Los ciclistas chilenos Antonio Cabrera y Felipe Peñaloza, según revela este viernes La Tercera, fueron sorprendidos el pasado 24 de junio con sustancias dopantes en el Aeropuerto de Medellín, en Colombia.
Los pedaleros chilenos llegaron ese día a tierras cafeteras para realizar su última etapa de preparación de cara a los Juegos Panamericanos de Lima y de acuerdo a lo publicado por el matutino, en la revisión del equipaje fueron encontrados variados fármacos (estupefacientes y vitaminas), siendo lo más grave el androgel (testosterona), sustancia prohibida por el reglamente antidopaje.
El personal aduanero no retuvo a los deportistas, pero sí requisó los estupefacientes, que si bien no están prohibidos por dopaje, sí deben administrarse con receta médica.
Oscar Ochoa, jefe de turno de la aduana colombiana, redactó un informe que remitió a la Federación Colombiana de Ciclismo. En el documento se explica que el clonazepam fue incautado dado que "no presentaron ninguna clase de dictamen médico".
Ya en Lima, ni Cabrera ni Peñaloza quisieron referirse al hecho al ser consultados por el matutino, y desde la Federación de Ciclismo (desafiliada por hechos relacionados al dopaje), su presidente, Germain Pérez, explicó que "era algo que habíamos escuchado por rumores, pero nunca nos llegó nada formal".