La ministra del Deporte, Alexandra Benado, tuvo que salir al paso de la polémica que se desató por la designación de un Happyland como sede de los Juegos Panamericanos. Fue enfática en aclarar que es una sede que cumple con los requisitos y que no habrán cambios en ese sentido.

“Soy muy clara, el recinto elegido es un recinto visado por Panam Sports, por todos los equipos técnicos de la corporación de Santiago”, comenzó diciendo la secretaria de Estado, quien después confirmó que ofrecieron una nueva sede pero que ya no había tiempo.

“Entiendo las molestias, pero el diseño de estos Juegos no parten hace tres semanas y recién hace tres semanas recibimos la posibilidad de que el bowling tenga otra sede. Después de diseñar más de 40 sedes, no podemos a tres semanas cambiar todo, no todas las disciplinas van a tener un legado material, eso es una realidad”, concluyó.

Uno de los temas más mediáticos de los últimos días fue que la ministra estaba participando en una reunión con sus pares de Paraguay, Argentina y Uruguay para avanzar en el trabajo de levantar una candidatura conjunta para el Mundial de fútbol de 2030. Una noticia que causó impacto en los hinchas locales, quienes rápidamente se ilusionaron con ver a la cita planetaria en Chile.

Fue por eso que Benado salió al paso de los comentarios y atizó las especulaciones, además de referirse concretamente a lo que se habló en aquella reunión en Paraguay. “Estamos reactivando la mesa de trabajo, tener la voluntad de mirar este proyecto, a eso fuimos a Asunción, a volver a trabajar en esto”, comentó la jefa de la cartera.

En la misma línea habló de los siguientes pasos que buscarán. “Debemos revisar el trabajo ya realizado, no podemos hacer borrón y cuenta nueva. Postular a una sede mundial para el 2030 no es un proceso sencillo, implica trabajo, coordinación y esa es la idea, coordinar un proceso serio, responsable, para ser un candidato competitivo para el resto de las federaciones”, agregó.