El domingo pasado se disputó la final del Mundial de Clubes de la FIFA, instancia en la que el Chelsea se impuso por tres goles a cero contra el Paris Saint-Germain (PSG).

De esta manera, el Chelsea se coronó como el primer campeón de este torneo con nuevo formato.

Sin embargo, más allá del fútbol, hubo un momento que llamó la atención tanto entre los deportistas que recibieron la copa como entre los aficionados.

El presidente Donald Trump, quien asistió al encuentro junto a la primera dama Melania Trump, protagonizó un episodio que ha sido ampliamente calificado como incómodo y que despertó cierta confusión entre los jugadores del cuadro con sede en Londres.

Antes de que arrancara la cita, cuando se cantaba el himno nacional previo al partido, parte del público abucheó al mandatario cuando fue mostrado en las pantallas del estadio.

Más tarde, tras el encuentro, el fenómeno se repitió. Pero esta vez, mientras entregaba las medallas a los jugadores junto al presidente de la FIFA, Gianni Infantino.

Luego, después de que entregara el anhelado trofeo al capitán del Chelsea, Reece James, junto a Infantino, Trump permaneció en el escenario mientras el líder del organismo deportivo se marchaba.

Por unos segundos, los jugadores del Chelsea esperaron a que el presidente se fuera, para así levantar la copa y celebrar el triunfo.

Usualmente, en el fútbol, la ceremonia de entrega del título es para los deportistas y el personal del equipo ganador.

No obstante, Trump se quedó con ellos en el escenario.

Después de unos momentos, el portero Robert Sánchez, quien estaba a un lado del presidente, le dijo a James que avanzara, con el mandatario todavía posicionado en la plataforma.

La permanencia de Trump en el escenario derivó en que figurara en las imágenes del Chelsea levantando la copa del Mundial de Clubes.