La ANFP fue notificada de una demanda interpuesta por Javier Castrilli, expresidente de la comisión arbitral, a raíz de su despido del organismo. El argentino se querelló contra el ente rector del fútbol chileno por motivos laborales y perjuicio hacia su persona, por lo que solicitaría una indemnización de mil millones de pesos.

A comienzos de abril, el exréferi fue cesado de sus funciones en Quilín debido a acusaciones de un grupo de jueces chilenos, quienes buscaban la salida de Castrilli de su cargo.

Las denuncias de los silbantes apuntaban a que hubo presiones indebidas en la Liguilla de Promoción, con el objetivo de beneficiar a Huachipato en la llave frente a Deportes Copiapó. Ante esta situación y la advertencia de paralización por parte del Sindicato de Árbitros, Castrilli decidió expulsar a once réferis, lo que profundizó su crisis en el cargo.

Ya fuera de la ANFP, el argentino cuestionó que los cuestionamientos por irregularidades en el arbitraje chileno fueron parte de una artimaña parta reintegrar a los jueces cesados. La investigación interna liderada por el oficial de cumplimiento, Miguel Ángel Valdés, determinó lo mismo planteado por Castrilli, por lo que el Tribunal de Disciplina procedió a sancionar a los jueces.

Pese a ser despedido, el exmandamás de la comisión arbitral se mantuvo en Chile para limpiar su nombre, como él mismo manifestó en entrevistas con medios nacionales.

Ahora, a casi tres meses de su despido, Javier Catrilli inició un proceso judicial para ser indemnizado por la ANFP, con una querella que solicitaría 1000 millones de pesos por su destitución y supuesto perjuicio hacia su figura.