 2015, la jugadora ganó notoriedad. Incluso, muchos creen que fue clave que hiciera pública su homosexualidad en 2012. Ahora, con 34 años recién cumplidos, ya no tiene miedo a mostrar lo que siente o piensa. Como tampoco lo tuvo en 2016, cuando se arrodilló mientras sonaba el himno nacional de su país antes de un partido de la selección, en solidaridad con Colin Kaepernick, el quarterback de los San Francisco 49ers que protestó por la violencia racial y la opresión de las minorías.