El máximo ídolo deportivo de Boca Juniors, Juan Román Riquelme, se impuso en las urnas al binomio Andrés Ibarra y del expresidente argentino Mauricio Macri, y llegó a la presidencia de la institución más popular de Argentina y quizás de América.

En la mayor votación de la historia de un equipo de fútbol en el vecino país, con de 43.367 participantes, el exfutbolista se consagró.

Riquelme registró el 65% de los votos, lo que llevó a la lista rival a reconocer la derrota por ser una diferencia irremontable.

Se trató de una elección marcada por la polémica y que incluso fue suspendida a principios de este mes, luego que la Justicia trasandina detectara irregularidades en el padrón, desatando todo un escándalo.

Riquelme y los suyos -oficialismo en la actualidad- culparon a la Oposición de la movida judicial y los acusaron de querer ensuciar el proceso, mientras que Macri y su equipo denunciaron falta de probidad de los dirigentes.

El factor Milei… que no fue factor

Uno de los puntos más importantes de la jornada en La Bombonera, que fue escenario de la elección, fue la participación del reciente Presidente electo de Argentina, Javier Milei.

La máxima autoridad trasandina, que había expresado públicamente en los medios su respaldo a Mauricio Macri, llegó cerca del mediodía y recibió insultos, pifias y cánticos en su contra.

¿El motivo? Antiguos dichos de Milei en los que confesó que había dejado su fanatismo bostero cuando Riquelme volvió a la institución desde Europa en su época de jugador. “Cuando Angelici lo trajo, en la última época, yo sostenía que eso iba a ser un fracaso, entonces dejé de ser de Boca porque lo trajo en un acto populista”, afirmó.

No fue todo. Además, Milei remarcó que “cuando jugaron la final de Copa Libertadores con River en Madrid (2018) estaba en la casa de mi hermana, que sigue siendo de Boca, y cuando entró Gago le dije: ‘A partir de ahora empiezo a hinchar por River’. De hecho, el segundo gol, que es absoluta responsabilidad de Gago, lo grité”.